Por el clima, Córdoba ya pierde 17 millones de toneladas de granos y tendrá la peor cosecha en 11 años
La sequía a lo largo de todo el verano y la helada del 18 de febrero fueron un combo letal para la producción, que cae 43% respecto al ciclo anterior. En plata son U$S 7 mil millones menos que en la campaña anterior.
Los productores agrícolas de Córdoba recordarán, tristemente, a la actual campaña de granos como la de los fenómenos climáticos contrastantes y, por desgracia, todos perjudiciales para la producción.
Es que la falta de agua y las altas temperaturas que gobernaron buena parte de la primavera y el verano conformaron un escenario de sequía que se vio agravado por la presencia de un evento excepcional para esa época del año: la helada registrada el 18 de febrero.
Ese combo fue letal para la producción agropecuaria. Según un informe elaborado por el Departamento de Información Agronómica (DIA) de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), la cosecha de soja, maíz, trigo, maní, girasol y sorgo en la provincia será de 21,27 millones de toneladas.
El volumen representa una caída del 43% respecto a la campaña anterior, cuando las cosechadoras habían recolectado 37,2 millones de toneladas. Se trata de una pérdida de 17 millones de toneladas y que coloca a la producción cordobesa en la más baja desde los últimos 11 años, según los datos del BCCBA.
Hay que retrotraerse hasta la campaña 2011/2012 para ver una cifra menor, cuando se recolectaron 18.900 millones de toneladas.
“Marzo comenzó con un desmejoramiento en la condición de los cultivos, lo cual explica los recortes sucesivos en la producción de maíz, soja, sorgo y maní. ️De no revertirse inmediatamente las condiciones ambientales, se esperan mayores caídas de rinde, área a cosechar y producción”, alertaron desde la BCCBA.
“El valor bruto de la producción caería al menor valor en cinco campañas y representan U$S 7 mil millones menos respecto a la campaña anterior. Con rendimientos normales, la producción podría haber superado los 41 millones de toneladas, pero sólo alcanzaría poco más de 21 millones de toneladas. En este contexto, el valor bruto de la producción provincial sería U$S 7.700 millones menos respecto al potencial”, dimensionó Gonzalo Agusto, economista jefe del Departamento de Economía, a través de un informe de la BCCBA.
Hay que retrotraerse hasta la campaña 2011/2012 para ver una cifra menor, cuando se recolectaron 18.900 millones de toneladas.
“Marzo comenzó con un desmejoramiento en la condición de los cultivos, lo cual explica los recortes sucesivos en la producción de maíz, soja, sorgo y maní. ️De no revertirse inmediatamente las condiciones ambientales, se esperan mayores caídas de rinde, área a cosechar y producción”, alertaron desde la BCCBA.
“El valor bruto de la producción caería al menor valor en cinco campañas y representan U$S 7 mil millones menos respecto a la campaña anterior. Con rendimientos normales, la producción podría haber superado los 41 millones de toneladas, pero sólo alcanzaría poco más de 21 millones de toneladas. En este contexto, el valor bruto de la producción provincial sería U$S 7.700 millones menos respecto al potencial”, dimensionó Gonzalo Agusto, economista jefe del Departamento de Economía, a través de un informe de la BCCBA.
Si el clima hubiera sido normal y a partir de la producción potencial de Córdoba, con base en rendimientos promedios, la actual campaña podría haber aportado más de 41 millones toneladas, según la BCCBA, con un valor bruto de la producción récord de U$S 16 mil millones.
“De esta manera, las pérdidas respecto al potencial superan en 20 millones de toneladas por un valor de U$S 7.700 millones”, aseguró el informe.
En este contexto, el valor bruto de la producción 2022/2023 alcanzaría los U$S 8.300 millones, lo que representa una caída de U$S 7.000 millones menos que la campaña anterior. Es el menor aporte en las últimas cinco campañas y se ubica más de U$S 1.700 millones por debajo del promedio histórico que, según el BCCBA, es de U$S 10.100 millones.
El ingreso bruto de la cosecha, descontados los derechos de exportación y los gastos de comercialización, sería de U$S 5.900 millones, casi la mitad que en la campaña anterior, cuando la cantidad de dólares que quedó entre los actores del proceso productivo fue de U$S 10.972 millones.
LA CAÍDA EN LA PRODUCCIÓN, GRANO POR GRANO
El informe realizado durante la primera quincena de marzo, a través del aporte de la red de colaboradores del DIA de la entidad bursátil y técnicos referentes distribuidos en toda la provincia que suministraron datos zonales, muestra que el maíz seguirá siendo el principal cultivo productivo en Córdoba.
Con un rendimiento hasta el momento de 56,2 quintales por hectárea, los 2,298 millones de hectáreas que hay para cosechar (31% menos que las sembradas) contribuirán con una cosecha de 12,9 millones de toneladas. Representa una caída del 36% respecto a la campaña anterior.
La soja será el cultivo que más siente hasta el momento el impacto del clima.
La superficie a cosechar se redujo en 825 mil toneladas y el volumen de producción sería de 6,4 millones de toneladas, 45% menos que en la campaña anterior, cuando se recolectaron 11,60 millones de toneladas.
Otro cultivo que refleja un achique en todos sus indicadores productivos es el maní. La siembra de 249.900 hectáreas ya mostraba una caída de 15% respecto a la campaña anterior. Debido al clima, el área cosechar se redujo en 13.600 hectáreas, por lo que la estimación de producción es de 436.100 toneladas de grano limpio y seco, 32% menos respecto a las 639 mil toneladas de la campaña anterior.
El girasol es el único grano que tendrá en esta campaña mayor producción que en la anterior, explicada por su mayor superficie sembrada. Con 92.700 hectáreas implantadas en la provincia, 30% más que en el ciclo agrícola anterior, y 5.500 hectáreas perdidas, la producción se calcula en 167.600 toneladas. Representa un aumento de sólo 6% más que las producidas en la cosecha anterior, cuando el volumen fue de 158 mil toneladas.
De los cultivos de verano era el único que, hasta la confección del informe, había comenzado con su recolección, con un avance del 30%.
El sorgo cierra la lista de producciones estivales con una estimación de 268.800 toneladas, 39% menos que en la campaña anterior.
El calendario agrícola 2022/2023 había arrancado con la cosecha de trigo. El cereal aportó a la provincia 1,044 millones de hectáreas, 74% menos que en la campaña pasada, cuando la recolección de espigar alcanzó los 4.055 millones de toneladas.
LA CAÍDA EN EL APORTE ECONÓMICO, GRANO POR GRANO
Según los cálculos de la BCCBA, el cultivo que más perdería respecto a su potencial en Córdoba es el maíz con más de U$S 3.400 millones, seguido por la soja con pérdidas por U$S 2.825 millones de soja; el trigo, con U$S 754 millones y el maní, con U$S 565 millones.
Los menores ingresos económicos que aportarían los cultivos tendrían un impacto negativo en los distintos sectores de la economía provincial, si se tiene en cuenta –precisa la BCCBA– que la cadena agroindustrial representa el 31% del Producto Bruto Geográfico de Córdoba.
“Los U$S 7.700 millones que no aportará la producción agrícola equivalen al valor de 64.400 departamentos de un dormitorio en Nueva Córdoba, uno de los barrios donde el valor del metro cuadrado es uno de los más caros de la ciudad capital de la Provincia; a 172 mil camionetas 4×4 doble cabina o a la demanda de 11.300 cosechadoras”, graficó el informe.
En este sentido, una producción menor a la potencial implica menor actividad económica en el interior, que se vería materializada en 660.000 viajes menos en camión hacia los distintos centros de transformación o el puerto.
“Para el fisco provincial, implica menores ingresos por más de $ 10.800 millones lo cual equivale a dos nuevas maternidades provinciales equipadas o 3.430 viviendas sociales”, comparó el informe del Departamento de Economía de la BCCBA.
Por la dimensión y la importancia que tiene el agro en la estructura económica y social de la provincia, “la catástrofe productiva en Córdoba, y en Argentina en general”, –afirma la entidad– genera un impacto negativo para las economías regionales.
Además, la menor producción afectará el ingreso de divisas para el país, como consecuencia de menores exportaciones.