El hospital Iturraspe tiene un grupo de “ángeles” voluntarios
Raúl estaba sentado en la sala de espera de la Terminal de Ómnibus de esta ciudad del este cordobés. Con el pasaje en la mano, se lo notaba inquieto, y con el saludo buscaba charla entre los pasajeros que esperaban en ese lugar de paso.
“Buen día, cómo le va”, fue el detonante para comenzar a conversar y contar esta historia, que arrancó una semana atrás en un campo, a 16 kilómetros al sur de la localidad de La Francia. “Mi mujer se descompuso y el patrón la llevó al pueblo para que la viera un médico. Nos dijeron que era una emergencia y nos trajeron en ambulancia a San Francisco”, relató. “Yo traía lo puesto y mi mujer algunas cositas por las dudas quedara internada”, agregó.
A ella la punzaron y él debió quedarse varios días para ayudarla. “En ese momento conocí a las ‘ángeles’ del hospital Iturraspe. Unas mujeres vinieron a preguntarme qué necesitábamos y luego cayeron con jabón, toalla, papel higiénico y una muda de ropa para cambiarme”, contó Raúl. “Esperaba que vinieran para charlar un rato y rezábamos por la salud de mi esposa. Son ángeles, no te sentís solo y gracias a ellas el hospital no se ve tan triste”, comentó.
La historia de Raúl se repite por miles en los 20 años de trabajo que lleva el Centro de Voluntarios Lucía, que funciona en el hospital provincial José Iturraspe, en San Francisco. El grupo nació en 1996 por iniciativa de la mamá de Lucía, niña de 23 meses que murió por una grave enfermedad después de estar meses internada en el hospital Infantil de Córdoba.
Liliana Dávila, voluntaria con 19 años de trayectoria en el centro, contó que Nora Olguín, mamá de Lucía, conoció a voluntarias que la asistieron y la ayudaron cuando su hija estaba internada en la Capital. Se comprometió a formar un grupo con similares características en el hospital sanfrancisqueño. Así permanece hasta hoy.
“El objetivo siempre fue tender una mano a quienes están atravesando un difícil trance que los lleva a quedarse en un hospital y son de otros lados y, generalmente, sin recursos; no sólo para entregar los elementos indispensables para mejorar su estadía, sino también para brindar una palabra de aliento”, afirmó la voluntaria.
Por razones laborales, la fundadora del grupo debió radicarse en Mendoza, pero dejó su legado a las voluntarias que, dos veces por semana, recorren los servicios.
Impacto regional
El Hospital Iturraspe es un centro asistencial de la Provincia, el de mayor complejidad en una amplia zona de influencia que abarca al departamento San Justo y recibe pacientes de localidades vecinas de la provincia de Santa Fe.
“Muchas personas vienen por consultas y se deben quedar debido a la gravedad de los diagnósticos; hay pacientes que están solos porque sus familiares no pueden viajar y otros que tienen acompañantes pero nadie los puede reemplazar y deben quedarse lo que dura la internación”, explicó Nidia Tórtolo, otra voluntaria.
Los voluntarios del Centro Lucía cumplen un rol fundamental cuando se producen siniestros viales en las rutas de la región. Los heridos son trasladados al hospital para las primeras curaciones y el grupo les brinda contención a lesionados y familiares. “En un accidente se mató la mamá y una nena de 6 años, el papá quedó gravemente herido y fue operado, y resultaron ilesos un bebé de 4 meses y un niño de 5 años. Eran de San Luis y las autoridades del hospital nos convocaron para asistir a los chicos mientras llegaban sus familiares de esa provincia”, recordó Dávila, sobre un caso que le quedó en la memoria.
Dos décadas al servicio de los necesitados. Mujeres del Centro de Voluntarios Lucía, de la ciudad de San Francisco, llevan 20 años brindando contención afectiva, psicológica y material a pacientes del hospital Iturraspe y a sus familiares.
Fuente: La Voz del Interior. http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/el-hospital-iturraspe-tiene-un-grupo-de-angeles-voluntarios