El Senado no escuchó al Presidente y la ley de tarifas va camino al veto
El mensaje de Mauricio Macri no alteró en absoluto el panorama en el Senado, donde la oposición mañana reuniría el número para aprobar el proyecto que pretende limitar las subas de tarifas, que ya tiene la media sanción de Diputados. El final parece estar cantado: veto presidencial.
Ayer, con un mensaje grabado y transmitido por televisión, Macri le pidió al “peronismo responsable y confiable”; es decir, al interbloque Argentina Federal, que lidera el rionegrino Miguel Pichetto, “que no se deje conducir por locuras que impulsa Cristina Fernández de Kirchner” y que “no voten una ley inconstitucional” (ver página 7).
Sobre este punto, el mandatario argumentó que “ya varios” gobernadores “dijeron que el Congreso no debe legislar sobre tarifas y que se han manifestado en contra”.
Pero los gobernadores a los que aludió Macri no son todos y tampoco estos tienen un predicamento directo sobre sus senadores: en la sesión convocada para mañana a las 2 de la tarde, la oposición juntaría entre 37 y 40 de los 72 votos posibles y convertiría en ley el proyecto, que ya tiene la media sanción de Diputados.
Cambiemos, a su vez, reuniría apenas 30 votos, número que está lejos del necesario para bloquear la ley opositora: 37, o bien 36 más un eventual desempate de la vicepresidenta, Gabriela Michetti.
En un intento por torcer la voluntad opositora, el oficialismo presentó la semana pasada otro proyecto que atenúa el impacto de las subas tarifarias mediante una baja en el IVA.
La iniciativa fue curiosamente promovida por dos gobernadores del PJ, el salteño Juan Manuel Urtubey y el cordobés Juan Schiaretti. Pero el resto de los mandatarios no tiene interés alguno en esta rebaja impositiva en las facturas, porque significaría una disminución en la recaudación provincial, ya que el IVA es coparticipable.
Además, argumentan que pese a esta rebaja, propuesta por la vía impositiva, el Gobierno nacional sigue sin fijar un “horizonte tarifario” que les dé previsibilidad a los aumentos.
En otras palabras, con la venia de Macri a las subas las dicta el ministro de Energía, Juan José Aranguren, sin tener en cuenta el bolsillo de los usuarios. “La gente no sabe cuánto le van a subir las facturas, pero los sojeros ya saben cómo les irán bajando las retenciones”, comparó un senador peronista.
Con todo, una parte del justicialismo del Senado estaba dispuesta a consensuar un proyecto con Cambiemos que incluyera la rebaja del IVA y, como contrapartida, la transferencia de AySA, Edesur y Edenor del Estado nacional a la Capital Federal y a la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, trascendió que Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, gobernantes de sendos distritos, pusieron el grito en el cielo por la posibilidad de hacerse cargo de AySA, empresa que sostiene el Estado nacional, a través de subsidios, pero que presta el servicio solamente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba).
Por eso, en el Senado interpretaban que el Presidente se inclinó ayer por proteger a sus “pollos” del PRO y por ensayar una mera apelación retórica a los senadores justicialistas para que no avancen con el proyecto antitarifazo.
Es lo que hay
Los senadores del PJ mañana levantarán la mano a favor de la media sanción de Diputados inclusive sin estar convencidos de su contenido.
“Lo que viene de Diputados es una cagada. Pero no podemos rechazarlo porque después la gente nos va a decir que no la defendemos”, se sinceró en diálogo con este diario un senador del PJ.
El propio Pichetto cuestionó la iniciativa hace dos semanas. “Este proyecto no contiene a las distribuidoras de las provincias; es un proyecto que sigue teniendo una visión parcial, mirando siempre el escenario del Amba”, dijo el rionegrino.
El proyecto opositor, en línea con un fallo de la Corte Suprema de Justicia, establece que las tarifas no podrán subir por encima de los aumentos salariales, retrotrae los aumentos a noviembre del año pasado y restituye subsidios a Buenos Aires.
Legisla sobre el gas, la luz y el agua, pero solamente tendrá aplicación efectiva en todo el país sobre el gas, ya que la electricidad y el agua son de concesión provincial, con excepción de Edesur y Edenor, que son de concesión nacional y prestan el servicio en la Capital Federal y en parte de la provincia de Buenos Aires.
Aunque el Presidente ya anunció que la vetará, si llegase a entrar en vigencia esta ley no afectará, por ejemplo, a la tarifa de la luz de Epec, que viene actualizando sus costos desde hace años, a diferencia de las prestadoras del mismo servicio para los porteños y bonaerenses, que durante el kirchnerismo las mantuvieron congeladas.
Tampoco tendrá impacto sobre el agua porque las empresas prestadoras, en la mayoría de los casos, pertenecen a los estados provinciales. Excepto AySA.
Qué se discute: Puntos destacados
CVS. Las tarifas de la luz, del agua y del gas para los usuarios y consumidores residenciales no podrán subir por encima del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) del Indec. Para las pyme regirá el Índice de Precios Internos al Mayor (Ipim).
Crédito. Se generará un crédito a favor de los usuarios si desde noviembre del año pasado hubieran aumentado más que los salarios o, en el caso de las pyme, más que los precios mayoristas. Las prestadoras de estos servicios públicos tendrán un plazo de 60 días, desde la entrada en vigor de esta ley, para determinar el monto exacto del crédito a favor.
Equidad. Se crean el Régimen de Equidad Tarifaria Federal, para corregir desproporciones y asimetrías en la aplicación de tarifas y de costos, y el Régimen Nacional de los Beneficiarios de la Tarifa Social, que establece un cuadro tarifario diferencial para los servicios de suministro eléctrico residencial y de gas natural por redes.
Provincias. La ley no afectará las regulaciones vigentes en las provincias. Es decir que sólo tendrá aplicación para el gas.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior