Epec estuvo en rojo 7 de los últimos 10 años
En una mano el mate, en la otra el celular. Jorge González, el presidente de Epec, habla y aspira por la bombilla casi al mismo tiempo. Pide a sus asesores datos sobre cómo se comportó el sistema en los días más fríos del año.
“El lunes 27 de junio volvimos a marcar un nuevo pico de demanda para invierno, con 1.881 megavatios a las 19.45. Y a esa hora no tuvimos salidas de ningún distribuidor”, transmite casi como haciendo el eco de la voz de quien habla del otro lado de la línea. A González le gusta responder con hechos. Y esa es la primera carta que elige mostrar para contrastar, en la práctica, el panorama que ofrecen los balances de la empresa.
La historia de Epec no fue la más floreciente en sus más de 50 años de vida. La compañía de energía pasó siete de sus últimos 10 años con los números en rojo.
El último eslabón de esa tensa cadena fue 2015. Según el ejercicio, el resultado arrojó un déficit de 281 millones de pesos.
Es cierto que la foto contable muestra un determinado perfil de la compañía y que los números, por sí solos, no alcanzan a mostrar cuál es el estado de Epec en su total dimensión.
Pero es la lectura más amplia a la que pueden acceder quienes miran a Epec desde afuera, o sea, el más de un millón de clientes.
¿Por qué Epec pierde plata? Hay una corriente de pensamiento, en algunos casos bastante arraigada en la empresa, que no evalúa como grave al déficit. Quienes abonan esta línea creen que Epec, al ser una empresa del Estado, no tiene por qué bregar por un superávit. Pero esa condición es, justamente, la que suele dejarla desnuda ante la volatilidad política.
Para González la lectura no es simple y hay múltiples factores que inciden en los resultados, pero cede la explicación al gerente de Finanzas, José Vanetta, quien de arranque enumera los puntos que “distorsionan” los balances.
Entre ellos están los revalúos técnicos a los que Epec apeló en los últimos tres años (actualizar el valor de sus bienes). “Distorsionaban cuando no estaban y distorsionan ahora que están”, explicó. Sin esa herramienta, las pérdidas 2015 serían de 1.983 millones de pesos.
También está el impacto contable de toda la deuda asumida por el bono para financiar el pago de la central Bicentenario (Pilar) y las sucesivas devaluaciones del peso frente al dólar.
Generación, un hueco
Más allá de las cuestiones contables, hay un hueco que ha sido casi crónico en Epec en los últimos 10 años: la generación.
Para González y Vanetta, los problemas son, primero, exógenos: las tarifas mayoristas (las fija la Nación), que son las que ponen precio a la energía que Epec genera y vende al sistema interconectado, estuvieron congeladas desde 2001 hasta ahora.
Si bien la empresa modificó sus propias tarifas desde 2008, los ejecutivos aseguran que tampoco en el tramo de transporte y distribución hubo una recuperación total.
Ninguno se anima a decir cuál debería ser, desde el punto de vista técnico, el valor sustentable de la tarifa. Pero reconocen que “entre 2001 y 2008 la empresa sufrió una descapitalización”.
Con ese contexto, las obras de infraestructura quedaron para otro momento. Y cuando llegaron, ya era tarde. El sistema sufrió picos de estrés y caídas con mucho calor o mucho frío.
Igual, González saca pecho: “Somos la única empresa que tiene un plan quinquenal de obras real, visible y tangible. Y también un programa educativo”, remarca.
En sintonía con eso está Gabriel Suárez, el titular del Sindicato de Luz y Fuerza Córdoba. “Después de tanto tiempo de pelear, recién ahora entienden que había que tener un plan quinquenal. Esto nos da un programa de continuidad y de crecimiento”, opinó.
Fuente: La Voz del Interior. http://www.lavoz.com.ar/politica/epec-estuvo-en-rojo-7-de-los-ultimos-10-anos?cx_level=principal