Innovar o morir, el nuevo mandato de las empresas
En un mundo que cambia constantemente, las organizaciones se enfrentan a dos caminos: adaptarse o morir. Durante la tercera edición del evento de Innovación de Comunidad de Negocios, organizado por LA NACION, representantes de algunas de las compañías más importantes del país conversaron sobre los mecanismos que adoptaron para abrazar la innovación dentro de sus organizaciones.
Bruno Dobreta, director Comercial de Samsung Argentina, reconoció que los celulares alteraron el funcionamiento de todo un conjunto de industrias, tanto en las telecomunicaciones -líneas fijas-, como en la fotografía, los GPS e incluso las billeteras a través de las llegadas de los pagos móviles. Sin embargo, no están libres de sufrir una irrupción similar. «Un competidor importante va a ser el cuerpo humano», aseguró, ya que va a interactuar con sistemas de Internet de las Cosas sin la intermediación de un teléfono. Para mantener su vigencia, la firma se han convertido en la cuarta empresa que mayor cantidad de dinero destina a investigación y desarrollo (I+D), apenas detrás de Amazon, Google e Intel.
Damián Fernández, del área de Disruptive Innovation (innovación disruptiva) del Banco Supervielle, sostuvo que los principales disruptores del sector financiero son las fintech. En su caso, la estrategia no fue combatirlas, sino asimilarlas mediante el trabajo conjunto. «Nos estamos conociendo. Estamos descubriendo el valor agregado que podemos dar al sistema en temas de inclusión financiera», señaló y dijo: «Las fintech vienen a tomar un lugar preponderante. No siempre el pez grande se tiene que comer al chico, ¿Por qué no lo empieza a alimentar?»
El gigante de las cervezas AB-InBev también creó en la Argentina una unidad autónoma de Disruptive Growth (crecimiento disruptivo) para mantenerse relevante. Su director, Federico Espinosa, lo calificó como un «ente autónomo para tomar decisiones difíciles» en materia de comercio electrónico y el lanzamiento de nuevos productos. Además, la compañía creó Eklos, una aceleradora de startups con el objetivo es asimilar la flexibilidad que tienen estas empresas.
Sancor Seguros tomó un rumbo similar cuando inauguró el Centro de Innovación Tecnológica, Empresarial y Social (Cites). Nicolás Tognalli, su titular, lo definió como una «apuesta al futuro». «Se tuvo la visión de innovar e incubar científicos para montar una aceleradora científica», dijo. Las soluciones que empezaron a impulsar incluso exceden el core de su negocio. «Si bien invertimos en bio y nanotecnología, nos hemos metido de lleno en el ecosistema emprendedor», reveló.
La industria automotriz no está exenta de este debate. Según Carlos Galmarini, director de Comunicaciones de Ford, su compañía se encuentra «en un constante proceso de innovación». «Es el amanecer de un nuevo sistema de transporte, es un cambio increíble en el negocio tradicional. El auto pasa a ser un dispositivo que da muchos servicios. Es necesario reinventar la movilidad», aseveró. Para lograr esta meta no alcanza con modernizar el proceso de diseño de cara a la llegada de los autos eléctricos y autónomos. Es necesario modificar la estructura organizacional para acelerar la toma de decisiones.
Fuente: La Nación. La Nación