Fuerte apoyo de Chile a una nueva Constitución
Fue día histórico para Chile. Ayer el pueblo de ese país dio el primer gran paso hacia el cambio de la Constitución que había dejado el dictador Augusto Pinochet. Por abrumadora mayoría, más del 78 por ciento, se impuso la opción del cambio en el plebiscito, mientras que el 79% se inclinó por elegir una convención constituyente completamente nueva.
Según datos oficiales del Servel, votaron unas siete millones y medio personas, lo que implica el 50 por ciento de los ciudadanos habilitados, un porcentaje similar al de las últimas elecciones presidenciales.
A las 21.30, mucho antes de que se conocieran los resultados definitivos, el presidente Sebastián Piñera ofreció un discurso al país desde la Moneda, en el que dijo que habían “triunfado la ciudadanía y el pueblo”.
“Hoy los chilenos y chilenas han expresado libremente su voluntad a través de las urnas eligiendo la opción de una convención constituyente que, por primera vez, tendrá plena igualdad entre hombres y mujeres, para poder acordar una nueva Constitución para Chile”, afirmó el mandatario. También hizo un llamado a la unidad “para enfrentar los grandes desafíos del futuro”, y les pidió a sus compatriotas que estén “a la altura de este desafío histórico”
Los chilenos que votaron en el extranjero también dijeron que quieren una nueva Carta Magna. Un 86,54% votó por el reemplazo y un 13,41% estuvo a favor de mantenerla. Unos 60.000 chilenos sufragaron en 219 mesas de votación en 65 países.
El resultado del referéndum es vinculante, es decir, debe ser acatado.
Cambios fundamentales
El triunfo del “Apruebo’’ marca el inicio de un proceso constituyente que culminará con un nuevo plebiscito a mediados de 2022 en que los chilenos votarán si aceptan el texto propuesto, con un previo paso electoral en abril de 2021 para elegir a los convencionales constituyentes.
La decisión democrática de escribir una nueva Constitución pondrá en el debate temas como cuál debe ser el papel del Estado en derechos como la salud y la educación.
La Ley Fundamental vigente desde 1981 marca diferencias entre la salud pública y privada. Lo mismo sucede en la enseñanza. Además, permitió la privatización del sistema de pensiones, que entrega jubilaciones muy bajas para los que tienen menos dinero.
Las principales demandas expresadas en las protestas que siguieron al estallido de hace un año manifestaron el descontento de una mayoría con las jubilaciones, la salud y la educación, entre muchas otras. Hasta ese momento Chile era considerado como uno de los países más modernos y prósperos de la región, cuando se desconocía la magnitud del descontento social.
También hace un año era impensable reformar la Constitución legada por la época de Pinochet porque exige dos tercios de los votos (66%) de diputados y senadores, porcentaje que no tienen ni el oficialismo ni la oposición.
La exigencia de la supermayoría se extiende a otras leyes muy importantes. En Chile el agua puede ser usada por los dueños de los derechos de uso y un intento opositor por transformarla en un bien de uso público fracasó a comienzos de este año porque la oposición no tuvo los 2/3 de los votos. Sí está asegurado el consumo humano.
Disturbios al atardecer
El plebiscito, que se desarrolló en un ambiente de tranquilidad durante casi toda la jornada, se realizó a un año del violento estallido social y las gigantescas protestas subsiguientes contra las profundas desigualdades sociales en Chile que empujaron a un acuerdo político que convocó al referéndum, que se vivió en medio de estrictas medidas sanitarias debido a la pandemia que tiene a Chile con 500 mil contagiados y 13.800 fallecidos.
Sin embargo, al atardecer, centenares de jóvenes tomaron ayer la Plaza Baquedano y colgaron sus banderas y pancartas en la estatua ecuestre en el centro del emblemático lugar de protestas en Santiago, Chile, después de que la policía se retirara del lugar y tras varios enfrentamientos.
“Plaza de la Dignidad, no olvidamos, 1973” rezaba el cartel principal colgado en estos momentos, en referencia al año del golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende, y al nombre con que la plaza fue rebautizada en medio del estallido social iniciado en octubre de 2019.
Poco antes, los manifestantes y las fuerzas antidisturbios de la Policía se enfrentaron en los alrededores del lugar. Los carabineros habían intentado dispersar un grupo mientras intentaba colgar una bandera y cuando los uniformados se acercaron fueron rechazados por los manifestantes, que con apoyo de otros jóvenes que deambulaban por los alrededores que respondieron lanzando piedras a los uniformados.
La policía respondió con carros hidrantes y un vehículo blindado que esparce gases lacrimógenos entre la multitud. Luego la policía se replegó y dejó a los manifestantes copar la plaza, donde horas más tarde se reuniría una multitud para celebrar el aplastante triunfo del “Apruebo”.
Próximo paso. La siguiente etapa fundamental para modificar la Constitución será la elección de convencionales constituyentes, con fecha prevista para el 11 de abril de 2021. Se elegirán 155 nuevos constituyentes.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior