Llaryora apela al período de gracia para negociar con acreedores y no caer en default
El martes próximo debe depositar $5,9 millones de un servicio de intereses del título de US$150 millones emitido por Ramón Mestre. Las conversaciones con los bonistas están avanzadas. Sin embargo, el acuerdo no se sellaría el martes, por lo que la comuna apelará al plazo de 30 días que habilita la norma, previo a entrar en cesación de pagos. La comuna confía en cumplir el plazo. Caso contrario, emitiría una letra
La Municipalidad de Córdoba hará uso de la opción de 30 días como período de gracia para cancelar un nuevo servicio de intereses por 5,9 millones de dólares del título por 150 millones de dólares emitido oportunamente por el ex intendente Ramón Mestre.
La decisión es inevitable. Es que el próximo martes 29 la comuna deberá depositar ese pago al fiduciario. Y si bien las conversaciones con los bonistas están avanzadas, no llegarán a tiempo para evitar esa fecha límite.
No obstante, tal como lo fijan los prospectos que rigen a ese tipo de instrumentos, la Municipalidad podrá estirar 30 días más ese pago. Entonces, de no hacerlo, caerá en default.
Con todo, hay optimismo respecto a que las negociaciones lleguen a buen puerto.
Sin embargo, llegado el caso y de no haber acuerdo, la comuna apelaría a la emisión de una letra del Tesoro para cancelar la obligación que hoy, traducida a moneda argentina, son 446,3 millones de pesos.
El problema es, no obstante, que el pago debe hacerse en dólares. Y allí viene una complicación extra. Es que el ministro de Economía, Martín Guzmán, ya avisó a todos aquellos que tengan deuda en dólares, incluso provincias y municipios, que busquen renegociar sus pasivos, en línea con la Nación. En definitiva, el mensaje es que no habrá dólares para todos. Si bien en principio la normativa emitida días atrás por el Banco Central apunta sólo a las empresas privadas, hay una clara percepción de que la autoridad monetaria no proveerá de los dólares necesarios para pagar esas deudas, al menos no todos.
Es más, en la misma situación se encuentra EPEC, que tiene vencimientos por delante aunque recién a comienzos del año próximo, por casi 15 millones de dólares entre capital e intereses.
Fuentes de esa compañía aseguraron que esa compañía no estaría alcanzada por las restricciones por tratarse de una empresa pública. Nada parece contundente.
Igual para la Provincia de Córdoba, que por estas horas avanza en la renegociación de tres bonos por 1.685 millones de dólares. No obstante, en el caso de la administración de Juan Schiaretti, el próximo vencimiento a pagar es recién en diciembre próximo.
El frente de Llaryora
La situación más acuciante por los plazos es la que afronta el intendente Martín Llaryora.
La comuna, a diferencia de la Provincia, aún no hizo públicos los términos de la negociación, toda vez que aún está vigente la cláusula de confidencialidad.
De todas formas, se estima que no será muy diferente a la planteada por Schiaretti y, en definitiva, por la Nación y el resto de los distritos que por estas horas buscan reestructurar sus pasivos.
La idea es estirar plazos de pago, reducir intereses y eventualmente lograr alguna quita de capital, aunque ese último dato no fue confirmado.
El bono emitido por Mestre paga servicios de intereses semestrales y capital desde 2022 y hasta 2024 inclusive, a razón de 50 millones de dólares por año.
En paralelo, el bono fue emitido a una tasa del 7,875 por ciento.
La intención sería reducir esa tasa, tal como lo hizo la Provincia. Al menos por uno o dos años. En cuanto a los pagos de capital, se buscaría extenderlos en el tiempo. Será imposible afrontar pagos de 50 millones de dólares anuales, salvo que la comuna pudiese volver a los mercados voluntarios de pago, situación que hoy es impensada. Además, el ministro Guzmán ya dijo días atrás que la Nación no convalidaría la emisión de nuevos títulos en dólares y pidió que se financien en el mercado doméstico. No obstante, seguirán activas las líneas de organismos multilaterales de crédito o fondos de inversión para afrontar los planes de obra en marcha y los que se proyecten a futuro.
En cuanto a la negociación que tiene al Banco Santander como principal intermediario, el mismo que colocó el bono en 2016, tiene a un conjunto acotado de tenedores que ostentan la mayor parte del instrumento.
De hecho, una docena de inversores tiene en su poder la mayor cantidad del bono. De esta forma, de acordar con ese grupo, podría alcanzarse la masa crítica necesaria para activar las Cláusulas de Acción Colectiva (CAC) que obligan al resto a aceptar las condiciones que avaló la mayoría.
Vence la XXXVIII
Mientras tanto, el viernes de la semana próxima vencerá el pago de capital e intereses de la Letra Serie XXXVIII emitida por la Municipalidad de Córdoba el 3 de julio pasado. El instrumento recaudó 400 millones de pesos y convalidó una tasa Badlar más 5,99 por ciento.
Ayer, la tasa de referencia publicada por el Banco Central se ubicaba en el 30 por ciento. Así, el pago será de 36 por ciento sobre el capital de la deuda.
En principio, el pago de esa letra se concretaría con la emisión de una nueva Serie, tal como ocurrió días atrás con el anterior instrumento por 600 millones de pesos que en ese caso fue pagado con otra letra, aunque ahora a 180 días de plazo.
Fuente: Comercio y Justicia