Positivo para el comercio exterior ¿Bueno para todos?
Opinión de Gustavo Scarpetta – Especial para DSF
El economista tucuman Ricardo Arriazu dijo ayer en un evento virtual que no estaba de acuerdo con la banda y tampoco con una devaluación. Algo similar habia declarado Blejer la semana pasada, respecto a la devaluación.
Sin embargo, el gobierno decidió comenzar a desarmar el cepo e ir a un sistema de bandas entre $1.000 a 1.400, nivel máximo al cual vendería dólares -que le prestó el FMI-.
También se eliminó el dólar blend que era un reclamo del Fondo, y significa que ahora las exportaciones se liquidaran completamente por el dólar oficial, que nadie puede asegurar cuanto será el lunes y toda la semana. Siempre la incertidumbre complica las exportaciones. Podríamos estimar que debería ser mayor a $1.096 -dólar oficial-, aunque el viernes liquidaba 80% al oficial y 20% al Dólar CCL, algo así como 1.150 pesos, por lo que para que sea una ventaja para los exportadores, desde el lunes, la cotización debería ser mayor que ese monto.
Para los importadores se modificaron los plazos de pago, porque desde las nuevas medidas, podrán pagar desde el día del registro de la importación (antes eran 30 días después), mientras que aquellas empresas que tienen el certificado Mipyme podrán pagar desde la fecha del embarque en origen, o sea en el caso de China hasta 50 días antes de la importación.
El ciudadano de a pie podrá comprar dólares sin límite y sin el pago del impuesto, aunque no se elimina para las compras con tarjetas ni turismo. Por esta vía se fueron más de 2.000 mil millones de dólares por mes en enero y febrero, y este llamado dólar “tarjeta” podría irse hasta $1.820.
Devaluación significa más inflación
Si el dólar arranca el lunes por arriba del nivel de hoy, sería claramente una devaluación que mejora el tipo de cambio para los exportadores, que estaban golpeados por un tipo de cambio atrasado. Los últimos días habían parado sus liquidaciones esperando un salto en el tipo de cambio, y esto puede mejorar la liquidación. A mediano plazo podría aumentar las exportaciones y las liquidaciones.
Aunque un tipo de cambio más alto, mejora tanto la competitividad como los precios internos de los producdtos que Argentina exporta: carne, maiz, trigo, vino, miel, y un largo etcetera. Siempre una devaluación fue un salto inflacionario justo el día que se dio un indice de 3.7% que marcó una curva ascendente considerando los indicadores de enero y febrero.
Un dólar más cercano a 1.400 puede motivar la liquidación de dólares del agro y la venta de soja retenida en espera de una mejor cotización.
En importación, si se mantuviera el dólar en la banda de 1.400, no sería un gran cambio porque muchas empresas ya importaban a un valor dólar MEP parecido a ese valor.
Guerra comercial
El contexto internacional marca que la guerra comercial llegó para quedarse, aunque por ahora en el ring esten subidos solo los dos grandes jugadores: EEUU y China. Aunque se mantenga con estos dos, desarrollará una caída en el comercio global y un debilitamiento de exportaciones e importaciones. El peor escenario era mantenernos con un dólar atrasado, mientras China necesita vender sus excedentes que no podría vender en EE.UU.
Conclusiones
Muchas cosas dependerán de como reaccione el mercado la semana próxima. Salir del cepo -algo existente solo en países con escaso crecimiento y perspectivas- sigue siendo esencial para normalizar la economía. De alguna manera hay que salir de ese sistema que existe en pocos países del mundo.
El otro tema es que el dólar está atrasado y dificulta exportaciones, promoviendo importaciones, y para corregirlo es más inflación, pero podría ser un costo a ajustar. Son dos acciones a la vez, por un lado flexibilizar el cepo y mejorar el tipo de cambio, aunque será con más inflación y golpe al bolsillo. El resultado final dependerá de otras acciones como el escenario global, mantener los superávits y las reacciones del mercado.