¡Más que listos!
Ricardo Peralta, de 26 años, es un reciente egresado de la Tecnicatura Superior en Industrias Alimentarias. Cursó sus estudios en la Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional San Francisco. Es el jefe del grupo Scout 254 “José Ignacio Urquía”, algo fuera de lo común, dada su edad. “Soy el jefe de grupo más joven. Y si bien es algo loco, el movimiento promueve que los jóvenes nos hagamos cargo hoy de las cosas. Más que el futuro, somos el presente y por eso tomamos cartas en el asunto”, dijo.
El grupo se fundó hace 41 años y funciona en un hermoso predio ubicado en la ciudad de Arroyito. Allí, todos los sábados, jóvenes de 7 a 21 años se dan cita para participar de distintas actividades que se organizan según las distintas secciones y promueven la fraternidad y solidaridad entre pares, entre muchos otros valores. “Aquí educamos a futuros líderes comprometidos con la sociedad, porque nuestro país necesita eso: ganas de cambiar el mundo y de construir un mundo mejor”, destacó Ricardo.
Este año el grupo prevé la incorporación de una nueva sección a sus filas. La de los más pequeños, de 5 a 7 años. Para poder lograrlo, el movimiento Scout a nivel nacional les exige una serie de reformas y mejoras edilicias que permitirán contener a los más chicos, según condiciones óptimas de higiene y seguridad.
A partir de esta inquietud, Ricardo se reunión con un excompañero scout y estudiante de Derecho, Leandro Nievas, y con el arquitecto Mauro Cerino, para realizar un diagnóstico y pergeñar este proyecto sociocomunitario.
Así fue como, el sábado pasado, se concretó una nueva actividad surgida en el marco del programa Jóvenes del Centenario, de la Agencia Córdoba Joven. La iniciativa incluyó la refacción y pintura del rancho y los baños, además de la instalación de un freezer y una cocina industrial. “El aporte que hoy nos está dando la Agencia es gigante. Antes siempre nos costó mucho el vínculo con el Estado. Y ahora, a través del programa Jóvenes del Centenario, podemos contar con los recursos para ejecutar nuestros proyectos”, dijo Ricardo.
La actividad fue realizada de forma voluntaria por los grupos de chicos más grandes, mientras los más chiquitos se aprestaban a pasar su primera noche de campamento. Se izó la bandera, se realizaron distintos juegos grupales y también se trabajó en el horneado de las pizzas que luego son vendidas en la ciudad, para conseguir fondos y autosustentar el espacio.
La presidenta de la Agencia, Julieta Rinaldi, también se sumó a las acciones, junto al vocal de Directorio Jonatan Palomeque Farfán. “Nos interesa promover el compromiso y la responsabilidad entre los jóvenes y el trabajo que se hace en este grupo es invaluable. A través de Jóvenes del Centenario estamos brindando herramientas para que más jóvenes universitarios puedan concretar sus proyectos”, destacó.
En los días próximos se continuarán llevando adelante los distintos proyectos presentados por estudiantes y recientes egresados de universidades e institutos de Nivel Superior, públicos y privados. Quienes deseen sumarse pueden postular sus iniciativas ingresando a este link.
Clases de español y mucho más
También en este contexto, el viernes pasado se realizó una nueva actividad sociocomunitaria en el barrio Alberdi, de la capital cordobesa. Allí, se ejecutó el proyecto de Erika Pereyra y sus compañeras, quienes estudian la licenciatura de Español Lengua Materna y Lengua Extranjera, y también inglesa, en la Universidad Nacional de Córdoba.
Desde hace tiempo, Erika y sus compañeras vienen llevando adelante un taller de Lengua destinado a inmigrantes, en su mayoría haitianos. Algunos de ellos están estudiando español de manera formal y otros solo van al taller.
Ellas dictan clases de forma voluntaria y su propuesta formativa abarca distintos niveles de aprendizaje. El agregado es que no solo brindan contenidos sobre el idioma, sino que también les ofrecen herramientas prácticas, mediante encuentros fuera de las aulas. Así, les enseñan sobre historia, cultura y costumbres argentinas y cordobesas, y realizan visitas a museos, parques y lugares típicos.
A través del programa Jóvenes del Centenario, este grupo de universitarias pudieron conseguir los materiales didácticos necesarios para mejorar sus clases. Se trata de pizarras, libros e insumos varios, como cartulinas, plasticola, tijeras, lápices y lapiceras, cuadernos, entre otros. Y también incluye juegos didácticos, mapas y un retroproyector.
El viernes pasado, junto a la presidenta de la Agencia y miembros del Directorio, se hizo entrega de estos materiales y se vivió una jornada de intercambio cultural junto a los alumnos del taller.