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Se agrava la escasez de gasoil en Córdoba y advierten que será peor

La cosecha gruesa desnuda el desabastecimiento. Fuerte aumento del crudo, precios atrasados y desinversión: combo perfecto.


La mejora en el nivel de actividad y, muy especialmente, la recolección de la cosecha gruesa en todas las zonas productivas tienen un efecto colateral que ya venía siendo advertido desde diversos sectores: falta de combustibles.

Las estaciones de servicio tienen niveles de reservas de naftas al límite y serios faltantes de gasoil, combustible clave para todo el proceso.

En algunas localidades (como en Alta Gracia), algunos dueños de estaciones están racionando la venta de diesel a 15 o 20 litros por vehículo con la idea de repartir las reservas entre más clientes.

El fenómeno se repite en otros puntos de venta, en especial del interior de Córdoba, donde incluso hay numerosas estaciones sin gasoil porque ya vendieron todo el cupo.

DESABASTECIMIENTO: “NO HAY ESPECULACIÓN”

“No se trata de especular con el producto, lo que algunas estaciones están haciendo es evitar que los primeros clientes llenen los tanques y que otros no puedan reponer nada”, explicó Gabriel Bornoroni, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de la República Argentina (Cecha).

El dirigente asegura que el problema no tiene relación con la guerra en Ucrania, sino que “viene desde el año pasado, porque no se han hecho las inversiones necesarias”.

Para Bornoroni, la demanda supera a la oferta, lo que se importa no alcanza y el resultado es la escasez.

“Como por la cosecha se consume más, el problema salta ahora, pero no es nuevo y se está agravando”, explicó el dirigente empresarial que, además, dijo que “el precio de venta de los combustibles están atrasados un 35%”.

AUMENTOS Y ATRASOS EN EL PRECIO DE LAS NAFTAS

Las naftas y las dos variedades de gasoil mantuvieron sus precios congelados desde mayo del año pasado, hasta febrero último.

En esos meses, la cotización de los futuros del crudo Brent, la variedad que sirve de parámetro en la región, avanzó de 67 a 110 dólares.

Con picos en 120 cuando comenzó la invasión de Rusia en Ucrania.

Es un escenario complejo porque sólo el precio del barril representa cerca del 40% en la composición del de la nafta y del gasoil.

Otro factor en juego es el dólar oficial, que desde comienzos de 2022 el Gobierno está dejando subir con mayor fuerza que en 2021, cuando lo contuvo en tiempo de elecciones.

La moneda estadounidense es importante ya que las refinerías compran el crudo a precio dólar, lo adquieran afuera o en la Argentina.

En realidad, la estrategia oficial casi desde que asumió Alberto Fernández a la Casa Rosada fue retomar el llamado “barril criollo”, un precio de referencia artificial que ahora ronda los 55 dólares.

El problema es que la brecha con el precio internacional fue sostenible hasta los 65 ó 70 dólares porque, entre retenciones y costos de traslado, los precios se terminaban equilibrando.

Con el Brent a 80 dólares y mucho menos a 107, como cerró este lunes, esa paridad se tensa más y presiona toda la cadena.

Parte de la diferencia se cubre con subsidios, pero sólo para sostener el negocio, no para inversiones.

Además, con la demanda en alza, el combustible escasea.

MÁS ACTIVIDAD, MÁS DEMANDA, MÁS PRESIÓN EN EL PRECIO

Al mismo tiempo que el campo está requiriendo más gasoil, toda la industria en general está en un proceso de expansión que implica más consumo de combustible, lo que presiona aún más por el lado de la demanda.

El auge del turismo en los meses de verano también impactó en la venta de naftas, lo mismo que el regreso a la presencialidad plena de las clases desde marzo.

El combo se completa con la oferta acotada por la falta de inversiones, el desinterés de las empresas que venden a precios descalzados de los valores internacionales y la necesidad del Gobierno de contener el aumento de un ítem considerado clave para evitar un mayor despegue de la inflación.

QUÉ DICEN LOS TRANSPORTISTAS

Rolando Pérez, gerente de la Cámara Empresaria del Autotransporte de Cargas de Córdoba (Cedac), describió la falta de gasoil como “un problema muy complejo”.

Entre las causas, mencionó, como Bornoroni, al “atraso de alrededor del 30% que tienen los combustibles” y a un problema puntal respecto del último aumento.

“La semana pasada subieron los precios en las estaciones un promedio del 11%, pero en la venta a granel, aumentó un 27%. Eso hizo que el litro esté entre 10 y 12 pesos más caro entre una boca y otra. Esto provocó un corrimiento del mercado presionando más aún la demanda en los surtidores minoristas”, detalló Pérez.

Para el dirigente transportista, el problema que había comenzado el año pasado ahora se agravó, pero en las próximas semanas “se va a profundizar todavía más” porque “no se advierte cuál puede ser la salida”.

“Estamos en un cuello de botella, vamos a estar más complicados, el panorama no es nada alentador, la cosecha recién empieza, a nivel gobierno, ni nacional ni provincial, los funcionarios no hablan”, dijo.