Epec: con la anunciada suba de 12% anual, tiene que seguir bajando costos
La distribuidora no tiene subsidios de la Provincia y, después de 10 años de pérdidas, hace dos que cuenta con ganancias. Apuesta a la instalación, en 2023, de 275 mil medidores inteligentes para bajar costos operativos.
La semana pasada, la Empresa Provincial de Energía Eléctrica le solicitó al ente regulador (Ersep) un aumento a los usuarios residenciales del 12% correspondiente a todo 2021, cuando el atraso en la actualización del valor agregado de distribución (VAD) es del 36%.
El gobernador Juan Schiaretti, en una decisión más política que económica, y pese a que la inflación es del 52% y a que técnicamente puede trasladarle el 36% al usuario, definió que vaya a las facturas domiciliarias sólo un tercio de lo que dan los números.
¿Qué pasó? Schiaretti fue el autor intelectual de la fórmula de adecuación trimestral que rige las cuentas de Epec desde 2016.
Cada tres meses, el número de lo que se necesita ajustar el costo de la distribución y el transporte puertas adentro de la Provincia surge de una serie de variables: suba de costos de materiales, salarios, precio de la energía y variación de los precios mayoristas. Así, cada aumento propuesto desde entonces resultó casi irrefutable de parte del Ersep.
Schiaretti siempre fue renuente a postergar aumentos que luego son imposibles de trasladar al usuario. Hasta que llegó la pandemia, primero, y hasta que comenzó el decidido enfrentamiento político de la Provincia de Córdoba con el Gobierno nacional después.
Hoy, se impone una lectura política doble sobre lo que decidió Schiaretti:
La primera es que Epec pudo afrontar 2020 y 2021 gracias al ajuste que se había empezado puertas adentro de la empresa en 2018, con recorte de horas extras, con cierre de oficinas ociosas y con pasividades anticipadas.
En casi todo ese período de pandemia se suspendieron los cortes por falta de pago, la morosidad llegó al 35% y se otorgaron beneficios a comercios y grandes clientes afectados por las restricciones que significaron no facturar casi mil millones de pesos. Durante 2020, no hubo casi aumentos y la Provincia no puso un peso en Epec para ninguno de los auxilios ofrecidos.
La segunda lectura es que el plan de inversiones propuesto por la empresa se pudo llevar adelante, aun en tiempos de congelamiento de tarifa. Fue clave el cargo para obras del 5% (de hasta el 10% desde 2021), que asegura al menos un mínimo para mantenimiento.
En 2021, la inversión rondó los 4.000 millones de pesos, de los cuales 2.200 millones provinieron del cargo para obras. Todo se puso a prueba en la ola de calor extremo que azotó a buena parte del país entre el 9 y el 16 de enero: en Córdoba se consumieron 2.255 MW en el pico, 41% por encima del promedio. El sistema, en líneas generales, respondió.
OTRA EXIGENCIA INTERNA
Pero para este 2022 Schiaretti dio un giro en la política tarifaria, una especie de “rémora populista”: decidió que sólo trasladará a los usuarios el tercio del aumento objetivo que podría aplicar la empresa.
Tiene sus razones, también políticas. En el Panal consideran que sería indigerible el anuncio de un aumento mayor en tiempos en que la empresa se apresta a desembolsar 3.263 millones de pesos para pagar el premio anual por eficiencia, un extra consagrado en el convenio de la década del ‘70 que se cobra aun cuando la empresa dé pérdidas.
Epec logró enderezarse. Después de 10 años con pérdidas, en 2019 llegó al equilibrio y 2020 y 2021 obtuvo ganancias, aunque el usuario aún no percibe en su boleta esa mejora.
Además, está embarcado en una pelea con el Gobierno nacional en contra de los subsidios al Amba: anunciar altos aumentos lo dejaría en una posición de vulnerabilidad. La crítica y la chicana siempre están a la orden del día.
Y se suma ahora una especie de obsesión personal de Schiaretti: que Epec deje de ser la distribuidora más cara del país. Con este aumento acotado, Neuquén pasó a ser la más cara y Epec, la segunda.
“Epec necesita obtener resultados positivos porque todavía estamos pagando deuda; en agosto se abona el último vencimiento de 14 millones de dólares del bono y se termina la deuda financiera de la empresa, quedamos totalmente saneados”, evalúa su vicepresidente, Eduardo Gauna.
Obtener ganancias con un tercio del aumento requerido obliga a la empresa a ajustarse todavía más puertas adentro. La planta de personal pasó de 4.007 en 2017 a 3.048 activos y se apresta a ofrecer, nuevamente, la posibilidad del retiro anticipado.
Se eliminó la Bolsa de Trabajo y los 40 ingresos de los últimos dos años se hicieron exclusivamente por concurso. Las autoridades entienden que el trabajo fino de eficientizar costos operativos ya se hizo y que el salto en escala estará dado de la mano de la tecnología:la instalación masiva de medidores inteligentes.
Para Córdoba capital, la etapa 1 está iniciada: son 60 mil aparatos, de los cuales se han instalado ya 44 mil. En marzo se completa el plan. Comprende a los barrios Cerro de las Rosas, Alto Verde, Argüello, Argüello Norte, Las Magnolias, Poeta Lugones y Nuevo Poeta Lugones.
Luego sigue la etapa dos, 100 mil medidores entre marzo de 2022 y marzo de 2023. Alcanza a los barrios Lomas de Carolinos, Las Delicias, El Bosque, Valle Escondido, Don Bosco, Nuevo Ghandi, Nuevo Urca, Quebrada de las Rosas, Ampliación Las Palmas, Teodoro Fels, Los Boulevares, Juniors, General Paz, parte de Alta Córdoba, parte de Cofico, Fincas del Sur, Jockey y Camping del Sur. Además se están colocando 71 mil aparatos en edificios y los grandes usuarios, que son 4.100, ya están todos telemedidos.
En el interior, la etapa tres comprende 36 mil medidores que se instalarán en Villa María, en Carlos Paz, en Río Cuarto y en Villa Allende. Estarán instalados en abril de 2023. Los equipos están comprados, ya en Argentina, con instalación contratada, a un precio final de 40 dólares.
MEDICIÓN AUTOMÁTICA
De esta manera, dentro de un año, la cuarta parte de los usuarios de Epec estará telemedida. Desde el celular, el cliente podrá ver los consumos diarios de su hogar (con una lectura cada 15 minutos) y hasta identificar, en un día, cuáles son los horarios de mayor y de menor consumo.
El equipo permite una lectura precisa del consumo de la zona, de modo de afinar la inyección de energía necesaria, las inversiones o el mantenimiento requerido. Identificará dónde el usuario está utilizando más de los 5 kW de potencia contratada y detectará los robos de energía con exactitud. No habrá lectura humana de los medidores ni retiro de medidor físico en caso de baja del cliente o no pago, costos operativos que a futuro no estarán. No hay número del ahorro que podría lograrse por esta vía, pero la presunción es que serán relevantes.
Para el cliente, las grandes ventajas del medidor inteligente todavía no están a la vista, más allá de tener la “foto exacta” de lo que consume en su hogar. Pero en el corto plazo se planean dos cosas: diferenciar precio del kilovatio por bandas horarias, de modo que ciertas actividades del hogar (como el lavado y el planchado) se puedan direccionar a los horarios más baratos, y, por otro lado, ajustar la tarifa cobrada con la potencia que requiere el hogar.
“La idea es ir al cobro de potencia, porque toda la inversión de Epec está en función de la potencia, no de la cantidad de energía que se consume”, explica el presidente de la distribuidora, Luis Giovine.
Hoy, el casi millón de clientes residenciales de Epec tienen una potencia contratada general de 5 kW. La potencia indica, por ejemplo, la cantidad de aparatos eléctricos que se pueden conectar a la red de manera simultánea. Una vivienda con cuatro equipos de aire acondicionado, por caso, excede la potencia estándar contratada. Así, hoy paga lo mismo el que prende mucho en simultáneo como quien no tiene aire acondicionado, por ejemplo.
Con el medidor inteligente se puede detectar la potencia requerida por cada usuario y ajustar la tarifa a su realidad. Si el usuario se excede de lo que contrató, se le cortaría el servicio hasta que use sólo por lo que ha contratado o podría eventualmente pagar por una potencia mayor. También se podría ir a un esquema prepago: gastar hasta una determinada cantidad de dinero, por día, por semana o por mes a los fines de evitar la sorpresa en la boleta final. Todo eso hoy está en elaboración.
DURANTE LA OLA DE CALOR DE ENERO, EL CONSUMO TREPÓ 41%
Sólo había dos registros similares a la ola de calor que afectó a la provincia de Córdoba entre el 9 y el 16 de enero pasado: en los veranos de 1917 y de 1955 se habían producido fenómenos similares.
La particularidad de este enero fue que tanto la temperatura mínima como la máxima excedieron los promedios de los últimos 60 años: en enero, la mínima histórica promedia los 26,6° y este año alcanzó los 27,9°, y la máxima, que promedia los 41,6°, se ubicó en 42,5°. Todo durante seis días consecutivos.
Hasta el inicio de la ola de calor, la demanda en Córdoba consumía 1.600 MW diarios promedio y desde el 10 de enero rompió por cinco días consecutivos su récord y alcanzó un pico de 2.255 MW el 14 de enero, 41% por encima del promedio.
Además de que todo lo que genera energía en el país entró en actividad, hasta las usinas más obsoletas e ineficientes, el problema se centró en el estrés que produce semejante nivel de demanda sobre la red de distribución.
De los 706 distribuidores de media tensión que Epec tiene en toda la provincia, en la ola de calor de enero salieron de servicio entre nueve y 15 distribuidores, con una duración máxima de 11 minutos.
Según surge del informe que Epec presentó al Ersep a propósito de los cortes de energía que se produjeron en esos días, los usuarios afectados fueron el cuatro por ciento del total.