InternacionalesSociales

Las cárceles, un foco de contagio de coronavirus en EE.UU.

Los casos de coronavirus en las cárceles de Estados Unidos llegaron en algunos estados al 87% y 3.700 presos estatales presentaron una demanda colectiva ante un tribunal federal contra el Departamento de Correccionales de Michigan por no protegerlos y hasta fomentar los contagios, según denunció hoy la prensa local.

La demanda de Michigan es apenas una de varias que se presentaron en todo el país, ya que el sistema penal local y federal no pudo evitar que el virus se propague entre los 2,3 millones de presos, la población carcelaria más importante del mundo.

Estados Unidos, que concentra un cuarto de toda la población carcelaria del mundo, tiene más de 1.700 prisiones estatales, 100 federales, 1.770 centros penitenciarios juveniles y 3.150 locales.

La principal organización de derechos civiles del país, la Unión de Libertades Civiles de los Estados Unidos, estimó que 100.000 presos podrían morir por la pandemia, si no se toman medidas drásticas y específicas para las cárceles.

En esa misma línea, a principio de mes, la Corte Suprema del estado de Washington, una de las primeras regiones del país golpeadas por el virus, ordenó al Departamento Correccional local que desarrollara un plan para proteger a los presos.

En paralelo, en Texas, un juez federal ordenó que una prisión estatal que alberga a presos mayores de edad proporcione desinfectante de manos, máscaras y guantes a los reclusos.

Un tribunal en Michigan, además, pidió a la Cárcel del Condado de Oakland liberar a los presos que tengan una situación médica especialmente vulnerable.

En este último estado, una de las cárceles más golpeadas es el Centro Correccional de Lakeland de Michigan (MDOC por sus siglas en inglés), una prisión que alberga a 1.400 presos y que se ganó el nombre de la “casa de retiro de gangsters”, porque recibe a adultos mayores que cumplen sus últimos años de cadena perpetua.

Muchos de los presos que están allí tienen problemas de salud crónicos y, por eso, ahora son más vulnerables a la coronavirus.

En total, el 57% dio positivo, de los cuales 50 presos fueron hospitalizados y 13 murieron, según publicó hoy el portal de noticias estadounidense Hufftington Post.

Con este y otros antecedentes, miles de presos se unieron en una demanda colectiva presentada por la Clínica de Derechos Civiles de la Universidad Estatal de Michigan contra las autoridades penitenciarias del estado.

En esta demanda judicial, denuncian que el MDOC realizó solo pruebas limitadas hasta la semana pasada y que, desde mediados de abril, ordenó a los reclusos no informar los síntomas a los guardias o al personal médico a menos que los problemas fueran «mortales».

El texto de la demanda agregó que el MDOC, a pesar de tener los medios para remediar la situación, optó por no hacerlo y no aisló adecuadamente a los reclusos enfermos, ni proporcionó pruebas adecuadas, así como tampoco suministros de limpieza e higiene.

Además, los presos de Lakeland denunciaron que se abandonaron los mínimos esfuerzos que se habían puesto en marcha en marzo para separar a los prisioneros enfermos e implementar pautas de distanciamiento social que redujeran el número de presos en las mesas del comedor.

La demanda destacó que Lakeland no es un caso aislado, sino que en algunos centros correccionales, el nivel de contagio de la población penitenciaria es de hasta 87%.

«No fuimos condenados a muerte, pero a partir de ahora todo el mundo siente que está en camino. Muchos aquí están nerviosos y asustados de morir», dijo Patrick Wilson, un preso de 49 años que cumple cadena perpetua en Lakeland.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior