Más mujeres en la Justicia, pero el 60% de los jueces son varones
El 20 de marzo último, un abogado y exsenador de la Unión Cívica Radical solicitó al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) que modificara el criterio de selección de personal e incorporara un “cupo masculino”, de modo que se reemplazara el orden de mérito único por uno para cada género, para que ingresaran a Tribunales “un 50 por ciento de los mejores aspirantes femeninos y otro 50 por ciento de los mejores aspirantes masculinos”.
El autor de la solicitud es Alberto Bustos Senesi, quien sostiene en la carta que la “desigualdad de género tiene a maltraer a los justiciables y a los abogados del lado de fuera de la barandilla”.
Polémico, agrega: “No se trata de desmerecer al género femenino que, como se sabe, exhibe condiciones, en algunos aspectos, que se destacan sobre lo masculino (…). Lo que se discute es que el TSJ, al efectuar las designaciones de personal, lo haga exclusivamente en base a los mejores promedios”. Bustos Senesi remata: “Sería saludable que, de ahora en más, el TSJ iguale a los géneros cuando designe personal”.
De acuerdo con los datos de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y con las estadísticas del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, las mujeres son mayoría en el renglón de secretarios, pero su presencia disminuye en porcentaje entre los magistrados, dentro de los cuales los varones acaparan la mayoría de los cargos.
El 64 por ciento de las personas que se desempeñan en la Justicia cordobesa (provincial y federal) es de género femenino, bastante más que el 56 por ciento de mujeres que hay en la Justicia a nivel nacional. Pero este porcentaje cae notablemente cuando se posa la lupa sobre camaristas, jueces y fiscales.
A diferencia de lo que propone el exsenador radical, Mercedes Blanc, vocal del Tribunal Superior de Justicia y titular de la Oficina de la Mujer, y la camarista federal Graciela Montesi coinciden en que los concursos dan garantías para que los más idóneos impartan justicia y anticipan que cada vez habrá más juezas. “Las mujeres ingresan al Poder Judicial de Córdoba por el sistema de concursos públicos, imparciales y anónimos, que aseguran la igualdad de oportunidades. Esto asegura la eliminación de odiosas discriminaciones”, dice Blanc.
De acuerdo con datos oficiales, en las últimas convocatorias, el 70 por ciento de la nómina de ingresantes eran mujeres y, actualmente, la cantidad de funcionarias que integra la planta jerárquica supera el 70 por ciento.
–Aunque hay más funcionarias, la mayoría de los jueces son varones. ¿A qué obedece? –preguntó La Voz a la funcionaria.
–Estos procesos de transformación cultural no se logran de un día para el otro. El primer paso para garantizar la igualdad de oportunidades ha sido estructurar concursos transparentes. En el tramo de los magistrados, el acceso se da por decisión del Consejo de la Magistratura. Actualmente, cuatro de cada 10 integrantes de la magistratura son mujeres, porcentaje impensado hace algunos años.
Una radiografía parecida se corresponde con la Justicia federal cordobesa, en la cual el personal de la Cámara de Federal de Apelaciones (que incluye La Rioja) se reparte en mitades iguales, pero con una preponderancia del género masculino entre camaristas y jueces: de 20, sólo dos son mujeres.
La camarista federal Graciela Montesi dice: “Que todavía exista desequilibrio de género en el desempeño de los cargos de la magistratura se debe, a mi entender, a que muchos de los jueces actualmente en funciones fueron designados conforme el mecanismo anterior a los concursos, los que han logrado oportunidades más parejas para el acceso de manera igualitaria a los cargos de jueces, ya que es necesario demostrar capacitación y no depende de la decisión política, como era anteriormente”.
También en los consejos de la Magistratura, organismos que intervienen directamente en la designación de jueces y fiscales, la mayoría de hombres es abrumadora: a nivel nacional, de 13 miembros, 11 son varones; y en Córdoba, sólo hay dos mujeres entre las nueve personas que lo conforman.
Para Blanc, “la implementación de concursos internos para la cobertura de cargos de funcionarios judiciales permitió que muchas mujeres accedieran a puestos que constituyen la antesala del acceso a la Magistratura: en este nivel jerárquico las mujeres constituyen el 73,8 por ciento”. Los puntos por ocupar esos cargos serían determinantes para ganar un concurso como juez o fiscal.
“¿Siguen existiendo resabios machistas? Sin ninguna duda –dice Montesi–. No en todo ni en todos, pero sí algunas personas, en actitudes prepotentes o de creída superioridad; algunos a los que se les hace difícil trabajar entre iguales, pero diferentes”.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior