Cuenta regresiva para la oficialización del mapa electoral cordobés
El próximo miércoles vencerá el plazo establecido por la Justicia para que los partidos que participarán en las próximas elecciones legislativas inscriban sus frentes y alianzas electorales. De esa manera, el mapa político que signará la realidad argentina en la segunda mitad del 2021 empezará a quedar delimitado. Al menos, en sus trazos más gruesos.
Si bien nada de lo que suceda de aquí a mediados de la próxima semana será definitivo, la inscripción de alianzas despejará algunas dudas respecto a los posibles entrecruzamientos partidarios que, hasta horas antes de dicha inscripción, mantendrá en vilo a la arena política de todo el país.
En Córdoba, los tres grandes frentes electorales confirmarán el escenario de disputa, mientras que por fuera de dichas megaestructuras, las fuerzas más pequeñas pugnarán por la creación de armados políticos que logren vencer la hegemonía política que, de antemano, se augura para tierras mediterráneas.
El peronismo, por derecha, por centro y por izquierda
A inicios de esta semana, fue el propio gobernador Juan Schiaretti el que oficializó a legisladores y referentes políticos la decisión que desde hace años viene marcando la estrategia electoral del peronismo cordobés. Hacemos por Córdoba competirá en las elecciones de medio término con su propia lista de candidatos, respetando los acuerdos que dieron origen a la versión schiarettista de Unión por Córdoba y que, en las últimas horas, sumó aliados desde el sector identificado con la iglesia evangélica. Se trata del partido Masfe (Movimiento de Acción Social Federal), que según sus propios números distribuye su campo de acción entre unos 200 templos evangélicos cordobeses.
El movimiento inaugura la oficialización de una relación que se viene tejiendo desde hace tiempo y que tiene que ver con el fluido diálogo que referentes políticos y sociales identificados con la Iglesia Evangélica mantienen con el peronismo cordobés. Hacedores de un importante, permanente y tradicional trabajo territorial, los evangelistas serán formalmente integrados por primera vez al oficialismo provincial que tiene como uno de sus baluartes históricos a la Democracia Cristiana.
La principal impulsora de la nueva incorporación del schiarettismo es Alejandra Vigo, segura candidata a senadora desde la boleta de Hacemos por Córdoba, desde donde dirimirá suerte con quien aparece, desde el escenario actual, como su principal contrincante: Carlos Caserio.
En el Frente de Todos, las divisiones internas serán sólo parte de la discusión por la conformación de las listas. El esquema que históricamente dio vida al kirchnerismo cordobés, sumados a los referentes que llegaron de la mano de Alberto Fernández, serán los que terminen por conforman el frente electoral que, por estas horas, pone sus puntos suspensivos en la participación de algunos sectores del Frente Renovador que habrían recuperado la relación perdida con los sectores más orgánicos del peronismo cordobés.
¿Habrá sorpresas?
En el tramo en que se enumeran los aspirantes a la Cámara de Diputados quizás puedan empezar a aparecer sorpresas. Será este miércoles o podrá ser diez días más adelante, cuando todos los nombres estén oficializados. La posible candidatura de Martín Gill (que en su entorno más cercano dicen desconocer) abre el abanico para sumar aliados desde el interior, algo que al kirchnerismo siempre le costó demasiado en una provincia en la que los sectores agrarios son fundamentales para comprender el comportamiento electoral de la ciudadanía. También los nombres de Olga Riutort y de Adriana Nazario, que suenan cada vez con más fuerza desde algunos sectores frentetodistas, abren el juego y el abanico. Sobre todo para el electorado identificado con el fallecido José Manuel De la Sota. El problema en esa referencia radica en que Natalia De la Sota encabezará, si nada raro sucede, la boleta de Hacemos por Córdoba. Allí, naturalmente, la militancia se divide y los votos también.
Por fuera de los nombres rutilantes aparecen los sectores más alejados del peronismo tradicional que buscan ocupar algún lugar expectante en las listas. Al parecer, por el momento, sin demasiado éxito. El principal problema no radica en la intención por ampliar el espacio para contener a la mayor cantidad de sectores dentro de confección de las listas, sino por lo complejo de la elección para el Frente de Todos, que proyectando los resultados de las últimas contiendas podría aspirar a imponer una o dos bancas desde la provincia mediterránea.
En ese panorama, no faltan quienes todavía anhelan un acercamiento con el peronismo cordobés. Esa posibilidad, al momento del cierre de esta edición, parece una quimera.
Juntos por el Cambio y el complejo camino de la unidad
Hoy, el radicalismo cerrará un acuerdo interno respecto a su participación en Juntos por el Cambio. En el Congreso partidario de este viernes también se comenzarán a conversar las condiciones en torno a la forma en que las autoridades del partido centenario negociarán espacios con sus socios del PRO, la Coalición Cívica y el juecismo. Con Luis Juez y Gustavo Santos moviéndose como candidatos oficializados, todos los caminos conducen a las Paso.
En la UCR no descartan la posibilidad de llegar a un acuerdo para evitar en confrontamiento interno abierto y unificar posturas respecto a las listas, pero el principal problema es que una de las posturas con menos margen de negociación está en la necesidad que tienen los radicales de encabezar algunos de los tramos de las boletas. Para eso, hay dos nombres para un solo lugar: Ramón Mestre y Rodrigo De Loredo. Ninguno quiere saber nada con ir detrás del otro, tampoco están dispuestos en ocupar un lugar en la lista detrás del ex ministro de Turismo de Mauricio Macri. El que la tiene más difícil es Mario Negri, que en caso de confirmar sus intenciones para saltar a la Cámara alta, deberá lograr que sea Juez.
En el marco del fortalecimiento del espacio chico para ganar fuerza en la alianza grande, el PRO también mueve sus estructuras por estas horas para sumar en su cruzada a las líneas cordobesas del peronismo republicano y a partidos de derecha relacionados con las posturas más liberales del espectro político partidario. De hecho, en Buenos Aires ya lograron ese acercamiento con la presencia de Ricardo López Murphy, que competirá en las primarias por un lugar en las listas. Pensando en una lista que (por primaria o por acuerdo) terminará intercalando posiciones expectables con referentes de los partidos tradicionales, la principal arma de seducción que esgrimen desde Juntos por el Cambio es la gestión provincial 2023-2027. Están confiados, vale decirlo.
A los extremos de la grieta
En la pelea de la tan mentada “grieta” hay sectores que se siguen posicionando por fuera. No en el medio sino en los extremos. El martes, los Republicanos cerraron todas las posibilidades de acuerdo con el macrismo y presentaron su alianza con NOS, el partido fundado por José Gómez Centurión. Buscando representar a un sector que ha ido ganando espacio en las consideraciones electorales, Agustín Spaccesi será candidato a senador, mientras que Jorge Scala será cabeza de la lista entre los aspirantes a la Cámara de Diputados.
Donde parece que esta vez tampoco habrá acuerdo es entre las fuerzas de izquierda. A pesar de los llamados públicos a la “unidad grande”, la alianza entre el PO, el PTS, la Izquierda Socialista y el MST no logra convencer al Nuevo MAS y a otros partidos más pequeños con expresiones locales a lo largo del país para sumarse a un frente ampliado. El problema se plantea a nivel nacional y, naturalmente, tendrá su réplica en Córdoba. La discusión radica en la elección de candidatos, algo de lo que la izquierda supo hacer gala desde la llegada de las primarias y a lo que ahora busca esquivar. Al menos con esos argumentos vuelan las acusaciones cruzadas, los documentos públicos y los convites a debates abiertos. ¿Todas las puertas están cerradas? Sí, aunque no bajo llave.
Otras de las informaciones confirmadas esta semana, que no estará entre las noticias del miércoles, es la participación de Encuentro Vecinal Córdoba en la elección legislativa. La novedad es que esta vez no será Aurelio García Elorrio un competidor solitario desde la boleta corta para la Cámara baja. Aunque no hay nombres confirmados, el espacio tendrá una boleta que competirá en el tramo para el Senado. Como todos los enigmas en torno a las candidaturas, el entuerto se resolverá en próximo 24 de julio.
Fuente: La Mañana.