Eduardo Bonzano: «Ya no podía. Notaba que me faltaba resistencia física»
El hecho conmocionó a todo San Francisco y a la región. El pasado sábado, alrededor de las 17 hs., eduardo desaparecía en la inmensidad de la laguna Mar Chiquita mientras practicaba kitesurf junto a su compañero Carlos García Aresca.
La policía, GERS, Bomberos, hasta el mismísimo intendente de Miramar, quien finalmente, lo pudo divisar desde su avioneta, trabajaron para poder encontrar al profesional. 16 horas estuvo perdido y alrededor de las 8:30 hs. del domingo pudo ser ubicado.
DSF lo entrevistó en el Superdomo cuando fue a agradecer en persona al vicegobernador Martín Llaryora y al intendente municipal Ignacio García Aresca por todo el procedimiento llevado a cabo para lograr encontrarlo.
Comenzó con voz tenue explicando lo sucedido «pude hacer tierra, el segundo objetivo era ir hacia la única luz que había pero fue imposible. No pude atravesar el monte y me resigné hacer noche en ese lugar y esperar la mañana. Fue una noche muy larga porque la hipotermia te hace temblar. Primero una hora, después media hora y después más seguido. Yo estaba sin reloj y las horas eran interminables. La luna iba bajando y era imposible estar así. Por favor que alguien me vea decía. Me iba a desmayar, a shockear. Caminé extraviado y me seguía alejando del lugar donde estaba mi camioneta».
Continuando con la dura cronología de los hechos agregó «ingresé en una zona de pantanos. Traté de romper con la tabla y sólo pude avanzar 5 metros. Siempre me sentí que me estaban buscando porque vi las bengalas. Ya no podía. Notaba que me faltaba resistencia física. Recordá que estaba en el agua desde las 13 hs del día anterior. La verdad que agradezco profundamente a la gente muy capacitada que me encontró».
Para finalizar expresó «yo navegué en los vientos alisios en el norte de brasil arriba de Fortaleza durante una semana. Nunca tuve un problema. Esa capacidad no te alcanza para Miramar. Es muy delicada la laguna por sus características y topografía. Te puede tocar un asentamiento de flamencos o de reptiles y tenes que alejarte de ahí. Es muy complicado. El traje de neoprene me ayudó en los episodios de hipotermia porque estaba mojado y con una temperatura de 3 grados. Con ropa común seguramente me hubiera desmayado rápidamente».