La carne explicó casi la mitad de la suba de alimentos del último año
Con el dólar oficial avanzando en forma controlada, el blue en baja desde los máximos de finales de 2020 y las reservas del Banco Central estacionadas en 40 mil millones de dólares desde comienzos de año, el gran problema macroeconómico del Gobierno de Alberto Fernández es el clásico de los gobiernos argentinos: la inflación.
La suba de precios se aceleró desde diciembre a medida que se reinició la actividad tras lo más duro de la pandemia y, claramente, no está controlada (más del 13% en el primer trimestre es la prueba).
De hecho, es casi imposible que Martín Guzmán, titular de Economía, pueda cumplir con su objetivo de llegar a fin de año con un 29% de aumento del costo de vida.
El estudio, que analiza los últimos cuatro años de inflación –desde marzo de 2017 hasta el mes pasado–, detalla que los alimentos y bebidas sin alcohol subieron un 335,2%, casi 25 puntos porcentuales más que la inflación general (310,6%).
El alimento que más subió en los últimos cuatro años fueron las frutas, con el 437,7%. Y los que menos aumentaron, las aguas minerales y bebidas gaseosas (262%). Es decir, un rango de 176 puntos porcentuales de diferencia entre ambos, indica el informe.
La carne fue el alimento que más subió después de las frutas entre 2017 y 2021, con un 389,6%. En tercer lugar se ubicó el grupo de café, té, yerba y cacao, con un 348,6%.
RESPONSABLES
Combinando la ponderación de cada alimento –en el índice del Indec– con la suba de precios que cada uno tuvo, el Iaraf calculó la incidencia de cada producto en el aumento general.
Según el estudio, las carnes y derivados fueron los que más aportaron a la inflación de alimentos entre 2017 y 2021.
“Esto obedece a que la suba de los precios de la carne fue superior a la de otros alimentos”, dice el Iaraf en su informe y agrega: “Analizando la situación del último año, puede apreciarse que la carne explicó un 45,7% de la inflación de alimentos entre marzo de 2020 y marzo de 2021, el porcentaje más alto de los últimos cuatro años y muy lejos de su ponderador de 33,1%”.
Esta incidencia del precio de la carne en la inflación no es pareja en las distintas regiones: en la división alimentos y bebidas no alcohólicas, la carne participa en el Noreste con el 37,7% y en el Gran Buenos Aires, apenas con el 29,9%.
Esto hace que la suba de los productos cárnicos haya impactado más aún en la región Noreste.
En el análisis también se destaca la disparidad regional de la inflación de alimentos y bebidas sin alcohol durante el último año. La mayor diferencia se observa en aceites, grasas y manteca (28,2% donde menos subió y 72,8% donde más aumentó), una brecha de 44,6 puntos. Le sigue la fruta (72,1% versus 102,1%), un rango de 30 puntos.
En el otro extremo se encuentran el pan y los cereales (28,0% versus 36,4%, implicando un rango de 8,4 puntos porcentuales) y azúcar, dulces, chocolate y golosinas (17,6% versus 29,1%, un rango de 11,6 puntos porcentuales).
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior