Llaryora en el Consejo de la Magistratura
«No llegan», decía seguro uno de los hombres fuertes de Cambiemos en el Consejo de la Magistratura, el órgano encargado de la selección y acusación de los jueces nacionales y federales. «El kirchnerismo no tiene las firmas y nadie de la oposición se las va a dar para perder y quedar pegado», agregaba a su análisis político. «Nos quedamos con los dos lugares», confió sobre dos de los tres asientos que la Cámara de Diputados tiene en el Consejo.
En la vereda de enfrente tenían otra mirada. «Estamos juntando las firmas. Podemos ganarles», decían en el kirchnerismo. Todo ocurría en la mañana de ayer mientras el Consejo deliberaba en la última sesión de su actual integración. La reunión terminó y la sensación era que Cambiemos mantenía a los diputados Pablo Tonelli (PRO) y Mario Negri (UCR) en el organismo.
Pero la política siguió actuando. El kirchnerismo aceleró la charlas que tenía con los restantes bloques de la oposición y juntó 131 voluntades sobre las 121 que reunió Cambiemos. Se juntaron los bloques del Frente para la Victoria, el Frente Renovador, el Partido Justicialista y otros bloques e interbloques de la oposición. Así se dio vuelta todo: Cambiemos pasó de dos a un asiento. Se queda Tonelli porque el PRO junta más firmas que la UCR.
Y por la oposición llegan Graciela Camaño, presidenta del bloque del FR y una de las dirigentes más importantes del espacio de Sergio Massa, y Eduardo «Wado» de Pedro, hombre de confianza de Cristina Kirchner, bastión de la agrupación «La Cámpora» y quien ya estuvo en el Consejo. El mandato en el Consejo es por cuatro años. De Pedro reemplazará en el organismo a Rodolfo Tailhade.
Para este acuerdo opositor, la clave fueron los diputados peronistas de Córdoba. Sus votos inclinaron la balanza. El tema llegó a lo alto del poder. El presidente Mauricio Macri llamó al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, y le pidió el apoyo para el Consejo. Pero Schiaretti también recibió el llamado de Massa que le ofreció que uno de sus diputados fuera suplente de Camaño y el acuerdo para que asumiera ese lugar. A Camaño se le vence del mandato a fines de 2019. Así, el diputado de Córdoba Martín Llaryora quedó como suplente de Camaño y Vanesa Siley, del Frente para la Victoria, para un eventual reemplazo de De Pedro.
La primera novedad es que por primera vez el Frente Renovador llega al Consejo. La alianza política entre los bloques de la oposición disparó una especulación política. ¿Este podría ser el primer paso para un entendimiento entre Massa y Cristina Kirchner para las elecciones del año que viene? «No. Si va a existir esa alianza, será por otros motivos. Esto fue para quitarle poder al macrismo en el Consejo», remarcó a Infobae uno de los hombres del FR que participaron de las negociaciones políticas.
Y ese efecto se logró. El Consejo tiene 13 integrantes: tres diputados, tres senadores, tres jueces, dos abogados, un representante del Gobierno y uno del sector académico. Con la renovación de todas las bancas, el macrismo con los propios y sus aliados llegaba a los nueve votos. Esa es la mayoría agravada que se requiere en el Consejo para las decisiones más importantes: aprobar las ternas de jueces y enviar a magistrados a juicio político por mal desempeño.
«Es un golpe para nosotros», dijo todavía en shock a este medio un hombre del Gobierno que trabaja de cerca los temas judiciales.
Con la pérdida de uno de los representantes del Consejo, el Gobierno queda con ocho votos. Un número nada despreciable porque sigue muy cerca de la mayoría absoluta y mantiene los votos para imponerse en otras decisiones importantes. Pero además tiene el poder de veto: nada se aprueba sin su consentimiento. Y también cuenta con otra llave: la ausencia en alguna sesión de uno de los integrantes de la oposición. Eso baja a ocho los votos para la mayoría especial.
De todas formas, aclaran quienes conocen los movimientos del Consejo, los aliados del oficialismo pueden no serlo en todos los temas como ha ocurrido en decisiones importantes en los últimos tiempos, sobre todo de parte de los jueces.
La oposición aplicó para quedarse con los dos lugares el mismo método que usó el macrismo hace dos años. La ley del Consejo dice que «a propuesta de los bloques parlamentarios de los partidos políticos» se designan tres diputados «correspondiendo dos a la mayoría y uno a la primera minoría». Lo que históricamente se entendió es que el bloque más grande llevaba dos diputados y el segundo uno.
Pero el macrismo reinterpretó la ley y juntó firmas de distintos bloques -en ese momento la UCR, la Coalición Cívica, el GEN y el socialismo- y se quedó con el lugar que le pertenecía al Frente para la Victoria. Si bien primero la designación de Tonelli estuvo frenada, luego la Justicia la avaló. Ahora la oposición aplicó el mismo criterio con el que antes jugó el macrismo.
Igual que con los representantes del Senado. El peronismo federal -allí sin el kirchnerismo- juntó las firmas de otras bancas aliadas y lleva al Consejo a su jefe de bloque, Miguel Ángel Pichetto, y a Ada Rosa del Valle Itúrrez de Cappellini, del Frente Cívico de Gerardo Zamora. Ambos ya estuvieron en el Consejo. Por Cambiemos va al Consejo la senadora radical Olga Inés Brizuela y Doria.
El resto de los nuevos consejeros son los jueces Ricardo Recondo, Juan Manuel Culotta y Alberto Lugones. A los dos primeros el macrismo los cuenta como aliados. Lo mismo respecto de los abogados Juan Pablo Más Vélez y Marina Sánchez Herrero y el representante de los académicos Diego Molea. Quien se mantiene es el representante del Gobierno en el Consejo, Juan Mahiques.
Fuente: Infobae