Economía

Gustavo Scarpetta: «Es el año de la importación, claramente»

El especialista en Comercio Internacional estuvo en nuestra ciudad en el marco de una charla sobre los cambios que impulsa el estado nacional y el impacto de la guerra comercial. Dialogó con DSF y dejó su opinión sobre lo que viene.


En el marco de su visita a San Francisco para disertar sobre las nuevas regulaciones en comercio exterior en el Parque Industrial, el especialista Gustavo Scarpetta dialogó con DIARIO SAN FRANCISCO. Scarpetta, docente en la Universidad Nacional de Córdoba, Universidad Católica y Siglo 21, analizó el impacto de la nueva política económica del gobierno de Javier Milei, la guerra comercial entre China y Estados Unidos y las perspectivas para la industria local.

Scarpetta definió a la actual administración como un gobierno «claramente aperturista» y explicó que este enfoque se basa en tres pilares: reducción de aranceles, simplificación de trámites y un cambio de régimen que busca fomentar las importaciones.

«Argentina es el cuarto país más cerrado del mundo, importamos muy poco en relación a nuestra economía. Esto se nota cuando la gente viaja a países vecinos y hace turismo de compras porque en Argentina los productos son más caros», afirmó.

La consecuencia inmediata de esta política es un incremento en las importaciones. «Es el año de la importación, claramente», sentenció Scarpetta.

Consultado sobre la guerra comercial entre China y Estados Unidos, Scarpetta explicó que este conflicto global afecta directamente a la economía argentina. «En una guerra comercial no se salva nadie. Si los dos países más grandes del mundo se imponen barreras, exportan menos y los precios de las commodities caen. Eso impacta en Argentina, especialmente en productos clave como el maíz, el trigo y la soja».

El especialista recordó que en la anterior guerra comercial, durante el gobierno de Donald Trump, Argentina logró compensar la caída de precios con un aumento en la producción. Sin embargo, advirtió que «para que eso ocurra, el gobierno debe reducir la carga impositiva sobre el agro, dar previsibilidad y sostener la baja de retenciones en el tiempo».


Otro punto clave es el precio del petróleo. «Hace dos meses que el barril viene bajando y puede caer aún más. Esto afecta la estimación de ingresos por Vaca Muerta y, en consecuencia, las reservas del país», explicó Scarpetta.

Si el gobierno no logra equilibrar las cuentas con exportaciones de otros productos, deberá recurrir a más endeudamiento con el FMI. «Necesitamos que la guerra comercial se termine, pero eso no lo decide Argentina, sino Estados Unidos y China», remarcó.

Scarpetta también se refirió a la posibilidad de un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, algo que se rumorea desde hace meses. «Sería un escenario ideal para Argentina, porque nos dejaría con un mercado abierto cuando Trump le sube aranceles a todos. Pero políticamente es difícil de imaginar, ya que su visión es proteccionista», analizó.

Además, de concretarse, generaría un fuerte impacto en el Mercosur. «El presidente parece más inclinado a salir del Mercosur que a intentar una negociación conjunta», opinó.

Scarpetta anticipó que en los próximos años las importaciones seguirán creciendo, lo que pondrá en jaque a ciertos sectores industriales. «Las empresas deben adaptarse a las cadenas globales de valor. Hoy no hay productos 100% nacionales, todo tiene componentes importados. Hay que integrarse a esa lógica», señaló.

El mayor desafío será el empleo. «Algunos sectores crecerán, pero otros, como el textil, ya están perdiendo puestos de trabajo. Siempre el gran miedo a la importación es el impacto en el empleo y la reacción de los sindicatos», concluyó.

El comercio exterior argentino enfrenta un escenario de cambios profundos. Mientras el gobierno apuesta a la apertura y la desregulación, las industrias locales deberán encontrar la manera de competir en un mercado cada vez más globalizado.