Sanfrancisqueño sufre robo piraña en Córdoba
Luego de la dura rutina semanal entre medio de los libros, como cualquier joven en su edad universitaria, llegan los fines de semana y quieren disfrutar la «vida nocturna». Más todavía si es en Córdoba donde miles de adolescentes esperan salir a divertirse en la «noche cordobesa», en este caso Nueva Córdoba.
Este barrio de la capital provincial que congrega a miles de estudiantes que se mezclan entre tantos bares y pubs. Chicos y chicas de diferentes rincones de nuestra Córdoba y otras provincias de nuestro país y que se le suman extranjeros que llegan a «la docta» por conveniencia económica para continuar sus estudios.
En los últimos meses creció exponencialmente la inseguridad en toda esta zona hasta llegar al límite de ataques sorpresa en horas de la madrugada en forma de «pandilla» a transeúntes y despojarlos de todo.
La policía incrementó su presencia aunque lejos de solucionarse el tema, crece con el paso del tiempo. Desde la rebelión policial en la noche del 3 de Diciembre de 2013 donde la provincia fue tierra de nadie, Nueva Córdoba no fue más la misma. Los delincuentes tienen libre circulación y lo sufren jóvenes indefensos con robos diarios y a toda hora. Se observan policías en cada manzana pero no alcanzan para disminuir los delitos.
Los robos “piraña” son arrebatos callejeros cometidos en su mayoría por jóvenes que rodean a peatones y aprovechan la sorpresa y la impunidad de actuar en número para despojarlos de billeteras, relojes, celulares, carteras, ropa y todo lo que lleven. Luego corren muchas veces en distintas direcciones, imposibilitando que los persiga algún testigo o incluso la Policía.
Las víctimas no tienen tiempo ni modo de reaccionar, quedando estupefactas del miedo y el desconcierto al ser rodeadas por un gran número de arrebatadores que las neutralizan, les meten las manos en los bolsillos y las golpean y derriban en caso de ser necesario.
Este último Domingo a la madrugada lo sufrió un sanfrancisqueño que salía de un local bailable sobre La Cañada a metros de San Luis. Él junto a otro amigo y varias chicas que habían conocido durante la noche caminaban con destino a sus viviendas y de repente un joven quiere arrebatarle la cartera a una de las mujeres. El oriundo de nuestra ciudad al ver lo que sucedía quiso defenderla y fue cuando aparecieron 15 personas y lo despojaron de todo incluyendo golpes de puño y puntapiés. Como pudo, y ante la atenta mirada de cientos de jóvenes que no quisieron intervenir, pudo zafar y correr junto a su grupo de amigos para que la situación no termine en una tragedia.
La historia terminó con algunas contusiones en su cuerpo, el celular sustraído y el pantalón completamente roto, lo cual llegó al departamento de un amigo en «calzoncillos».
No quiso realizar la denuncia policial. «¿Para qué hacer la denuncia? Si no investigan nada. Hoy los choros caminan libremente por las calles y los que tenemos que cuidarnos de ellos somos nosotros, la gente común no ellos que deberían estar detrás de las rejas» declara S.B. el sanfrancisqueño atacado.
«Sentí mucha impotencia. Tanta gente alrededor y ninguno quiso meterse. Pude zafar pero podría haber terminado muy mal» agrega el joven de 29 años que disfrutaba la noche cordobesa.
Para finalizar aclaró «Por un tiempo no saldré. Tengo mucho miedo. Les recomiendo que si lo van a hacer, sea en taxi porque caminando lamentablemente hoy la calle es de los delincuentes».
Tampoco es casualidad la zona donde atacaron las “pirañas”: el forzado “triángulo” que a grandes rasgos conforman Estrada/Pueyrredón, Hipólito Yrigoyen y Cañada, un sector característico por las calles oscuras y desoladas cercanas a Güemes donde se aglutinan discotecas para adolescentes, incluso aquellas habilitadas por la Municipalidad para el ingreso de menores.