“Las situaciones de tragedia sacan lo mejor y lo peor de la sociedad”

Estas situaciones de tragedia “también echan luz sobre nuestros problemas más profundos, como, por ejemplo, la crisis del sistema sanitario y la desigualdad que hay, incluso en los países ricos; quién se imaginaba que Italia, España o Estados Unidos iban a sufrir esto”, reflexionó Buenanueva.

Este panorama también saca a la luz “las mezquindades del corazón humano”, recalca Buenanueva.

En tal sentido, se refirió a los casos de coronavirus que tuvieron amplia repercusión en medios y redes sociales, como el del médico traumatólogo de San Francisco, sobre el que opinó: “si estuviéramos en la edad media, una turba insensata e irracional hubiera arrasado con la familia o hubiera quemado las propiedades”.

Es decir, “la raíz de fondo, y no tengo ninguna duda, es el miedo; el miedo es el peor consejero del ser humano, en todo sentido”. Pero a los miedos “hay que mirarlos de frente, para que después no nos jueguen una mala pasada; con el miedo nos gana la ansiedad y la irracionalidad, y somos capaces de hacer las locuras más grandes”.

Buenanueva recuerda que “la historia de la humanidad está llena de reacciones populares basadas en el miedo, que terminaron generando grandes injusticias”. Además, resalta: “el miedo que se posesiona de nosotros hace que le abramos la puerta a los vivillos, que hay en todos lados, como los que cobran sobreprecios (porque hay mucha gente ganando plata en este momento), o los líderes autoritarios que vienen a robarnos nuestra libertad”.

Por eso, “hay que estar muy atentos a humanizar todo lo que estamos viviendo, y eso significa, como cosa positiva, que estamos redescubriendo que tenemos que cuidarnos unos a otros”, concluyó.

El Obsipo instó a “encontrar motivaciones profundas, que para los cristianos es el amor de Cristo, que hoy viernes santo reconocemos en la cruz del Señor”.