Llega el FMI y se abre una instancia clave de discusión sobre la deuda
Con la llegada al país de los enviados del Fondo Monetario Internacional (FMI), se iniciará hoy una instancia clave para la discusión sobre los términos con los que la Argentina deberá devolver el crédito que pidió Mauricio Macri para evitar un default.
Encabezados por el jefe de la misión, Roberto Cardarelli, los emisarios del organismo multilateral iniciarán formalmente la quinta revisión de las cuentas públicas y de los compromisos asumidos el año pasado por el Gobierno nacional para recibir 56.300 millones de dólares.
“El equipo se reunirá con las autoridades argentinas para analizar los recientes acontecimientos económicos y financieros y los planes de políticas del Gobierno. El equipo también se reunirá con asesores económicos de los principales candidatos presidenciales para intercambiar puntos de vista”, adelantaron voceros del Fondo ante la consulta de este medio.
Es que todo cambió significativamente desde la última visita, a fines de mayo: las elecciones primarias reconfiguraron el escenario político, con la consolidación como favorito del aspirante presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, y desataron un nuevo cimbronazo financiero que agravó los desafíos que acorralan a la economía argentina.
Con el nuevo sacudón tomaron fuerza los temores respecto a otro default de Argentina. Por eso el riesgo país duplicó su nivel tras los pasados comicios y se mantiene por encima de los 1.820 puntos básicos, cerca de su máximo nivel desde 2008.
En ese nuevo escenario terminó por instalarse un diagnóstico compartido entre los principales sectores de la oposición para iniciar un proceso de renegociación con el FMI. Incluso, en silencio, en el Gobierno nacional comparten esa posición y por eso el flamante ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, le pidió al Fondo demorar unos días el viaje de sus representantes.
Aunque el propio Alberto Fernández se ocupó esta semana de aclarar que “no hay posibilidad de un default” si él llega a la Presidencia, una de sus asesoras económicas detalló ayer la dimensión de los grandes desafíos en el frente de la deuda.
“La concentración de vencimientos más fuertes se refiere al préstamo con el Fondo para los años 2022 y 2023”, advirtió la economista Cecilia Todesca Bocco.
Es que, según sus cálculos, durante esos años habrá que transferirle al organismo montos equivalentes a 4 o 4,5 puntos del Producto Bruto Interno (PIB). “Eso es imposible, hay que rearmarlo y creo que se va a poder rearmar con el FMI y discutir. Luego está la deuda privada, y los analistas coinciden en que la deuda privada no tiene niveles que no puedan atenderse”, amplió.
Por ello, en esta oportunidad el FMI revisará con especial atención los ejercicios sobre la sostenibilidad de la deuda (tras la fuerte devaluación superior al 20 por ciento que se produjo en las últimas dos semanas y que elevó el volumen de los compromisos en dólares) y las fuentes de financiamiento alternativas que se podrían aplicar para renovar posiciones de la deuda privada como las Letras del Tesoro (Letes).
El diagnóstico final sobre esas variables será determinante para que la mesa chica del FMI apruebe luego el próximo desembolso previsto para septiembre, que ascendería a 5.400 millones de dólares. Después, lo que resta del crédito, son envíos de 969 millones.
“Mientras Macri esté en el Gobierno, el que tiene que negociar es él. Pero el Fondo va a querer contar con el consenso de Alberto Fernández y de Roberto Lavagna”, aclaró Héctor Torres, exrepresentante de la Argentina ante el organismo multilateral de crédito.
En esa línea se pronunció el economista Carlos Melconian, al advertir que “el acuerdo con el Fondo ahora hay que reelaborarlo a futuro” porque, remarcó, “el Gobierno tiene un acuerdo hasta el primer semestre de 2021, que desde enero no va más”.
“La economía jugó un rol en las primarias, evidentemente. Fue un llamado de atención no solo de coyuntura, sino estructural. Incluso aunque hubiera ganado el oficialismo, este período de acá a diciembre iba a ser de transición económica, porque la pregunta que todos se hacían es si seguía con más de lo mismo o si había un giro”, evaluó el expresidente del Banco Nación.
Ante esta situación tomó relevancia el testimonio del expresidente de Brasil Fernando Enrique Cardoso, quien rememoró en Buenos Aires las gestiones que realizó sobre el final de su segundo mandato, en 2002, para pedir un crédito al FMI con el apoyo de los aspirantes a sucederlo, incluido Luiz Inácio Lula da Silva.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior