Policiales

Industria: las fábricas no esperan otra caída pero piden comprar vacunas

La industria cordobesa descarta por el momento que las nuevas restricciones a la circulación vayan a incidir sobre su nivel de actividad, aunque en algunos sectores aparece un fuerte debate sobre lo que consideran la necesidad de que se les permita a las empresas adquirir vacunas para el personal con edad o patologías consideradas de riesgo.

El primero en remarcar que las fábricas locales no tendrán consecuencias con el esquema de reducción horaria para los traslados fue el ministro de Industria, Comercio y Minería de la provincia. Para Eduardo Accastello, el sector manufacturero “no se ve afectado”.

La industria local “ha demostrado durante toda la pandemia que ha respetado los protocolos, que ha potenciados los cuidados en la bioseguridad y que no fue fuente de contagios”, recalcó el funcionario.

En igual sentido, el titular de la Unión Industrial de Córdoba, Marcelo Uribarren, no observó inconvenientes por ese lado. “A la restricción desde las cero, la acompañamos. Vemos que si en Europa están en fase uno no se cómo podremos lograr algo diferente aquí”, evaluó el dirigente.

Uribarren comentó que la única duda existente en este plano en la UIC se había planteado antes de la formalización de los anuncios. El decreto presidencial firmado por Alberto Fernández “dice que la industria y comercio tienen que tener un aforo de personal del cincuenta por ciento”.

Accastello confirmó luego a la entidad que rige “para aquellas empresas que no tengan protocolo de trabajo” pero en Córdoba “todas las industrias están protocolizadas”, insistió Uribarren. “Por ahora no hay ningún otro aspecto con incidencia”, comentó a este medio.

El dirigente insistió en la necesidad de que la sociedad “colabore” para que no crezca la cantidad de casos, de lo contrario la industria sí comenzaría a pagar un costo por una prolongada situación de restricciones.

“Si se fuera a una restricción mayor, la gente deja de comprar cosas, por ejemplo indumentaria, y eso sí se vuelve directamente sobre la actividad”, explicó.

Se trata, subrayó la UIA, “de los nuevos costos por el elevado ausentismo, la implementación de testeos, el costo de traslado del personal y el clima de incertidumbre macroeconómica”, enumeró.

La recuperación del empleo asalariado en la industria sigue siendo débil. En enero, la suba mensual volvió a dar apenas el 0,1% mensual (+1.513 puestos).

La cuestión de los mayores costos talla fuerte en sectores que presentan buen ritmo de actividad. El punto fue motivo de un amplio y extenso debate por teleconferencia en Adimra, la asociación que nuclea a los empresarios metalúrgicos.

Eduardo Borri, presidente de la Cámara local, enfatizó que la situación difiere del cierre del año pasado, en el inicio de la pandemia. “Las empresas aprendieron, estamos mejor preparados que el año pasado”, dijo a La Voz.

Pero entre un 10 a 15 por ciento del personal continúa sin asistir a puestos de trabajo que no pueden trasladarse al home office, como las líneas de producción.

“Cuando salió la versión de que los estados provinciales podrían acceder por su cuenta a las vacunas empezamos a mirarlo de otra manera. Los grupos de riesgo que están en su casa y no pueden trabajar. Es gente que banca al sistema económico, es importante que los privados también los involucremos”, evaluó.

Recordó que ya existen empresas que salieron a comprar test para Covid-19 y contrataron laboratorios. “A 10 dólares por vacuna, si pudiéramos las empresas debemos plantearnos cómo conseguirlas”, indicó.

Impulsar el diálogo. En el sector metalúrgico se impulsarán gestiones ante el sector político (intendentes y gobernadores) para que se autorice la adquisición de vacunas pagadas por las propias empresas que tienen masa crítica de actividad.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior