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Inminente aumento de la nafta por un impuesto

Los combustibles líquidos iban a aumentar un 1,3 por ciento en todo el país. Sin embargo, anoche, en una reunión de urgencia entre el Gobierno y las petroleras, se decidió pasar a una suerte de cuarto intermedio hasta hoy. Mientras tanto, se frenó la aplicación de la suba, lo que ocurriría mañana.

Una vez que comience a regir, se romperá de hecho el congelamiento que habían acordado el Gobierno y las petroleras hasta el 5 de julio. Pero esta vez no fue por el petróleo ni por el dólar, sino por un impuesto digitado por la Afip.

La suba se dio porque la reforma tributaria cambió la manera en que se calculan los impuestos para este insumo clave de la economía. Y desde ahora, a contramano de lo que se esperaba, habrá mayor presión fiscal para consumidores.

Resulta que hasta comienzos de año, los impuestos al combustible eran un porcentaje del valor del litro, ya sea de nafta o de gasoil. Si subía el precio, ese monto de dinero que iba al Estado aumentaba en la misma proporción. Así, los impuestos eran una parte del precio final, pero no determinaban subas o bajas. Los combustibles subían por otros motivos: variaciones en los precios del dólar, el petróleo o los biocombustibles, con los que se cortan las naftas y el gasoil.

Ahora, por la ley 27.430 de reforma tributaria impulsada por la administración Cambiemos, el impuesto sí determinará subas porque será un monto fijo que irá escalando cada tres meses atado a la inflación que reporta el Indec.

Si bien el objetivo central de la reforma era bajar la presión impositiva, este parece no ser el caso. Los bolsillos sufrirán cada tres meses independientemente de que bajen el petróleo, el dólar o los biocombustibles.

Ocurre que el Gobierno está decidido a reducir el déficit fiscal y para eso puso en marcha la baja del gasto público y el aumento de la recaudación. Por esa línea llevó la semana pasada del ocho al 15 por ciento la alícuota de retención para los biocombustibles.

La nueva forma de calcular el impuesto se viene aplicando desde marzo, pero esta será la primera vez en que se dará desacoplada del resto de las variables que inciden en el precio final.

Según la Afip, con el cambio en la metodología de cálculo se evitó que el aumento en el precio de los combustibles sea mayor, dado que el impuesto no subió a la par del incremento registrado en los últimos meses.

El primer aumento del impuesto será del 6,7 por ciento, lo que determinará un incremento automático del 1,3 por ciento para los combustibles líquidos.

El anuncio tomó por sorpresa a los estacioneros de todo el país, que ignoraban cómo sería la aplicación del impuesto. Sabían que se había cambiado la fórmula, pero no estaban enterados de esto.

“No hay precisiones”, dijo a este diario Gabriel Bornoroni, de la Federación de Expendedores. En la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), tampoco sabían qué iba a ocurrir.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior