El sector gráfico local perdería 10% de sus empresas por la cuarentena
Desde que arrancó la cuarentena por el coronavirus hasta la actualidad, 15 industrias gráficas cerraron en la provincia y hay otras seis se dieron unos meses de espera antes de liquidar sus bienes.
Los datos, que no incluyen a pequeñas imprentas y emprendimientos unipersonales, fueron recogidos por la Unión Gráfica Argentina (Ugar), según la cual las cifras representan 9,4 por ciento del sector en la provincia.
El cierre de empresas como consecuencia de la pandemia no es exclusivo de la industria gráfica. La semana pasada, la Cámara de Comercio de Córdoba reveló que cerraron 3.500 negocios, afectando a más de 17.000 empleados, 2,8 por ciento de los negocios del rubro.
El sector gráfico viene en retroceso por el avance de la transformación digital, pero el aislamiento para frenar el virus Covid-19 profundizó el cambio.
“Hay sectores que caen vertiginosamente, como es el caso de la imprenta que hacía alguna revista de nicho o barrial. Sin posibilidades de circulación, no tienen ninguna chance de captar publicidad”, advierte Gastón Ferraro, presidente de la Regional Centro Noroeste de la Ugar.
Según advierte el empresario, la industria gráfica sufre este proceso de achicamiento a nivel global. “Sólo que en Europa, con un crédito blando o asistencia del Estado se pueden reconvertir a otra actividad; la falta de financiamiento agrava la situación en Argentina”, aclara.
La industria gráfica tiene en la provincia 225 empresas pymes, que dan trabajo a 1.300 personas. Pero hace un año, este sector tenía el doble de empleos.
Ferraro explica que las actividades más golpeadas de este rubro son la editorial y la de papelería comercial.
La industria del libro, en tanto, viene creciendo en el mundo –se publican más contenidos, aunque menos unidades por título– un fenómeno que no se repite en Argentina.
“Mientras tanto, siguen andando relativamente bien la producción de packaging, todo lo que es impresión de estuches, cajas de alimentos y de medicina. También la cartelería interior y exterior se está recuperando de a poco con la vuelta a la actividad de los shopping center y los supermercado, por la señalética que establecen los protocolos sanitarios”, observa el dirigente.
Por esta razón, Ferraro advierte que de no generar un marco que permita la reconversión, el cierre de empresas seguirá en los próximos meses.
“Todas las empresas están debajo del punto de equilibrio. La que hace cuatro años procesaba 400 toneladas de papel por mes hoy no llega a 100 toneladas. La que tenía 150 empleados, hoy tiene 80 y está reduciendo el plantel. Para peor, el sindicato (la Unión Obrera Gráfica Cordobesa) tiene una posición muy dura sobre el tema salarial”, admite.
Otros rubros complicados
Con menor fuerza, la pandemia golpeó a otros rubros como es el caso de la industria electrónica, en la que no se registran cierre de empresas, pero si el corte de la creación de nuevos proyectos.
Así lo advierte la Cámara de Industrias Informáticas, Electrónicas y de Comunicación del Centro de la República (Ciiecca), que venía impulsando a emprendedores tecnológicos. “Teníamos cinco a seis iniciativas que se cortaron; no dieron de baja las sociedades, pero sí suspendieron las actividades y volvieron a trabajar en relación de dependencia”, informa su presidente, Ricardo Ruival.
La entidad reúne a 110 empresas que dan trabajo a 2.500 personas en forma directa y 1.500 de manera indirecta.
Lo que tiene preocupado al sector es la suspensión por parte de las operadoras de telefonía móvil de las inversiones en infraestructura, por efecto del congelamiento tarifario y del cepo al dólar. “En Córdoba hay unas 40 empresas que hacen instalación de antenas y mantenimiento de la red para empresas telefónicas; de 15 trabajos mensuales que hacían hoy no tienen ningún pedido”, resalta.
Otra industria afectada es la del calzado, con 130 empresas y 2.500 empleos directos, que por la cuarentena no pudo vender la temporada de invierno.
“Se produjo el cierre de una sola planta, cuyos empleados fueron tomados por otra empresa de la misma familia. El resto está con reducciones de jornada, suspensiones y anticipos de vacaciones”, informa Miguel Hames, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado de Córdoba.
Ahora, el sector prepara la temporada de verano con varias restricciones, sobre todo de la materia prima, por las especulaciones sobre el valor del dólar en los próximos meses.
La pandemia viene golpeando también al negocio repuestero, donde tampoco generó cierres.
Según la Cámara de Empresarios de Repuestos Automotor y Afines de Córdoba (Cerac), el sector vende entre 50 por ciento y 70 por ciento del volumen que registraba hace un año atrás.
“La mayoría se financia postergando el pago de impuestos o sin reponer stock. El problema va a ser remontar 100 días de stock perdido”, asegura su presidente José Giordano.
Para el dirigente, el problema más grave lo tienen los negocios que tienen de clientes a las empresas de transporte. “Este rubro está muy mal porque no está vendiendo nada y la cadena de pago se rompió; hay mucho cheque devuelvo y nadie sabe bien si las transportistas van a seguir funcionando”, previene Giordano.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior