Familia Brizzio emitió una carta luego del trágico accidente
Es un sentimiento y un llamado a la reflexión para que se coordinen mejor las distintas funciones en casos como el ocurrido. La familia informó que están comunicados con el INCUCAI para que tomen nota. Jorge Brizzio se acercó a Radio República comentando el estado de salud de su yerno y su nieto de 7 años informó que «están fuera de peligro, se recuperan favorablemente». A continuación la carta de la familia.
Morteros, 1° de Marzo de 2017.
Es difícil…muy difícil.
Pedimos que Dios nos de consuelo y resignación ante la muerte de nuestra hija y nuestro nieto.
Solo esperamos, con el tiempo, salir fortalecidos de este golpe que nos asestó la vida.
Por ahora es todo dolor y lágrimas.
Sabemos que la fe en Dios nos ayudará a sostenernos sin claudicar en este duro camino que nos toca emprender sin estos dos seres queridos. Porque normalmente a los padres nos entierran los hijos o los nietos. Hoy es al revés.
Agradecemos a todos aquellos que de una u otra forma nos apoyaron en este momento. A las innumerables manifestaciones de acompañamiento y solidaridad.
Pero nos queda una reflexión…..Un pedido…..Una súplica…. Un gesto de benevolencia para el futuro. Porque lo que pasó, ya fue…. No hay marcha atrás.
En el mismo instante del accidente nosotros íbamos en la misma dirección por la ruta 19 a unos doscientos metros adelante y observamos por el espejo retrovisor el terrible impacto. Giramos en U y corrimos a socorrer a los protagonistas.
Como pudimos cortamos los cinturones de seguridad y sacamos a los heridos y fallecidos cuando ya el fuego había comenzado a consumir a la unidad que transportaba a nuestros familiares.
Por lógica los retiramos hacia la ruta lejos del fuego.
Y aquí viene lo criticable, a nuestro entender.
Allí estuvieron los cadáveres por más de cinco horas expuestos al sol y a una temperatura de casi 50 grados en el pavimento. Rogamos para que los corran unos metros hacia la sombra, pero nadie nos hizo caso de las autoridades presentes.
Somos conscientes que las pericias deben concretarse, pero también es cierto que nosotros, ante la contingencia del fuego, trasladamos los cuerpos con lo cual la pericia sobre el acto inicial ya estaba invalidada en cuanto a la ubicación de los difuntos y que la escena ya estaba modificada.
Les rogamos. Les manifestamos que ambos eran donantes de órganos y que, tal vez, la tragedia de unos puede ser la salvación de otros, y que era lógico preservarlos.
Nadie nos escuchó. Tampoco nadie se tomó el trabajo de avisar al INCUCAI.
Hoy, con la mente más fría, analizamos que hay acciones que carecen de sentido común; y dejar los cuerpos de nuestra hija y nuestro nieto expuestos a sol y altísima temperatura que acrecientan la descomposición es una de ellas.
Evidentemente no estamos preparados para momentos como éste. Ni nosotros ni quienes tienen la responsabilidad de ordenar medidas adecuadas a cada caso.
Rogamos a Dios para que todos, pero todos, reflexionemos un instante sobre las pruebas a que nos somete el Señor.
Por los que quedan y por aquellos que, tal vez, se equivocaron.
AMEN.
Fuente: Radio República. Radio República