Instituto Ambar: Kinesioterapia infantil y sus incumbencias desde la Neuroreabilitación
La rehabilitación neurológica infantil está dirigida a bebés prematuros y recién nacidos que presentan riesgos o problemas de desarrollo neurológico y los niños con daño cerebral (adquirido o congénito) o trastornos neurológicos de cualquier tipo que puedan afectar a su capacidad funcional. Su objetivo fundamental es restituir, minimizar y/o compensar las alteraciones funcionales asociadas a la lesión que se ha producido en el sistema nervioso central del niño.
También conlleva un proceso de aprendizaje y adaptación a las limitaciones físicas y/o cognitivas que puedan estar presentes. Este tipo de tratamientos es siempre multidisciplinar y la familia debe implicarse directamente, participando en las sesiones y dando continuidad en el hogar a las actividades indicadas, de esta forma contribuyen a potenciar los resultados.
La rehabilitación neurológica infantil se basa en el concepto de neuroplasticidad o plasticidad cerebral, es decir, la capacidad del sistema nervioso central para adaptarse y compensar lesiones, alteraciones estructurales o fisiológicas, minimizando sus efectos. Además, esta habilidad del cerebro para reorganizar su funcionalidad es especialmente importante en el caso de los niños. Lo que hace el cerebro es buscar vías alternativas para activar nuevamente las funciones que se han perdido.
La rehabilitación está indicada en todos los niños con afectación del desarrollo motor, independientemente de cuál sea la causa: retraso psicomotor, parálisis cerebral, encefalopatías crónicas, síndromes genéticos (síndrome de Down, Apert, West, entre otros), parto prematuro, sufrimiento fetal, tortícolis congénita, parálisis braquial obstétrica, enfermedades neuromusculares, lesiones medulares, tumores cerebrales, etc. Un hecho muy importante a tener en cuenta es que debe iniciarse lo antes posible.
El tratamiento kinésico precoz del bebé o niño puede ayudar a su desarrollo normal, mejorar el tono muscular y recuperar alteraciones músculo-esqueléticas que puedan aparecer en las etapas más tempranas de la vida.
En la mayoría de los casos, el pequeño debería ser tratado entre los 0 y 24 meses para una correcta evolución. Es importante un diagnóstico precoz para comenzar la terapia lo antes posible, ya que eso aumenta las opciones de éxito en el proceso.
Una de las principales diferencias en relación a los adultos es que los niños están en fase de desarrollo y maduración cerebral, por lo que la rehabilitación neurológica debe plantearse de modo que se refuerce y potencie este desarrollo.
En conclusión, el tratamiento de Kinesiología se incluye dentro del abordaje interdisciplinario que realizan los profesionales que trabajan con el niño, su familia y la comunidad, por lo tanto los objetivos del mismo se organizan en función de aspectos específicos de la disciplina de kinesiología y en relación a aquellos comunes a las disciplinas que lo abordan y se hace necesario reforzar en cada intervención.
Como objetivo general proponemos estimular, a través del juego y actividades estructuradas y/o libres, la adquisición y evolución de habilidades neuromotoras correspondientes a la etapa del desarrollo en que se encuentra el niño, motivándolo siempre desde sus “aspectos positivos” para abordar aquellos “negativos”.
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