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Docente investigador de la UTN San Francisco se perfeccionó en Taiwán sobre vehículos eléctricos

El Ingeniero Electromecánico Gerardo Szwarc, graduado de nuestra Facultad Regional San Francisco, regresó recientemente de Taichung, Taiwán, en donde fue uno de los dos argentinos que formó parte de un curso de capacitación en operación y mantenimiento de vehículos eléctricos, dictado en el TCNR de Taichung. La vivencia se desarrolló entre el 8 de mayo y el 12 de junio.


Tras el regreso, el Ingeniero se refirió a esta posibilidad, que fue brindada por el Fondo de Cooperación y Desarrollo Internacional (TaiwanICDF), una entidad que se dedica a impulsar el desarrollo socioeconómico, mejorar los recursos humanos y promover las relaciones económicas en una variedad de países socios en desarrollo. También ofrece asistencia humanitaria y brinda ayuda en caso de desastres naturales o crisis internacionales de refugiados.

Su objetivo es aplicar lo aprendido en la elaboración de su tesis doctoral y compartir los conocimientos mediante la enseñanza, aprovechando el creciente interés en los vehículos eléctricos.

Balance de la experiencia

Szwarc, que visitó un país en el que es frecuente ver autos eléctricos puros e híbridos circulando, a diferencia de Argentina, sostuvo que el balance de lo vivido en ese lugar fue “muy positivo” ya que le permitió rodearse y aprender de personas sumamente capacitadas en vehículos eléctricos, entre ellas ingenieros e instructores de diferentes centros de formación.

Sobre el curso en particular comentó que partió de contenidos básicos, como el uso de herramientas, y los llevó al punto de permitirles desarmar un vehículo eléctrico para poder realizarle mediciones. Luego, volverlo a armar y ponerlo en marcha, lo que le permitió sumar experiencia práctica muy valiosa.

El graduado de nuestra casa de estudios, que destacó que en el proceso se haya hecho hincapié en la seguridad, ya que se trabaja bajo alto voltaje, brindó más detalles: “Extrajimos, por ejemplo, la computadora (MCU) de un vehículo eléctrico, tuvimos que retirar parte del motor y desarmarlo. También quitamos la batería de un vehículo híbrido y tuvimos que volver a armar. Eso nos permitió conocer dónde se encuentra cada componente y saber dónde buscar en caso de detectar alguna falla. Todo el proceso se debía realizar con guantes dieléctricos, herramientas aisladas y demás elementos de seguridad necesarios para evitar accidentes”.

Pese a que no pudieron conducirlo, por no contar con la licencia de aquel país para hacerlo, para el Ingeniero fue una experiencia enriquecedora y justificó: “Dentro de las mediciones que realizamos fuimos desde lo más simple, la medición de la batería de 12V de un vehículo, hasta de los diferentes sensores. Por ejemplo, cuando trabajamos con motos eléctricas, medimos los sensores del manillar que controlan la aceleración, los frenos y la señal que llega al controlador. Al finalizar esta etapa del curso nos pusieron frente a un motor a combustión de un vehículo convencional, nos acercaron el manual y una lista de sensores, y debíamos identificar su posición y medirlos para comprobar que estuvieran funcionando correctamente. En la etapa siguiente nos permitieron conectar un osciloscopio a un vehículo adaptado para la enseñanza para verificar el funcionamiento, por ejemplo, de los relés de la batería principal (auto híbrido), la tensión del controlador, el funcionamiento del aire acondicionado, bomba de agua o la temperatura del controlador, entre otras cosas”.

“Armar y desarmar un vehículo permite identificar sus componentes y su ubicación. Ver los componentes en una pantalla no permite tomar verdadera dimensión del tamaño o del peso de cada uno de ellos y cuesta imaginar su ubicación en el vehículo, tanto en motos como en autos”, sumó.

Seguidamente, agregó: “Los docentes están muy capacitados, verdaderamente tienen pasión por enseñar, por transmitir conocimiento, en ningún momento nos vieron como una competencia, sino como quienes el día de mañana vamos a transmitir el mismo conocimiento que ellos nos brindaron”.

El graduado de nuestra casa de altos estudios también comentó que en lo que duró la capacitación pudieron visitar varias empresas, entre ellas la firma Master Transportation Bus Manufacturing Ltd., una fábrica que anteriormente se dedicaba a los autobuses a combustión y hoy en día incursionó en vehículos eléctricos, incluso ya exporta sus colectivos a distintos puntos del mundo.

Otra empresa que visitaron fue Jonnswey, la cual fabrica herramientas tanto manuales como neumáticas y eléctricas: “En ella recibimos una capacitación sobre cómo utilizar algunas de las herramientas que fabrican. Hubo también visitas culturales organizadas por el mismo instituto, en las cuales pudimos conocer lugares icónicos de Taiwán con mucha historia y aprender sobre su historia y cultura”.

Autos eléctricos

Más allá de la capacitación, Szwarc destacó el avance en la materia en aquel país y resaltó que es común ver autos eléctricos o híbridos circulando por las calles.

Sobre ello, manifestó: “En los autos eléctricos puros, la marca más común es Tesla. Y en los híbridos, el Toyota Prius. El Prius, por ejemplo, sí se consigue en Argentina, aunque los de Tesla, hasta dónde sé, aún no se comercializan en nuestro país”.

El graduado de nuestra Regional también reveló cómo incentiva el gobierno de Taiwán al uso de autos eléctricos: “Los vehículos eléctricos no pagan impuestos y han tomado el compromiso, para 2040, de prohibir la producción de vehículos a combustión de cualquier clase, desde colectivos hasta motos”.

Transferencia

El objetivo de Szwarc se cumplió, ya que los conocimientos aprendidos podrán ser aplicados en su tesis doctoral, con la que aspira a dedicarse exclusivamente a la investigación y docencia dentro de la UTN.

“Mi doctorado se basa en energía solar fotovoltaica, en la modalidad de generación distribuida, y sobre vehículos eléctricos y cómo afectaría todo esto a la red de distribución eléctrica, principalmente al transformador”, destacó.

En esa línea aclaró que, si bien en Argentina hay cursos sobre energías renovables, sobre redes de distribución y sobre transformadores, no los hay en la misma cantidad sobre vehículos eléctricos, por lo que valoró aún más la experiencia. “Me afianza en este tema del que yo no tenía formación”, reflejó.

Todo lo adquirido podrá, también, ser reflejado en las aulas, ya que a medida que avancen los años se irán encontrando más vehículos eléctricos: “Taiwán ya se plantea que para 2050 no van a haber más vehículos a combustión. Los que van a quedar van a ser muy pocos. Una vez que no pasen la revisión, el equivalente a la ITV nuestra, los tienen que destruir o vender a otro país que lo acepte”.

“En Argentina si bien no está programada la detención de la producción de vehículos a combustión, tarde o temprano se va a venir, entonces en algún momento habrá que capacitar, porque el mantenimiento que se le hace a un vehículo eléctrico no es el mismo que el de uno híbrido o de combustión”, agregó.

Por último, reconoció: “Quisiera agradecer a todas aquellas personas que de alguna u otra forma estuvieron acompañándome en el viaje, desde quienes simplemente estuvieron en contacto, hasta quienes estuvieron atentos a que no me faltara nada. También a quienes me ayudaron a organizar todo y a preparar la documentación que necesitaba para poder hacer el viaje y me acompañaron en el proceso. Además quiero mencionar a los organizadores, al ICDF y a TCNR, por todo lo que pusieron a nuestra disposición, desde la oportunidad hasta los docentes y el material necesario para realizar las prácticas”.