Policiales

Que le pasa a Eduardo Duhalde por su cabeza

Llegó, como siempre, al trote eléctrico, saludó a todos y se acomodó, distendido, ante el micrófono, para compartir sus impresiones sobre la situación política argentina e internacional. Este lunes, el ex Presidente de la Nación, Eduardo Duhalde, nos visitó en la Universidad del Salvador, para conversar con los alumnos y ex alumnos de la Maestría en Márketing Político. La charla duró algo más de una hora, pero nos dejó muchas definiciones interesantes para reflexionar sobre la política de nuestro país, y especialmente sobre el difícil proceso de recomposición que está atravesando el peronismo.

“Es malísimo que no haya alternativas en el país”, aseguró, “Tenemos que organizarnos para ser alternativa, aunque sea para perder, pero ser alternativa, que no haya una sola fuerza política”. Esta frase es en sí toda una declaración sobre el lugar que avizora para el peronismo. Crear una alternativa, “aunque sea para perder” le da importancia a la organización partidaria, pero mucha más al orden democrático.

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Juzgó con dureza la situación actual del peronismo, al que comparó con “un hormiguero: lo pateás y salen cada uno para su lado”. En cambio, consideró, “hay que buscar que todos compitamos desde adentro”.

También dejó claro que, en su opinión, el partido debe recomponerse desde adentro. En la ronda final de preguntas, cuando uno de los alumnos le pidió su opinión sobre la intervención del Partido Justicialista, Duhalde respondió: “Yo en realidad creo que las intervenciones no sirven ¿Y como vos Duhalde decís que no sirven si durante diez años estuviste pidiendo una intervención? La intervención sirve para ponerse de acuerdo. No sirve la traza, por eso salgo a trabajar, para unificar”.

Eduardo Duhalde nació en 1941, en un hogar de clase media y militó desde joven en el PJ. En 1970 se recibió de abogado. Tres años más tarde fue elegido Concejal de su ciudad, Lomas de Zamora y poco después llegó a la intendencia por acefalía. Depuesto por el golpe militar, retornó a la política con la democracia. Fue compañero de fórmula y luego vicepresidente de Carlos S. Menem. Renunció a este cargo en 1991, para competir por la gobernación de Buenos Aires, cargó que ganó y ejerció hasta 1999.

Tras la renuncia de De la Rúa y la fallida presidencia de Rodríguez Saa, la Asamblea Legislativa lo eligió el 2 de enero de 2002 como Presidente de un país que atravesaba una de las peores crisis económicas de su historia. De la mano de un plan económico liderado por el Ministro de Economía, Roberto Lavagna, el gobierno de Duhalde logró la primera reactivación económica después de la crisis. En las elecciones presidenciales de 2003, decidió apoyar como su sucesor a Néstor Kirchner, que por entonces era un gobernador poco conocido.

Al poco tiempo, Kirchner rompió con él y lo venció en las elecciones legislativas de 2005. En 2011, una vez más, Duhalde fue candidato a presidente por el Frente Popular del PJ pero fue derrotado por Cristina Kirchner. Ante estas contingencias, varias veces coqueteó con el retiro de la actividad política, pero, como quedó claro en la charla del lunes, el retiro absoluto no parece ser una opción para un político de tal trayectoria.

Adelantó también que va a trabajar “a partir del mes que viene. Voy a recorrer mi provincia primero, todos los municipios que pueda y después el interior alzando las banderas de la no agresión”. No hay dudas de que armar el rompecabezas peronistas requiere de estadistas veteranos que, como él, lleguen con una visión amplia de la política, más allá de las coyunturas actuales, y también pensando a futuro.

En la charla, ante un auditorio lleno de jóvenes, se refirió también constantemente a la juventud. Juzgó que vivimos en un “cambio de época”, en el que el mayor problema es la incomprensión entre generaciones: los jóvenes, ya nacidos y criados en las nuevas tecnologías, y los mayores, anclados en la tradición. Dijo sin tapujos que los partidos políticos actuales son “un 50% viejos, y para viejos”, y que es necesario cuidar a la juventud, que es “la riqueza de los partidos”.

Por esto mismo, censuró a la Cámpora, por considerar que, más que convocar, expulsó a los jóvenes de la política, y ofreció una visión curiosa y moderna sobre el papel de la tecnología en el futuro de los partidos: “quiero hacer un partido digital para que los jóvenes puedan representarnos. Los únicos que pueden discutir por las redes son los jóvenes, tienen que participar con las herramientas que tienen que son los que van a gobernar”. También se refirió a las mujeres, llamándolas a que “elijan a sus propias candidatas” e impidan que los hombres elijan por ellas.

No faltaron declaraciones en cuanto a la política internacional. Opinó que “Trump es impresentable” y que es necesario ayudar a Cuba. También lamentó la detención de Lula, a quien considera “un gran hombre”. Contó que habló con el ex mandatario brasileño dos días antes de que lo detuvieran, por whatsapp: “le aconsejé que no se entregue, que vaya a una embajada, traté de convencerlo, me dijo que estaba tranquilo”. Concluyó: “La decisión es que no gobiernen los sectores populares en Brasil. Lo de Dilma, no tiene ni pies ni cabeza”.

Entre otras definiciones, observó que vivimos en una época en que lo espiritual ha quedado de lado y recordó que el peronismo es, originalmente, una expresión de la “Doctrina Social de la Iglesia”. En el cierre del debate, opinó sobre la cuestión del aborto, afirmando que “puede ser una estrategia del gobierno para desviar la tensión y la opinión pública ” y que “no tienen en cuenta a los jóvenes, que yo si los tengo en cuenta, no les preguntan qué piensan. Salga lo que salga, no va a ser aplicado, los chicos no van a permitir que se mate nada”.

Además de haber compartido su visión propia, y en primera persona, de la actualidad política del país, Duhalde nos dejó también la imagen de un ex Presidente que, como en las mayores democracias del mundo, queda inserto en la política, ya no como protagonista, sino acompañando y guiando a las generaciones siguientes desde su sabiduría y experiencia.

Eduardo Reina: Consultor, especialista en comunicación política, docente universitario y columnista de Diario San Francisco, entre otros medios del país y del mundo.
Eduardo Reina: Consultor, especialista en comunicación política, docente universitario y columnista de Diario San Francisco, entre otros medios del país y del mundo.
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Eduardo Reina

Consultor especializado en Comunicación Institucional y Politica, Asuntos Públicos y Gubernamentales, Manejo de crisis y Relaciones con los Medios. Magister en Comunicación y Marketing Político. Universidad del Salvador, USAL, Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 2004. Postgraduate Business and Management. Universidad de California Ext. Berkeley, EEUU. Actual Presidente Tres Cuartos Comunicación y es Docente Universitario. Anteriormente fue Vicepresidente de Estudio de Comunicacion, multinacional española que figura entre las 10 empresas del ranking de Merger Market de empresas Europeas. www.eduardoreina.com