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Con el frío llega la suba del gas: 300%

Remar en dulce de leche, por segunda vez. Para volver a conectar edificios a la red. Por ahora Epec no pidió otro aumento, pero espera los ajustes estacionales. Sturzenegger ratificó la meta de inflación: 17%

El gas que consumimos desde este mes de abril es más caro. ¿Cuánto más caro? Es una respuesta compleja de anticipar, porque depende no sólo de lo que el usuario consume de gas este año y la categoría en la que se ubique, sino de cuánto haya gastado en plata en 2016 y en gas en 2015.

Las cifras indican que los aumentos promediarán el 300 por ciento y serán muy similares a los que intentó, sin éxito, aplicar el invierno pasado el Ministerio de Energía. El titular de esa cartera, Juan José Aranguren, indicó que el aumento promedio desde abril es del 26 por ciento.

Eso es cierto si se compara el precio del gas de este invierno respecto del de octubre pasado, cuando ese Ministerio –después de haber hecho las audiencias públicas que le exigió la Corte– logró actualizar las tarifas. Pero sucede que, desde octubre, la curva de consumo desciende abruptamente por la retirada del frío. Por lo tanto, el usuario no alcanza a percibir que el gas que consumió desde entonces es más caro.

Ahora, si se compara este abril con abril pasado, las subas promedian 300 por ciento. En la categoría R2 (que consume de 500 a mil metros cúbicos al año) los aumentos arrancan en el 522 por ciento para los de menor consumo.

Pero, aquí (junto a las R1, que consumen menos de 500 metros cúbicos) es donde se encuentra el grueso de usuarios con tarifa social, que pagan sólo el 55 por ciento de la factura real que correspondería por esos consumos.

La clase media clásica es la que consume entre 1.000 y 1.500 metros cúbicos al año (con dos calefactores de uso moderado). Estos usuarios –R3-1 y R3-2, el 23 por ciento del total de clientes de Ecogas– tendrán una suba de 285 a 346 por ciento respecto de lo que pagaron efectivamente el invierno pasado: no la primera vez, sino la segunda, cuando se refacturó.

Hay dos cosas que aclarar: después de las idas y vueltas con el aumento de gas en 2016, la Corte ordenó que se aplicara la tarifa vieja, es decir, la que rigió en 2015.

Ese valor incluía un precio algo más caro si el usuario consumía más gas, porque perdía los incentivos al ahorro. Ecogas facturó casi en todos los casos con ese precio máximo posible de esa tarifa vieja; no obstante, los precios son apenas la cuarta parte de la tarifa que aplica desde ahora. Por ejemplo, un usuario R3-1 (que consume de 1.000 a 1.250 metros cúbicos anuales) pagó 86 centavos el metro en 2016 y ahora le corresponde pagar 3,84 pesos por unidad si no ahorra nada de gas y 3,01 si consume menos. Ese valor incluye el cargo fijo, pero hay que sumarle todos los impuestos, que no son bajos: representan el 28 por ciento de la factura final.

Es probable que ese usuario en 2016 haya recibido la tarifa aumentada, que luego la Corte invalidó. De hecho, la mayoría de los usuarios que la recibió en abril pasado la pagó y luego, cuando Ecogas refacturó, tuvo saldo a favor para dos o tres períodos.

Mirando los números, el precio del gas de este invierno se asemeja bastante al que intentó aplicar Energía el año pasado, que la Corte anuló argumentando que no se habían realizado las audiencias públicas. En el usuario R3-1, el aumento anulado llevaba el metro cúbico a 3,73 y ahora es de 3,84.

De todos modos, la composición del incremento es diferente, porque alrededor de un tercio de esa suba no corresponde al precio del gas en boca de pozo (cuya quita de subsidios el Gobierno dispuso progresivamente hasta 2019, cuando se llevará el millón de BTU a 6,80 dólares) sino a la distribuidora Ecogas, que pidió también su propio ajuste en diciembre pasado, en audiencia pública. El aumento de Ecogas, que mejorará los números de la compañía y la habilita a realizar inversiones, se dispuso en tres veces: ahora (abril), en diciembre y en abril próximo.

Los topes

La segunda aclaración es que, a diferencia de 2016, este año se aplicarán los topes, que se supone evitarán las escandalosas sorpresas que se llevaron algunos usuarios, con subas de hasta 2.700 por ciento, fruto de la combinación del cambio de categoría, pérdida de premios y mayor consumo.

Pero atención: los topes implican que el usuario no puede pagar más del 300 al 400 por ciento de lo que pagó, en plata, respecto de la misma boleta de 2016. No de la boleta original, sino la que finalmente Ecogas refacturó el invierno pasado. El tope rige para las facturas que superen los 250 pesos mensuales y varía según la categoría de usuario: del R1 al R2-3, el tope es del 300 por ciento; del R3-1 al R3-3, del 350 por ciento y en el R3-4 (son los que consumen más de 1.800 metros cúbicos anuales) es del 400 por ciento.

Si el usuario R3-1 del ejemplo pagó 400 pesos finales en abril-mayo pasado, este boleta bimestral no puede superar los 1.800 pesos, porque le rige un tope del 350 por ciento en esa categoría. Quien pagó mucho porque, pese a la tarifa barata, tuvo un alto consumo, tiene un techo más alto y el tope sólo tendrá efecto si este año hace mucho frío y, por ende, consume mucho también. Por ejemplo, un usuario R3-4, que en mayo-junio de 2016 consumió 987 metros cúbicos, pagó 2.690 pesos finales. Para esta categoría el tope es del 400 por ciento, por lo tanto, el tope se activaría sólo si la factura superara los 13.450 pesos.

Por último, la posibilidad de acceder a una tarifa más barata por ahorrar también será difícil este invierno, porque los consumos no se miden respecto de 2016 (que fueron altos porque hizo frío) sino respecto de 2015, cuando las temperaturas fueron muy benignas. Es decir que sólo se podrá ahorrar 15 por ciento de gas si el invierno este año es suave o, si por alguna circunstancia, el usuario en 2015 gastó demasiado.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior

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