Fin de la espera: la Tarjeta Alimentaria llega a Córdoba la semana que viene
El pasado 30 de enero, el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, desembarcó en Córdoba para firmar el convenio por el cual la Provincia se sumó al Plan Nacional Integral “Argentina contra el Hambre”. La rúbrica de ese acuerdo contemplaba la asistencia alimentaria a casi de 117 mil familias cordobesas a través de la implementación de políticas puntuales como la Tarjeta AlimentAR y prestación especiales para comedores escolares, a merenderos y comedores comunitarios. En el número final, la cantidad de beneficiarios superará los 120 mil.
En aquel momento, en el que también se avanzó en la firma de otros cuatro convenios de colaboración entre la Provincia y Nación para fortalecer la asistencia con medidas complementarias, Arroyo anunció que la instrumentación de la Tarjeta Alimentaria estaría lista durante la última semana de febrero. A un mes de los anuncios, los equipos de la cartera que conduce trabajan a destajo para desembarcar en Córdoba la semana que viene.
¿Cómo se instrumentará la entrega?
Al ser una medida impulsada por el Gobierno nacional, desde la administración provincial prefieren ser cautelosos a la hora de asegurar el momento exacto en que el reparto de tarjetas para los beneficiarios locales comenzará a hacerse efectivo. No arriesgan fechas, pero saben que la llegada tiene los días contados.
Según la información a la que se pudo acceder, las tarjetas se entregarán en territorio provincial entre el 26 de febrero y el 6 de marzo. El cronograma establecido, habrá un programa específico para los 26 departamentos, en los que el trabajo se articulará mediante los municipios.
En la capital provincial, el trabajo se concentrará en el complejo Forja, entre las 9 y las 15 horas. En ese lapso, se deberán entregar las tarjetas a las 44.620 familias cordobesas que formarán parte del programa. Siguiendo ese cálculo, se esperan entregar unos 6 mil plásticos diarios. Todavía resta definir la forma en que cada uno de los beneficiarios será convocado para hacerse con su tarjeta. La cartera nacional analiza por estas horas si implementará un turnero o si convocará a las familias con una lógica ordinal que se organizaría por abecedario.
En el resto de la provincia, el lapso de entrega variará según cada territorio. Así, las tarjetas llegarán también al departamento Río Cuarto (8.222), Colón (9.508), Santa María (4.444), Cruz del Eje (2.826), Minas (163), San Javier (2.789), San Alberto (6.488), Pocho (211), Ischilín (1.619), Tulumba (534), Totoral (750), Río Seco (665), Sobremonte (188), Punilla (7.617), Río Primero (1.792), General San Martín (4.427), Tercero Arriba (3.194), Río Segundo (3.124), Marcos Juárez (2.609), Unión (3.099), Calamuchita (2.340), San Justo (6.488), Juáez Celman (1.601), General Roca (1.294) y Presidente Roque Sáenz Peña (1.077).
¿Quiénes recibirán la tarjeta alimentaria?
Según establece la política implementada por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, la Tarjeta Alimentaria la recibirán personas con hijos e hijas de hasta seis años, personas con discapacidad que reciben la Asignación Universal por Hijo y las embarazadas que reciben la Asignación Universal por Embarazo, después de los tres meses de gestación.
El tercer viernes de cada mes, el gobierno nacional depositará en la cuenta que responde a cada beneficiario una suma que será de 4 mil pesos para las familias con un hijo y de 6 mil para quienes tengan dos o más hijos. La tarjeta servirá para comprar alimentos de todo tipo, exceptuando bebidas alcohólicas.
¿Qué opinan los movimientos sociales?
La implementación de la Tarjeta Alimentaria es una de las primeras medidas concretas del Gobierno del Frente de Todos para hacer frente a uno de los problemas más urgentes que el macrismo dejó al interior de la realidad nacional: el hambre en vastos sectores de la población.
En ese sentido, los movimientos sociales y los actores de la economía popular vienen pidiendo desde hace tiempo un principio de acción que atienda a los sectores más postergados de la sociedad y si bien saben que la acción de Gobierno no resulta un elemento suficiente para solucionar el problema, lo entienden como un paliativo necesario, a la espera de la tan mentada reactivación de la economía.
“Creemos que es un acierto de Alberto Fernández el empezar a resolver las cuestiones económicas de abajo hacia arriba”, señala a La Nueva Mañana el legislador Mariano Lorenzo. En ese sentido “lo prioritario es empezar a atender a la situación de quienes más sufrieron estos cuatro años de neoliberalismo, tenemos que resolver el problema del acceso a los alimentos y creemos que esto es el principio de un programa mucho más amplio”, afirma.
“La agenda de los trabajadores y trabajadoras de la economía popular es avanzar hacia las conquistas de derechos que tengan que ver con tierra, techo y trabajo para que en la Argentina nadie necesite una tarjeta para poder alimentar a sus hijos, sino que eso se pueda resolver con un sueldo digno obtenido a partir un trabajo específico”, dice el referente del Movimiento Evita en Córdoba.
“Vemos la implementación del programa con mucha expectativa”
Desde la Ctep, Pablo Montes entiende que los montos son “arbitrarios” e “insuficientes”, pero celebra el punto de partida. “El precio de los alimentos ha subido mucho y eso genera una verdadera dificultad. De todos modos, vemos la implementación del programa con mucha expectativa”, afirma.
“Hoy se nota demasiado el impacto de la crisis porque en los barrios las changas desaparecieron y eso repercute en el bolsillo. La tarjeta es un paliativo para llegar con algo más de comida a fin de mes. En esta gravedad, que el nuevo Gobierno tome este tipo de medidas es algo positivo”, asegura el Secretario General de Ctep en Córdoba.
Con el desarrollo de la economía popular en la mira
“Necesitamos avanzar en la creación de trabajo. Por eso creemos que la tarjeta puede servir para apuntalar los trabajos desarrollados en el ámbito de la economía popular y comunitaria. Si podemos habilitar posnet para que los beneficiarios no sólo compren en los grandes centros urbanos y las grandes superficies, quizás podamos apuntalar a un sector que vuelva a poner en marcha el círculo virtuoso de la economía interna. Es decir, que ese consumo genere, a su vez, más trabajo. Si la plata queda en el barrio, podemos lograr que los que menos tienen no sólo tengan el beneficio de la tarjeta sino que puedan organizarse y generar, también, emprendimientos que impulsen la reactivación del empleo”, asegura Montes poniendo el foco en el rol central de los actores de la economía popular en los procesos por venir.
Lorenzo analiza la misma realidad considerando que “el Presidente tiene muy en cuenta la agenda de la economía popular. Nosotros venimos trabajando en esto desde hace mucho tiempo y entendemos que hay un sujeto político que vino para quedarse”.
“No hay ninguna posibilidad de que en la situación de concentración económica y financiera que existe en el mundo no estemos pensando en otra posibilidad de generación de trabajo asalariado como la que ofrece la economía popular. Por eso, desde nuestro espacio venimos trabajando mucho en visibilzar esa agenda pero también demostrando que las políticas propuestas se pueden desarrollar”, asegura.
Fuente: La Mañana. La Mañana