Cómo quedará conformado el Congreso a partir del 10 de diciembre
Tal como se había previsto, los resultados de las elecciones legislativas le brindaron al Gobierno un apoyo político que se traducirá en bancas en el Congreso, algo que será clave para negociar las futuras leyes que consideran fundamentales de cara al 2019.
En la Cámara de Diputados, Cambiemos seguirá siendo primera minoría pero aumentará en gran escala su representatividad, llegando a los 107 legisladores propios (tenía 86, renovaba 40 y ganó 61) y sumando dos más contando a Martín Lousteau y Carla Carrizo, que entraron por ECO, y anticiparon que, si bien apoyarán al oficialismo, mantendrán su bloque propio. También será una aliada permanente la tucumana Teresita Villavicencio, por lo que serán 110. Con este número, el Gobierno podrá depender menos de otras bancadas en comparación a los dos años que pasaron, aunque no le alcanzará para prescindir del poder de negociación.
El Frente para la Victoria empeoró su performance con respecto a las PASO y por eso deberá resignar diputados. Actualmente son 71, ponían en juego 31 y consiguieron 26, por lo que ahora serán 66. Y esto será en los papeles, porque en la práctica habrá que ver cuántos legisladores rompen con el bloque para sumarse al peronismo no K que impulsan los gobernadores, Miguel Ángel Pichetto desde el Senado y un grupo de diputados en la Cámara baja. Serán al menos 5 o 6 y algunos son optimistas y piensan en potenciales 10 o 12.
Justamente este bloque de peronismo no K salió muy beneficiado. Sumando al bloque Justicialista (17), al Frente Cívico por Santiago (6), al Peronismo para la Victoria (5), a Juntos por Argentina (4), a Compromiso Federal (3) y al Frente de la Concordia Misionero (3) suman 38 diputados y ponían en juego 18. Se hicieron con 27 escaños y formarían un interbloque de 47 diputados. Pero el objetivo es sumar a los massistas, que fueron de los más perjudicados: tenía 37, renovaba 20 y perdió 16, quedando con 21. Todos juntos serían 68 -rozando los 75 contando a los kirchneristas que emigren-, un gran número que les permitiría ser segunda minoría y ganando el poder de negociación.
Pero una aclaración: la presencia de los santiagueños, los santafecinos y los misioneros no es segura, ya que su intención es permanecer como bloque, a pesar de que eventualmente acompañen en las votaciones. En este caso, el peronismo pasaría a tener poco más de 60 integrantes.
Este armado lejos de Cristina Kirchner, trabajando en espejo con el Senado, en donde estará la ex presidente, será el puntapié que el peronismo utilizará para impulsar su renovación y le servirá al Gobierno para consensuar con los gobernadores los proyectos más importantes que aprobará durante lo que resta del año parlamentario y en sesiones extraordinarias.
Lo más inmediato será la expulsión de Julio de Vido a raíz de su pedido de desafuero y detención, acusado de defraudar al Estado en la puesta en marcha de la mina de carbón de Río Turbio. El martes se tratará en comisión y el miércoles llegará al recinto, en donde algunos legisladores que no apoyaron sacarlo por inhabilidad moral en este caso votarán a favor y el ex ministro de Planificación kirchnerista seguramente sea desaforado. La primera señal de cambio de cara a la nueva conformación.
También deberá darle sanción definitiva a la Ley de Responsabilidad Penal Empresaria y a la prórroga a la ley que evita los desalojos indígenas, ambas con media sanción en el Senado. El proyecto que pena la corrupción de las empresas es fundamental para Macri -lo envió él- porque es necesario para entrar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Finalmente, el Gobierno tiene interés en aprobar un paquete de leyes económicas «claves» para sus objetivos de cara al 2019. El más importante es el Presupuesto 2018 pero también apuntan a la Responsabilidad Fiscal (ya ingresó al Senado), Reforma Impositiva, Impuesto al cheque (ya en Diputados) y un revalúo del Impuesto a las Ganancias para empresas, que también ingresó en Diputados.
Senado
Gran elección de Cambiemos, que apostará a la división que Cristina Kirchner generará dentro del PJ-FpV que comanda Miguel Ángel Pichetto para intentar ser primera minoría o, al menos, asegurarse que ninguna bancada maneje el recinto.
Habiendo ganado en las provincias de Buenos Aires, Santa Cruz, La Rioja y Jujuy, y saliendo segundo en San Luis, San Juan, Formosa y Misiones, el oficialismo obtuvo 12 senadores y totalizará 25 a partir del 10 diciembre. Esto es porque actualmente tiene 17 y renovaba tan solo 4.
Por su parte, el Frente para la Victoria, que hoy tiene 36 y ponía en juego 15, solo obtuvo 4 y también quedará con 25. Pero dentro de esta bancada de 25 está incluido Miguel Ángel Pichetto, el presidente, que ya advirtió que no compartirá espacio con Cristina Kirchner. Es decir que el FpV se dividiría entre PJ y Unidad Ciudadana, dejando a Cambiemos con la mayor cantidad de integrantes. Sin embargo, esta escisión que encabeza Pichetto se unirá al peronismo no K que trabajará en la Cámara alta en tándem con Diputados para pelearle a Cambiemos el poder.
Contando lo máximo a lo que pueden aspirar, tendrán 33 legisladores: Guillermo Snopek (Jujuy), Carlos Menem (La Rioja), Maurice Closs y Magdalena Solari (Misiones), José Uñac y Cristina López (San Juan), Alberto Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso (San Luis), Zamora y Cappellini (Santiago del Estero), Juan Carlos Romero (Salta), Crexell y Pereyra (Neuquén), Norma Durango y Daniel Lovera (La Pampa), Alfredo Luenzo (Chubut), Carlos Caserio (Córdoba) y Boyadjian (Tierra del Fuego), José Alperovich (Tucumán), Carlos Espínola (Corrientes), Omar Perotti (Santa Fe), Rodolfo Urtubey (Salta), Eduardo Aguilar (Chaco), Beatriz Mirkin (Tucumán), Pedro Guastavino (Entre Ríos), José Mayans (Formosa), Margarita González (Formosa), Sigrid Kunath (Entre Ríos), Inés Blas (Catamarca), Julio César Catalán Magni (Tierra del Fuego), Dalmacio Mera (Catamarca) y José Ojeda (Tierra del Fuego).
Sin embargo, aclaramos que este es el mejor escenario porque seguramente sean menos. Los misioneros adelantaron que mantendrán su bloque propio, más allá de que circunstancialmente acompañen en ciertas votaciones. Los mismo sucede con los santiagueños, que ya vienen trabajando individualmente. Rodríguez Saá no es garantía, más aún cuando se mostró cerca de Cristina Kirchner esta campaña, aunque mantendría su bancada de Compromiso Federal junto a Negro de Alonso. Entre los neuquinos y los pampeanos, los que más chances tienen de permanecer son los segundos, porque el MPN suele tener su agenda. Y, finalmente, Juan Carlos Romero, que tiene un monobloque, votó junto al Gobierno muchos proyectos.
Así las cosas, el bloque de peronistas no K que encabezaría Pichetto tendría aseguradas 23 bancas y sumaría aliados dependiendo de la votación.
Por su parte, la ex presidente será la líder de un espacio de 10 senadores: Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), Silvina García Larraburu (Río Negro), Ana María Ianni (Santa Cruz), Ana Almirón (Corrientes), María Inés Pilatti (Chaco), Marcelo Fuentes (Neuquén), María de los Ángeles Sacnun (Santa Fe) y por Chubut Juan Mario Pais y Nancy González.
25-23-10 es la ecuación que más le cierra a Cambiemos ya que así serían primera minoría, algo impensado cuando comenzó el año electoral. Sin embargo, deberán trabajar intensamente puertas adentro para contener al peronismo y, sobre todo, a Cristina Kirchner, que volverá a la escena política y utilizará el recinto como tribuna para esgrimir sus críticas.
Fuente: Infobae. Infobae