La educación «hoy»
(*) Prof. de Historia. Docente e investigadora de la UNVM y de la UNC. Posgrado en la carrera “Especialización de las Ciencias Sociales” de la UNC. Lic. en “Gestión Educativa” por la UNL. Mención especial: “MAESTRA ILUSTRE DE LA PROVINCIA DE CORDOBA” Premio Presidencial 2011, otorgado por el Ministerio de Educación de la Nación, año 2011.
Si analizamos la situación de un niño que hoy está cursando el 1°grado de la escuela primaria, recién en el año 2030 estaría terminando la educación obligatoria, se estaría jubilando en el año 2080 aproximadamente, y seguramente la esperanza de vida para esa época sea más de cien años. Si pensamos en los cambios tan acelerados que se producen en el mundo, hablar de una educación para el 2030, es una gran incógnita, y una pregunta central, seria ¿Cómo nos preparamos los docentes para educar a esos niños y como se prepara la escuela para ese gran desafío?
Considero que la Educación va adquiriendo formas distintas, nuevas herramientas, estructuras diferentes, pero la esencia es la misma. La educación responde a una necesidad básica que implica introducirnos en la cultura que cada generación nos va dejando como herencia, para poder mejorarla y superar esos conocimientos.
Hoy es necesario adquirir las habilidades básicas que dichos conocimientos requieren y que serán la base de nuevos y estratégicos conocimientos, de esta manera la ciencia y la tecnología hoy adquieren un papel fundamental en la escuela, y modifican continuamente las posibilidades y la vida de las personas, es nuestra obligación y nuestra responsabilidad, poder adaptarnos a esos cambios, y si entendemos esos cambios, entenderemos que el conocimiento cambia permanentemente, porque aquello que aprendimos hace 10 años quizás este desactualizado, por eso es necesario pensar y actuar sobre una realidad que es inevitable.
A través de la Educación el docente trata de ayudar al otro para que pueda apropiarse de ciertas habilidades, y herramientas, que serán fundamentales para su vida, pero el desafío es doblemente importante, porque estamos preparando a un alumno, para un mundo que aún no conocemos.
Hoy hablamos de incorporar las nuevas tecnologías en el aula, y cuando pensamos en tecnología, pensamos en computadoras, pero creo que la clave, es pensar como las tecnologías, pueden cambiar la experiencia educativa.
Hay una frase muy popular, que dice “La tecnología va en avión, mientras la escuela sigue a pie”. Hoy no tenemos las respuestas a todas las preguntas, pero si tenemos las herramientas, para acceder a esa información, solo debemos saber usar esas herramientas y crear las condiciones y las habilidades que se necesitan para llegar a ese conocimiento.
Trabajar sintiendo que tenemos esa gran responsabilidad no es tarea simple, pero sabemos que la escuela tiene que marcar un rumbo, y ese rumbo entre otras cosas, lo marca la capacitación, la información y la actualización.
Sarmiento decía “todos los problemas, son problemas de Educación…” todos los pueblos que mejoraron sus sistemas educativos, pudieron mejorar otros problemas, como lo son la salud, la seguridad, etc. Por eso el cambio es inevitable, pero ese cambio debe venir acompañado también, poniendo la mirada sobre ese individuo que se está formando, y ese cambio deberá situarse en un conocimiento socio/emocional, porque los conocimientos académicos, por sí solo, no producen felicidad y confort, pero si puede generar un mayor placer y satisfacción, si ayudo a ese joven a desarrollar ciertas habilidades emocionales, que se pueden adquirir.
Considero que no son planteos filosóficos, porque soy muy pragmática, pero si, expreso que lo emocional puede ayudarnos a construir un aprendizaje mucho más sólido y perdurable, porque todo aquello que traspasa las emociones y los afectos, queda de alguna manera, impreso en la persona, de una manera muy particular, y tomando las palabras que Don Bosco decía…” con los jóvenes hay que entrar con lo de ellos, para salir con lo nuestro…” porque la educación es sobre todo una tarea de humanización, y esa semilla de humanización, que la escuela continua sembrando en los alumnos, nunca sabemos como podrá germinar, pero si sabemos que ellos tienen derecho a saber, que más allá de la tecnología, hay cuestiones fundamentales de la vida, que no se consiguen y no las remplaza la tecnología.