Milei amenazó a los gobernadores con desfinanciarlos y echó al ministro Guillermo Ferraro por contarlo
El presidente subió la presión y luego echó al ministro Guillermo Ferraro. Martín Menem, diputados de la oposición “dialoguista” y el vicejefe de Gabinete repasaron las disidencias al dictamen de mayoría.
La filtración a la prensa de una intempestiva amenaza presidencial a los gobernadores formulada por Javier Milei este jueves ante su Gabinete terminó en la primera renuncia de un ministro nacional en el día 46 de la gestión libertaria: Guillermo Ferraro dejará el Ministerio de Infraestructura.
El episodio describe tanto la crispación que reina en el Gobierno como las dificultades que atraviesa la aprobación de la “ley ómnibus” luego de un dictamen con mayoría de votos en disidencia y de la postergación para la semana próxima de la votación en Diputados.
Esas dificultades, que Milei atribuye a la acción de los mandatarios provinciales sobre los diputados, desataron la ira del presidente. “Los voy a dejar sin un peso, los voy a fundir a todos”, sentenció el jefe de Estado, según reveló Clarín, ante sus ministros.
Tras varias horas de caza de brujas, el presidente decidió echar a Ferraro por esa filtración y reducir al rango de secretaría ese ministerio, que pasaría a depender de Luis Caputo, el cada vez más influyente ministro de Economía.
Este jueves, no obstante, se reanudaron las negociaciones entre el oficialismo y la oposición “dialoguista” para imprimirle cambios al dictamen de mayoría, que entre otras cosas incluyen pedidos de gobernadores y el recorte de dos de las emergencias originales.
Antes de conocerse que dejaría el cargo, el ministro del Interior, Guillermo Francos, dio por cerradas las negociaciones al sostener que el Gobierno llegó a su “máxima capacidad de cesión en función de lo que pretende de la situación económica de los próximos meses”.
Sin embargo, en el Congreso el escenario es otro: las tratativas se reanudaron en el despacho del presidente de la Cámara baja, Martín Menem, en continuidad con las reuniones secretas que tuvieron lugar el miércoles en un departamento en el barrio porteño de Recoleta, con la presencia de Federico Stuzenegger, y en otro domicilio particular.
Diputados del PRO, la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal pasaron por la oficina de Menem, donde acudieron el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y Maximiliano Fariña, un economista cordobés de La Libertad Avanza a quien encomendaron la tarea de redactar los agregados y cambios al texto.
La tarea de este jueves estuvo abocada a revisar y amalgamar las numerosas disidencias que los bloques anexaron a la firma del dictamen de mayoría. Esperan que muchas de esas disidencias se traduzcan en cambios al dictamen, que serían oficializados en el recinto.
La sesión sería el martes, aunque aún no fue convocada de manera oficial. El lunes se realizaría una reunión de Labor Parlamentaria con la participación de Menem y jefes de bloque para ordenar el debate y, sobre todo, el tratamiento del proyecto en particular, que demandará muchas horas. El dictamen quedó con 525 artículos.
CAMBIOS
Según supo este medio, el oficialismo aceptó recortar más la cantidad de emergencias. De las 11 originales, quedarían en pie solo siete: se quitarán la previsional y la de salud. Ya se habían eliminado la social y la de defensa. De esta manera, se mantendrían la económica, financiera, fiscal, de seguridad, tarifaria, energética y administrativa.
Además, garantizaron que se aceptará un pedido sustancial de los gobernadores: coparticipar a las provincias lo recaudado por el régimen de regularización de activos (blanqueo), que originalmente era para capitalizar el Banco Central. En el dictamen no se incorporó esa modificación, pero se plasmará en el recinto.
También se sumaron tres economías regionales al listado de retenciones cero: alfalfa, tabaco y especias. No obstante, el Gobierno sigue firme en su intención de subir retenciones al maíz, trigo, derivados de la soja y productos industriales. Por el rechazo de toda la oposición “colaborativa”, esos artículos fracasarían en el recinto.
Tampoco asoma un acuerdo en torno a la implementación de la nueva fórmula de movilidad jubilatoria (ajuste mensual por IPC), ni los giros a las 13 provinciales con cajas previsionales no transferidas antes de pasar los activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES al Tesoro.
Mientras avanzaban las negociaciones, Hacemos Coalición Federal, el bloque liderado por Miguel Pichetto, emitió un comunicado donde ratificó que buscará “otorgar gobernabilidad y darle al Gobierno las herramientas que necesita para sacar a la Argentina de esta profunda crisis”.
“Pretendemos que (el debate) sea de cara a la gente, con total honestidad y transparencia, para que no se terminen votando de madrugada y a escondidas de la sociedad cuestiones centrales para el futuro de la Argentina”, enfatizó la bancada.
A pesar del ánimo colaborativo, los cordobeses que representan al gobernador Martín Llaryora, así como el radical Luis Picat, de la misma provincia, alertaron sobre un retroceso en el acuerdo que se había alcanzado para fomentar el sector de los biocombustibles.
LA DISPUTA DE MILEI CON LOS GOBERNADORES: LAS REPERCUSIONES
La disputa de Javier Milei con los gobernadores, desatada luego del aviso del recorte en los envíos de fondos en caso de no aprobarse la “ley ómnibus”, sumó un nuevo capítulo este jueves. Quien salió al cruce del Presidente fue el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, recriminándole que “dejen de amenazar” y “convoquen al diálogo”.
“Nuestra República se formó por la unión federativa de las provincias. El federalismo es un principio fundamental de la organización política de la Argentina. Los gobiernos provinciales garantizamos servicios esenciales como la seguridad, la salud y la educación. Es una falacia decir que las provincias somos responsables del déficit fiscal de la Argentina. Nosotros no somos responsables”, escribió el gobernador en su cuenta de X (antes Twitter).
“Saquen de su cabeza vernos de rodillas”, finalizó.
Quien también salió al cruce del Gobierno fue la diputada Natalia de la Sota. La legisladora acusó que “escondieron el dictamen” en Diputados.
“El Gobierno que dijo que iba por ‘la casta’ solo quiere ajustar al que labura con Ganancias, al que produce con retenciones más altas y a los jubilados con aumentos por debajo de la inflación. Ahora esconden el dictamen en Diputados mientras el presidente aprieta gobernadores”, posteó en sus redes sociales.