Nación apuesta por una reducción más drástica de la circulación por al menos quince días
El presidente Alberto Fernández y el pleno de sus ministros firmarán este viernes un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) con medidas que apuntarán a reducir más drásticamente la circulación social por al menos quince días en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y otras zonas del país con alto riesgo epidemiológico por los casos de Covid-19.
Según fuentes gubernamentales, el estilo será el mismo que el del último decreto: habrá una recomendación a los mandatarios provinciales sobre qué medidas tomar y en qué momento –de acuerdo a parámetros epidemiológicos- para frenar la curva de casos.
Pero, confían en Nación que esta vez habrá un mayor acompañamiento porque la situación empeoró.
En la noche de este jueves el Gobierno trabajaba en la redacción del DNU bajo un estricto hermetismo respecto de los detalles.
Se estaban ocupando Fernández; el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; y la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra. Las fuentes oficiales consultadas apuntaron que el objetivo es que se publique este viernes durante el día.
Mientras, el Gobierno busca poder acceder a más vacunas para escalar la campaña de inoculación.
El jueves estuvo en la Casa Rosada la encargada de negocios de la embajada de Estados Unidos en la Argentina, MaryKay Carlson, quien se reunió con la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y la asesora presidencial, Cecilia Nicolini. Se habló allí de las vacunas de AstraZeneca que están demoradas y de las negociaciones con Pfizer.
Fernández recibió en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza el vuelo 1051 de Aerolíneas Argentinas proveniente de Beijing con 1.000.000 de dosis de Sinopharm, completándose así los 2 millones de vacunas que llegaron esta semana.
Guillermo Justo Chávez, jefe de Gabinete de la Cancillería, dijo en declaraciones a Radio Con Vos que en los próximo “veinte o treinta días” llegarán las 580.000 dosis de la vacuna Covishield, que están demoradas.
La primera tanda había llegado el 17 de febrero y se aplicaron a fines de ese mes.
Funcionarios del ministerio de Salud explicaron que se observó una “leve desaceleración” de casos en las últimas dos semanas. No así con el número de fallecidos en los registros oficiales: este jueves hubo 561. Esto último responde a que la carga de fallecidos al registro oficial tiene más rezago que la de infectados.
Pero, los números de casos que se están conociendo no dan cuenta de una descompresión para el sistema sanitario. Fernández había expuesto ante los gobernadores en dos reuniones esta semana que sólo con vacunas (que aún son escasas) y testeos no se logra frenar la pandemia. Dijo que hacen falta más restricciones.
Y les pidió a los mandatarios provinciales que salgan a poner la cara más seguido, que hagan “docencia” para convencer a sus comunidades de que la pandemia no sólo no terminó sino que la segunda ola es mucho más virulenta y letal que la primera. “El epicentro del problema está en el AMBA pero hay alertas en varios lugares del país”, afirmó.
Fernández solicitó además reforzar los controles. Y afirmó: “Si estamos de acuerdo en restringir circulación me tienen que acompañar en el cumplimiento de las normas”. También expresó que la premisa es bajar la cantidad de contagios y para eso se debe garantizar que la circulación y los contactos sociales sean lo menor posible. “Hay que hacer ese esfuerzo”, planteó.
Así, Fernández preparó el terreno para las nuevas restricciones, que esta vez contarán con el apoyo de sectores que venían ejerciendo fuerte resistencia, como el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires que lidera el opositor Horacio Rodríguez Larreta. Desde la jefatura porteña admitieron ayer que Rodríguez Larreta restringirá la circulación a contadores, escribanos y abogados, exigiéndoles el trabajo en sus hogares, al menos por dos semanas.
Además, el Gobierno porteño cerrará al menos veinte pasos (de los 120) entre la Ciudad y el conurbano bonaerense, vallando grandes accesos que están en la avenida General Paz para encausar la circulación hacia los controles que tienen las fuerzas federales y la policía local.
Lo que está descartado, al menos por ahora, es que vuelvan las clases presenciales en los 40 partidos del Gran Buenos Aires, dado que el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, está de acuerdo con mantener las clases virtuales hasta que baje la pendiente de casos de Covid-19.
Los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), con sede en Estados Unidos, dice que hay alto riesgo epidemiológico cuando aparecen 100 casos diarios cada cien mil habitantes. El ministerio de Salud de la Nación estableció la vara en 150. Ese parámetro estaba en marzo en 300 nuevos casos cada 100.000 habitantes en la Ciudad de Buenos Aires y entre el 20 y 21 de abril llegó a 1.200 casos.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior