Cómo cuidar las mamas durante la lactancia
La lactancia es una de las mayores expresiones de amor, cuidado y conexión entre una madre y su bebé; según la OMS este hábito debe extenderse al menos por seis meses y no más allá de los dos años de edad del niño. Pero además de esto, dar el pecho al bebé puede dejar marcas, consecuencias y dolores en los senos de la madre.
Algunas investigaciones aconsejan que durante el amamantamiento se cambie de posición frecuentemente para reducir los dolores, y agregan que luego de dar de mamar se puede presionar suavemente con los dedos el pezón y esparcir un poco de leche en la zona adolorida para reducir la irritación.
Frente a la resequedad, diversos especialistas coinciden en que lo mejor es evitar lavar con jabón común los senos ya que este los reseca aún más, puede hacerse con algún producto hidratante o neutro.
Con respecto al dolor hay algunos productos médicos que ayudan a aliviarlo sin comprometer la calidad de la leche o la salud del lactante, es importante consultar con un especialista antes de comenzar a utilizar cualquier producto sobre esta zona durante la lactancia.
La hidratación permanente de la zona ayudara a evitar la formación de estrías en los senos; esto puede lograrse través de la aplicación de cremas una vez al día, estos productos deben ser primero aprobados por un especialista médico cuidando de que sean hipoalergénicos, de rápida absorción, sin perfume y de una textura suave.
Las pequeñas heridas o grietas, muy comunes durante el amamantamiento pueden ser prevenidas por medio de una correcta alimentación y descanso, elevando así el sistema inmune. La salud de la madre será la que determine la aparición de estas incomodidades en mayor o menor medida.
Cuando los dolores e irritación en los pezones se mantienen por grandes períodos de tiempo (más de una semana o dos) es importante acudir a un profesional de la salud ya que podría tratarse de una infección que requiera un tratamiento médico más complejo.
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