La inflación de marzo pone en duda el cumplimiento de la meta anual
La inflación de marzo superó incluso las expectativas de precios en alza y se ubicó en 2,4 por ciento, el registro más alto desde octubre si se excluye el 2,5 de febrero. Hasta el Ministerio de Hacienda y el Banco Central habían advertido de que los primeros meses del año mostrarían precios calientes por subas de tarifas, servicios de salud y cuestiones estacionales (como las cuotas de las escuelas privadas que suelen incrementarse en estas épocas).
Pero el 2,4 de aumento general superó esas expectativas. De hecho, el Banco Central subió ayer mismo fuertemente la tasa de interés de referencia en un punto y medio (ver aparte). De este modo busca aspirar una mayor cantidad de pesos del mercado.
El dato difundido por Indec fue incluso más alto que el que habían dado a conocer las consultoras privadas. La inflación estuvo motorizada por los precios de la educación, la indumentaria, los alimentos y las tarifas de los servicios públicos.
Lo cierto es que, en el primer trimestre del año, la inflación acumulada ya es de 6,3 por ciento. A este ritmo, sólo en el primer semestre se acumularía una inflación mayor al 12 por ciento, el piso de las metas anuales que el Banco Central se fijó. El techo es el 17 por ciento. Y ya son pocos los que creen que se pueda cumplir.
Para cumplirla, la inflación promedio hasta fin de año no debería pasar el 1,06 por ciento mensual, pese a que se prevé que en abril, en noviembre y en mayo suban tarifas en el Gran Buenos Aires.
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El foco del interés está en la llamada “inflación núcleo”. Esa medición excluye todos los precios que están fijados por ley o que tienen muchas variaciones por razones estacionales (como el clima). En definitiva, refleja la pulsión de precios del mercado y el juego de la oferta y la demanda en forma más marcada. Es la inflación más “pura”. Y fue alta: 1,8 por ciento.
Cuesta lograr que baje. En los últimos seis meses, promedió 1,68 por ciento anual. Si ese comportamiento se mantuviera todo el año, la inflación anual sería entonces de 22,13 por ciento.
Casi cualquier proyección de números arroja niveles similares. La consultora Analytica simplemente proyectó las inflaciones mensuales promedio de los últimos seis meses registradas, tanto a nivel general como núcleo, por Indec, las consultoras y las direcciones de estadística de seis provincias (entre ellas Córdoba) y luego las promedió: le da para 2017 una inflación anual de 23,5 por ciento.
Como se había advertido de antemano de una suba en servicios, sorprendió que los aumentos fueran también muy notorios en los bienes. En efecto, los servicios se encarecieron en marzo un dos por ciento. Pero los bienes se incrementaron más: 2,6 por ciento. Entre ellos sobresalió la indumentaria. La “ropa exterior” trepó 6,8 por ciento. Aparentemente, pese a las denuncias de sectores de la industria textil por una “invasión de importados”, el sector encuentra margen para seguir subiendo los precios.
Lo que más se abarató fue el turismo, cuyos precios decrecieron 5,8 por ciento, aunque ese comportamiento es muy estacional y esperable en marzo, mes en el que el final del verano deprime los precios vigentes en enero y en febrero.
El salto de la inflación al centro de la escena con estos valores llega en un momento delicado. En el sector público ya hay acuerdos salariales, pero falta el que involucra a más empleados: el docente. Y en el sector privado las paritarias están prácticamente todas abiertas con la excepción de comercio, construcción y bancarios.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior