Paula García Veritá: «San Martín puede ser fundante de una nueva manera de mirarnos y de mirar la política»
DSF: ¿Cuáles son los aspectos más importantes para destacar del Gral. Don José de San Martín?
Paula G.V.: «Respecto de la gesta y del rol de San Martín como padre de la patria, que así lo presenta la historiografía oficial fundamentalmente después de lo que escribió Bartolomé Mitre sobre él, a mí me gustaría destacar dos aspectos. En primer lugar, la visión continental de San Martín. Entender ese plan continental en el medio de una gesta emancipadora por parte de los criollos en América del sur, que tuvo grandes líderes. Y no es menor el dato de que esta gesta, este plan continental, le haya dado la posibilidad a San Martín de tener ese nombre de padre de la patria».
«Siempre cuando charlamos sobre San Martín con una profesora que tuve en el secundario pensamos en la magnitud de lo que significó, en el año 1817, poder hacer el cruce de los Andes, poder liberar Chile y luego ir a Perú. Esta gesta no debe ser minimizada. No importa si el plan era un plan inglés, como finalmente descubrió Rodolfo Terragno, quien además publicó un libro en el año 2012 sobre la relación entre el cruce de los Andes y el plan Maitland (plan inglés donde estaban estudiadas las postas y las formas de llegar). Debe ser una gesta que debe ser revalorizada, deconstruida y fundamentalmente puesta en valor».
DSF: ¿Cómo se debe enseñar a San Martín?
Paula G.V.: «San Martín debe ser enseñado en su calidad de político, militar, que siempre se puso al servicio del bien común; que evitó volver a Buenos Aires cuando había una guerra civil, justamente para no enfrentarse con sus propios compatriotas; que consolidó la independencia y la idea de soberanía frente a cualquier imperio; que buscó generar en los nuevos países que él liberó, una conciencia nacional, una identidad nacional, que no solamente nos provee ahora de nuevos rumbos (por eso hablo ahora de deconstruir) sino que también nos facilita la búsqueda incesante que tenemos de identidad».
«Los argentinos estamos en tiempos complejos, como la mayoría de los países o de las sociedades del mundo actual. La pandemia, la falta de trabajo, la pobreza extrema, las debilidades sociales, la poca representación, la falta de participación, la apatía política y el siempre intersticio vacío que ha dejado la representación para algunos sectores. Revincularnos con nuestra historia nacional desde la lógica de la política es lo que nos permite generar nuevos espacios de participación».
DSF: ¿Qué enseñanzas podemos sacar aún hoy de ese plan continental, de esa noción de San Martín?
Paula G.V.: «En primer lugar, pensarnos en términos de Latinoamérica y no de un país europeo. Esto implica cambiar nuestras estructuras de base; implica saber y reconocer la existencia de pueblos originarios preexistentes, como lo sostiene la constitución; reconocer al inmigrante como aquel que nos permitió fundar una gran nación, pero también que nos enseñó a trabajar; impedir que nuestros jóvenes se vayan hoy buscando nuevas alternativas; y fundamentalmente entender a nuestros representantes y exigirles que promuevan el bien común. No es una cuestión menor».
«San Martin, sus máximas, Merceditas, su plan continental, su llamado a la unidad, sus valores como un militar que nunca iba a desenfundar la espada contra un igual, creo que nos están dando los insumos necesarios para repensarnos como sociedad. San Martín no fue un hombre más para la historia argentina».
DSF: ¿Cuál es el legado de la obra sanmartiniana en términos de los contextos complejos actuales?.
Paula G.V.: «Como no soy historiadora, me permito pensar a San Martín en términos políticos, pensar por qué hoy San Martín puede ser fundante de una nueva manera de mirarnos y de mirar la política, y me permito también tener la libertad de poner en tensión estas ideas de San Martín».
«Su exilio, su evasiva al regreso, su identidad latinoamericana, su construcción en Europa, su tristeza por ser un desterrado, también nos deben alumbrar un camino de construcción que tiene que ser diario. Nosotros los argentinos, en mi caso siendo hija de la democracia, escuchamos todos los días formas de cuestionar nuestra democracia, pero también sabemos que es la única manera en donde la libertad de todos puede ser consagrada, donde la diversidad puede ser consagrada. Entonces busquemos en San Martín más patria y menos proeza, porque San Martín nos enseñó que, desde la voluntad del bien común, desde esos granaderos que lucharon convencidos de sus ideales, nosotros también podemos volver a resurgir».
«Hablo de resurgir porque nosotros nos debemos como sociedad un nuevo pacto que no quiebre el contrato entre representantes y representados, sino por el contrario que se funde en la soberanía popular y en la idea de una construcción democrática firme, consistente, en donde aquel que se salga de la ley sea juzgado como tal, sin importar el cargo político que ocupe».
«Creo que esas fueron las mayores enseñanzas de San Martín y como hoy podríamos leerlo en una lectura posmoderna. Su rol como político, sus aperturas, su vocación de unidad, sus valores de ciudadano ante todo, y su privilegio por la unidad, deben ser las máximas que nos deben guiar en la actualidad».
(*) Licenciada en Relaciones Internacionales, maestranda en Ciencias Sociales de la Universidad de Quilmes.
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