Encuentran víbora en la ciudad
Alrededor de las 11 de la mañana un vecino encontró este ejemplar a metros de la intersección de General Paz y López y Planes. Pudo controlarla y llevarla hasta su muerte.
Las persistentes lluvias y acumulación de agua en los alrededores de la ciudad hacen que estas especies arriben al ejido urbano y causen asombro y temor a los habitantes.
La consulta de los vecinos es si nuestra ciudad está preparada ante la picadura de una víbora. ¿El hospital o la asistencia pública tienen el suero para contrarrestar una picadura?
Características de una Yarará o Víbora de la cruz
Agresiva y precisa, poseedora de un veneno enérgico y eficaz, la yarará es la víbora más temida por los habitantes de nuestro país.
El largo y flexible espinazo de las víboras y sus costillas de extremos libres asociadas con las placas ventrales permiten una locomoción de dos tipos: el serpenteante y el rectilíneo. En algunas especies, como en la yarará, a estos dos movimientos se agrega un tercero, el sinuoso lateral. Las irregularidades del terreno sirven de apoyo a las placas ventrales y facilitan el desplazamiento.
La yarará es considerada una especie más típica y de amplia dispersión que abarca ciertas regiones del sur y centro del Brasil, sur del Paraguay, Uruguay y Argentina.
Por otra parte, la vista no resultaría un órgano demasiado confiable para una especie de hábitos crepusculares y nocturnos como ésta. Tampoco el oído es demasiado sensible; en realidad más que oír parece percibir las vibraciones del terreno con todo su cuerpo. En cambio, la yarará cuenta con su lengua vibrátil -la legendaria «lengua viperina»- que no tiene relación alguna con los mecanismos de envenenamiento como suele creerse popularmente, y que en cambio sí le resulta imprescindible para recibir información acerca de lo que la rodea.