Las jubilaciones necesitan un aumento de haberes del 41,5% para empardarle a la inflación
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) calculó que jubilados y pensionados deberían percibir un incremento del 25% en abril más un 13,2% correspondiente a la inflación de febrero, incluyendo el bono, para compensar la pérdida del primer trimestre del año.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) calculó que jubilados y pensionados deberían percibir un incremento de haberes del 41,5% (25% en abril más un 13,2% de la inflación de febrero), incluyendo el bono, para empardarle a la inflación del primer trimestre del año.
Considera la entidad que jubilados y pensionados vienen perdiendo fuerte ante la escalada de precios, lo cual complica cada vez más sus posibilidades de llegar a cubrir los gastos del mes. En muchos casos, puntualmente, complica la posibilidad de hacer frente al costo de los medicamentos y la atención de su salud en general.
El Iaraf toma en cuenta la pérdida que tuvieron los jubilados frente a la inflación en diciembre y enero, para analizar como insuficiente el aumento del 27% de marzo.
Advierte la entidad que si las jubilaciones se ajustaran por inflación con un rezago de dos meses (como está previsto en los proyectos de ley impulsados por el Gobierno), quien cobra la mínima, incluido el bono, terminaría el año con un ingreso anual real prácticamente igual al del 2023.
Y peor aún, el jubilado sin bono terminaría el año con una pérdida del 16% respecto al 2023.
Es decir que muchos miles de jubilados terminarían con un séptimo año consecutivo de pérdida de poder adquisitivo.
El cálculo del Iaraf (Instituto Argentino de Análisis Fiscal) supone que los bonos quedarían alcanzados por esos aumentos. Por eso, el informe agrega que si el Gobierno otorga un incremento del 10% en abril, como anticipó el ministro del Interior, Guillermo Francos, adicionalmente a la inflación de febrero, para completar un aumento del 24,5%, los jubilados con la mínima que cobran bono terminarán el año con una pérdida de poder adquisitivo del 10% respecto del 2023.
«En el caso de un jubilado que no cobre bono, la pérdida anual va a ser del 24%. Claramente, un plus del 10% no compensa la pérdida de los primeros tres meses del año, siendo mucho peor la dinámica relativa del jubilado que no cobra bonos», sostiene el informe.
Con el aumento del 20,6% de la inflación de enero que quieren dar algunos proyectos de la oposición, más la inflación de febrero (13,2%), el aumento en abril sería del 36,5%, suponiendo que son acumulativos. De lo contrario, el incremento sería del 33,8%.
Estos números son claves porque los distintos proyectos presentados en el Congreso no compensan la pérdida de compra de las jubilaciones y pensiones de los últimos meses, agravando el deterioro de los últimos años.
Para la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), los haberes no alcanzados por los bonos tuvieron «una reducción real de 43% interanual durante el primer bimestre de 2024, mientras que la pérdida de los haberes mínimos con bono incluido fue de 27,8% interanual».
Con el aumento del 27,18% de marzo y el bono de hasta $70.000, las jubilaciones y pensiones de haberes mínimos están cobrando en total $204.445 brutos. El total se desglosa en $134.445 más $70.000.
Luego, en abril se aplicaría el 10% o el 20,6%, según las distintas iniciativas más el IPC (Índice de Precios al Consumidor) de febrero, pero no se aclara en forma expresa si esos aumentos se aplicarán sobre los $134.445 o sobre los $204.445 brutos.
Los jubilados y pensionados con haberes superiores a $204.445 percibirán antes de fin de mes el aumento del 27,18% y no cobrarán ningún bono.