La pobreza creció y afecta a más del 40% de la población urbana del país, según la UCA
El flagelo de la pobreza por ingresos creció 3,4 puntos porcentuales hasta afectar al 44,2% de la población de la Argentina, y la indigencia se incrementó 1,2 puntos hasta alcanzar al 10,1% este año, en el contexto de la pandemia de Covid-19, según el Observatorio de la Deuda Social Argentina (Odsa) de la UCA.
Así, tanto la pobreza como la indigencia alcanzaron los niveles más altos al menos desde 2010, cuando comenzó la serie publicada por el Observatorio. El estudio de la UCA reveló otros datos que son aún más duros. El 16% de los chicos de 0 a 17 años es indigente y el 64,1% es pobre. Para este y otros sectores, la asistencia del Estado ha sido crucial en la convivencia con el Covid-19.
El análisis académico indicó que si no hubiera Tarjeta Alimentar, IFE, Asignación Universal por Hijo y otros programas ni pensiones no contributivas, la pobreza sería del 53,1% y la indigencia llegaría al 27,9% de la población. Sólo sin la Tarjeta Alimentar y el IFE, la pobreza sería del 50,9% y la indigencia, del 20,2%.
Agustín Salvia, director de investigación del Observatorio, dijo que la situación social viene empeorando en los últimos años, desde 2017, y si bien señaló al Covid-19 como un agravante, aclaró que hay algo más profundo que genera esta situación. “Gobierne quien gobierne, los pisos de pobreza han estado alrededor de los 25, 27 y 28 puntos”, lamentó.
El experto agregó: “Básicamente, mantenemos una situación de pobreza crónica y de pobreza extrema en materia de ingresos monetarios que, si no es estable, tiende a crecer como tendencia sistemática, y esto no es nuevo en la Argentina”.
Los chicos, los más pobres
Según la evolución de la tasa de indigencia urbana por grupos etarios, hay diferencias. Entre los chicos de 0 a 17 años, sufre hambre el 16%. De 18 a 29 años, la indigencia afecta al 9,1%; entre 30 y 59, afecta al 9,4%, y más de 60 años, al 1,3%. Por otro lado, el 64,1% de los chicos de 0 a 17 años son pobres; el 44,1% de quienes tienen entre 18 y 29 años no cubren la canasta básica; el 41% de los que tienen entre 30 y 59 años, y el 14,4% de los mayores de 60 años.
Entrada y salida
Salvia explicó que hubo “mucha fluidez” y “mucho cambio de situación” entre los estratos de pobreza e indigencia a lo largo de la pandemia. Esto fue debido a un impacto heterogéneo del Covid-19 respecto de las políticas de aislamiento. También hubo comportamientos dispares entre personas y familias ligadas a distintos sectores y actividades, entre los que hay rubros que perdieron muchos empleos y otros que no, o los que recibieron compensaciones económicas o ayuda del Estado y otros que no.
“Hay un 10% de la población que no era indigente y cayó en la indigencia. Y un 7% de población que estaba en la indigencia salió de ahí”, dijo Salvia. Esto fue producto de los movimientos que ocurrieron al interior de la estructura social en términos de transferencias de ingresos y de oportunidades de mantener o no los empleos o las changas.
Salvia añadió que algo similar aunque con menor fuerza ocurrió con la pobreza. Hubo un 14% de la población que entró en la pobreza y un 9% que salió de ella. “Las diferencias netas hacen referencia al incremento neto que registraron la indigencia y la pobreza”, indicó.
Un dato muy llamativo
El indicador sobre la evolución de la autopercepción de ingresos adecuados es subjetivo porque se construye sobre la base de una opinión formada por el “jefe o jefa de hogar” sobre cuánto les alcanzaron los ingresos que tuvieron.
“Hubo un fenómeno en el contexto Covid. Es un dato llamativo, dado que, en un contexto de una crisis de oferta y demanda de bienes y servicios producido por el confinamiento, hubo hogares que cayeron en la pobreza, pero percibieron que sus ingresos les alcanzaron más que en otro momento”, apuntó Salvia.
En ese contexto, hubo una caída del 57% al 48% de los hogares que declararon que los ingresos no les alcanzaron para cubrir sus necesidades totales de bienes y servicios, sobre la base de la percepción durante el confinamiento. En paralelo, aumentó del 33,7% al 43,9% la cantidad de hogares a los que les alcanzó el dinero, pero no tuvieron margen de ahorro alguno. Y los que pudieron ahorrar bajaron del 9,3% al 8,1%.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior