Estamos mal los 44… millones
(*1) “Estamos bien los 33”. Fue el mensaje, escrito con un lápiz rojo al que apenas le quedaba tinta, que le anunció al mundo, en Agosto de 2010, que estaban vivos los mineros atrapados desde hacía 17 días a más de 600 metros de profundidad en un yacimiento al norte de Chile.
(*2) Según datos oficiales Argentina cuenta hoy con 44.400.000 habitantes.
Los tiempos de crisis siempre revelan el verdadero carácter de las personas. Dicen que hasta no estar en las malas no sabemos quiénes son nuestros verdaderos amigos; pero también es en estas situaciones donde nuestros rivales, o aquellos de los que no esperamos nada, pueden tener un gesto de grandeza y tendernos una mano. De igual manera, los tiempos de crisis a nivel nacional nos revelan hasta qué punto una sociedad funciona bien o mal, y lo que cabe esperar de la clase política.
Estuve pensando mucho en la manera de titular esta nota, en la forma de suavizar y de matizar lo que voy a decir, pero en este momento no creo que quede lugar para ser sutil: la oposición es mezquina, cobarde y mediocre. La búsqueda del ARA San Juan es un momento preocupante no sólo para un gobierno, sino para todo un país, o al menos debería serlo. Y así y todo, ninguna voz de la oposición se hizo oír para prestar ayuda del tipo que sea, o al menos para enviar fuerza y esperanza a las familias de los tripulantes.
Esto no es decir que el gobierno esté haciendo todo bien. Lejos de eso. Esta crisis fue generada por años de desidia en la administración de las FFAA. Más aún, es una crisis mal manejada, en la que, aunque ya hay una docena de países que están ofreciendo y prestando su ayuda, recién hoy el Ministro de Defensa, Oscar Aguad, decidió viajar para ponerse al frente de la búsqueda.
Sin embargo, la oposición no apareció ni siquiera para colaborar en corregir este curso de acción. Pareciera que temen que el desenlace sea el peor, y quedar pegados con una búsqueda mal realizada. O, en el peor de los casos, que estuvieran esperando ese desenlace precisamente para criticar al gobierno. La mezquindad de esta oposición, que sólo piensa en rearmarse después de la paliza sufrida en las urnas, no tiene límites.
Los momentos de crisis son una oportunidad no para borrar las diferencias políticas, sino para mostrar que estamos unidos pese a nuestras diferencias. Balbín apoyó a Perón cuando las circunstancias lo exigieron.
Lo mismo hizo Cafiero con Alfonsín. Inclusive para muestra de un hecho muy reciente, nos emocionó la carta de los empleados de Tandanor, intentando ante este cachetazo que nos da vida con la búsqueda del ARA San Juan cerrar una grieta de los trabajadores y los militares, haciendo hincapié en que el trabajo y el diálogo logró unir dos ideologías diferentes. Así trabajaron muchos años con el único objetivo de poner en línea cuanto antes el Submarino San Juan.
Estas muestras de buena voluntad pueden atravesar las fronteras: incluso Inglaterra y la Royal Navy están participando en la búsqueda. Un gesto de grandeza notable después de tantos años de tensión.
Pero en un momento en que los que fueron enemigos del país colaboran con él, parece que la oposición, como un nene encaprichado, no quiere dejar de manifestar su desprecio por el presidente.
No importan los 44 tripulantes ni las 44 familias que hay detrás de ellos. Muchos estarán pensando, en cambio, cómo poder sacar rédito de esta situación. No quedan otras conclusiones más que la que dije al principio: la oposición es cobarde y mezquina, y parece que, lamentablemente, no podemos esperar mucho más de ella.
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