Política

José Manuel De la Sota no será candidato este año

José Manuel De la Sota decidió que no protagonizará la pelea electoral de 2017. Apenas regresado de Brasil, el ex gobernador se reunió con el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, y, a través de una carta, avisó que no será candidato a diputado nacional por esa provincia.

En la nota, a la que accedió Clarín, dirigida al presidente del PJ provincial Carlos Caserio, el cordobés detalla las razones de su determinación: dar el paso al costado para que otros dirigentes emergan. Allí dice además que se reserva para la elección presidencial de 2019.

El dato disparó un oceano de teorías y especulaciones. De la Sota aparecía, en la mayoría de los sondeos, como el preferido de los cordobeses. Por encima, según los números que miraban en la gobernación, de las ofertas de Cambiemos, donde el que rankea mejor es el ex árbitro Héctor «Coneja» Baldassi.

Dato anexo. En las últimas semanas, en el radar apareció otro nombre: Mario Pereyra, conductor de la radio Cadena 3, que fue tentado desde el PRO como potencial candidato.

El cordobés estaba ante un dilema. Es socio histórico del gobernador Juan Schiaretti, que tiene un vínculo estrecho y fluído con Mauricio Macri. El mandamiento político entre los jerarcas peronistas es que cuando uno gobierna, el otro no estorba.

Si De la Sota se subía al ring, la elección se endurecía porque el dirigente -que fue candidato a vicepresidente de Antonio Cafiero en la interna peronista de 1988- podría emerger como uno de los peronistas ganadores de 2017 y en el mapa se anotaría como una victoria de los opositores a Macri.

Schiaretti, deslizan en la provincia, prefería una campaña de baja intensidad y para eso era imprescindible que su antecesor no se subiera al ring. La desconfianza agitó una teoría: que De la Sota encabezaría la boleta con Alejandra Vigo, la esposa de Schiaretti, como segunda.

«El Gallego De la Sota presionó para que el Gringo Schiaretti se comprometa con la elección», le dijo a Clarín un peronista cordobés que los conoce a ambos.

En el pulseo, Schiaretti impuso su criterio de romper el frente electoral con Sergio Massa, UNA, y competir como Unión por Córdoba (UpC), el sello que usa desde hace años el peronismo mediterraneo.

Sin De la Sota en la tira, las miradas están puestas sobre Martín Llaryolas, ex intendente de San Francisco y actual vicegobernador. Sería la oferta electoral del peronismo cordobés, eso que llaman «cordobesismo».

Para el Gobierno, la deserción de De la Sota es un triunfo. El macrismo empujaba, hacía tiempo, el deseo de que el ex gobernador no compita porque de ese modo las chances de una victoria de Cambiemos se multiplicaban.

El panorama es incierto. Un informe del consultor Gustavo Córdoba refleja que la marca Cambiemos es la más taquilera, con 38,5%, casi el doble que Unión por Córdoba (22,6) pero De la Sota medía 35,1 y Baldassi 25,1.

A su vez, 7 de cada 10 cordobeses dicen que los diputados deben defender los intereses de la provincia contra un 17% que considera que deben defender al gobierno nacional. Esas zonas grises ahora se magnifican.

Fuente: Clarín. Clarín

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