Mercado inmobiliario: Se esperan indicadores positivos para el 2019
Existen al menos dos momentos que remarcan los titulares de las cámaras del sector inmobiliario como desencadenantes de la recesión con la que finaliza el año: la “turbulencia financiera” y «la ley de alquileres».
En general, el primer semestre de 2018 comenzó satisfactoriamente, hasta que las subas del dólar movieron el tablero por completo a las puertas del segundo semestre. “A mitad de año se produjo una parálisis casi total en el sector inmobiliario y entró en turbulencia el mercado financiero, hasta que se estabilizó y la gente volvió a la consulta”, expresa el presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Alejandro Bennazar.
En la misma línea, el presidente de la Cámara de Corredores Inmobiliarios de la Provincia de Córdoba, Agustín Tea Funes, apunta: “En todos los rubros que conciernen al sector inmobiliario se ha resentido la actividad en general, más que nada por las vicisitudes en el entorno macroeconómico”.
Contexto
Según Tea Funes, la suba del dólar incidió de manera inmediata en el sector. Además, “la incertidumbre a la hora de salir a invertir o alquilar se dio en el último semestre con la probable ley de alquileres, que los diputados no terminaron de entender: si se ataca la oferta se perjudica directamente al inquilino”, remarca, y agrega: “2018 fue complicado en materia inmobiliaria; pese a que el primer semestre comenzó a ritmo normal, en el segundo bajaron las ventas de manera interanual y se notó fuerte la recesión”.
A su turno, el presidente de la Delegación de la Provincia de Córdoba de la Cámara Argentina de la Construcción, Marcos Barembaum, expresa: “Como en la mayoría de las actividades, la construcción sufrió un quiebre. Tuvimos un primer semestre muy bueno en actividad en todos los sectores, especialmente lo vinculado a infraestructura; todos los indicadores subían mes a mes. A mediados de año, la turbulencia financiera afectó a la economía y a la construcción. En el segundo semestre, la situación fue distinta; tal vez en la construcción en Córdoba no se afectó tanto el empleo en relación a otras provincias, pero realmente fue cayendo la actividad”.
Panorama 2019
Ante esta realidad, el sector inmobiliario vislumbra un horizonte prometedor. La Cámara Inmobiliaria Argentina perfila “un año muy tranquilo que servirá para reacomodamiento.
El primer semestre va a ser para trabajar en propuestas vanguardistas, por ejemplo la incorporación del boleto a la inscripción del Registro de la Propiedad; va a ser con consumidor final, compra del pozo, que hasta ahora no ocurría.
En consecuencia, abundará la oferta; eso servirá para contener los valores y en algunos casos los va a reacomodar. El mercado se va a sincerar, y eso es muy bueno”.
Con similar optimismo, la Cámara de Corredores Inmobiliarios afirma: “Una vez que uno toca fondo, a posteriori mejorará. Además, el año que viene es electoral; habrá factores externos que van a incidir de manera inmediata en el sector, y consideramos que al gobierno no le va a convenir una disparada tan importante del dólar ni obstaculizar al inversor para que pueda invertir en materia de inmuebles.
Desde ahí, consideramos que será un año mejor, si bien existen factores que pueden llegar a determinar si va a ser bueno o no el año, por ejemplo que se reactive o no la ley de alquileres, que incide de manera directa sobre los inversores”.
Finalmente, se estima que la cosecha del campo va a traccionar mucho en la actividad, al menos en el primer semestre, haciendo que sea mejor y con mayores inversiones. Incluso, se espera que los alquileres no aumenten tanto, debido a la carencia de inmuebles existentes.
El sector de la construcción
Si bien para las cámaras inmobiliarias el 2019 será un año mejor, desde la Cámara Argentina de la Construcción Marcos Barembaum cree que la “reversión de la situación no va a ser rápida. La construcción es un segmento que tiene bastante inercia tanto para frenar como para arrancar .
Muchos proyectos de obras públicas y privadas demoran en frenar, porque no es tan fácil. Y, a su vez, demoran en arrancar porque hay muchas tareas previas para poner en marcha antes de iniciar los trabajos en una obra.
Si la economía mejora un poco, como especulan algunos analistas, en el segundo trimestre del año entendemos que hasta que llegue a la construcción van a pasar algunos meses más; por eso, pensamos en mejoras más bien desde el mes de julio en adelante”.
Fuente: La Voz del Interior