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El Senado rechazó la iniciativa de legalizar el aborto

El debate histórico en el Congreso por el aborto legal llegó a su fin. La Cámara de Senadores de la Nación rechazó el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo, tras la maratónica sesión especial que se desarrolló este miércoles en la Cámara Alta del Congreso.

Con 38 votos en contra, 31 a favor, y 2 abstenciones, los senadores desestimaron el proyecto que sí había recibido media sanción en la Cámara de Diputados, por lo que quedó trunca la iniciativa que buscaba establecer la legalización el aborto sin causales, por lo menos hasta la semana 14 de gestación, con la práctica garantizada por los servicios de salud, atención médica y suministro de la medicación que provoca la interrupción del embarazo.

El debate, que comenzó a media mañana del miércoles (10.26), contó con 62 oradores que desarrollaron sus respectivos discursos a lo largo de más de 16 horas.

De todos modos, se trata de una temática que impactó en toda la sociedad y seguramente despertará una nueva iniciativa para el año próximo, quizá con modificaciones en relación a la iniciativa que no pudo prosperar en el Senado en la sesión especial de este miércoles.

Además de la problemática social, también quedaron vislumbradas las cuestiones políticas. Durante la jornada, se dieron varios zigzagueos y habrá que ver qué repercusiones tiene para cada uno de los senadores que los protagonizaron.

Así fue la jornada

En la Argentina, el aborto seguirá siendo ilegal. El Senado rechazó esta madrugada el proyecto que el 14 de junio había aprobado la Cámara de Diputados, que permitía la interrupción del aborto sin causales hasta la semana 14 de embarazo. La votación se produjo tras casi 16 horas de una sesión en la que se escucharon encendidos discursos a favor y en contra. Afuera, la plaza del Congreso y decenas de cuadras alrededor permanecieron repletas de manifestantes con pañuelos verdes y celestes, a quienes no amedrentaron la lluvia, el viento ni el frío.

La sesión cautivó la atención de todo el país y generó expectativas en el mundo: por primera vez en el Congreso argentino se debatía un proyecto de legalización del aborto, práctica que está penada en cualquier circunstancia desde 1886, y con sólo dos excepciones desde 1921: cuando está en riesgo la salud de la mujer gestante o cuando el embarazo es fruto de una violación.

El proyecto llegó a los recintos del Congreso después de que el presidente Mauricio Macri impulsó formalmente el debate y al cabo de siete intentos consecutivos de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, un colectivo de organizaciones de mujeres fundado en 2004 que anunció que seguirá insistiendo todos los años hasta que sea ley.

Como manda la Constitución, habiendo sido rechazada, se cayó la media sanción de Diputados y el proyecto de legalización del aborto no podrá volver a ser debatido en ninguna cámara hasta el 1º de marzo próximo.

Pero, en los hechos, la próxima discusión se postergaría hasta 2020, porque el año que viene la composición de ambas cámaras seguirá siendo la misma y no tendría sentido insistir en las mismas voluntades parlamentarias.

La iniciativa fue rechazada por 38 votos negativos, 31 afirmativos y dos abstenciones, de la neuquina Lucila Crexell (MPN) y del santafesino Omar Perotti (PJ).

Todos los senadores estuvieron presentes, salvo la sanluiseña María Eugenia Catalfamo, que hubiera votado a favor, pero de licencia por cursar el octavo mes de un embarazo con complicaciones. La ventaja de los senadores “celestes” se había pronunciado en la última semana, cuando la mayoría de los indefinidos que quedaban se había volcado al “no”. Los verdes ensayaron un manotazo de ahogado en la víspera de la sesión al intentar convencer a senadores del “sí” o del “no” de ir por un proyecto de despenalización para que no cayera la ley. Pero ya era tarde.

Argumentos y arengas

En el recinto hablaron 63 de los 72 senadores. De los nueve que no hablaron, siete votaron en contra: José Alperovich (PJ-Tucumán), Carlos Menem (PJ-La Rioja), Carlos Reutemann (Santa Fe Federal), Juan Carlos Marino (UCR-La Pampa), Blanca Porcel (Frente Cívico-Santiago del Estero), Carlos Espínola (PJ-Corrientes) y Julio Martínez (UCR-La Rioja). Los restantes son Eduardo Costa (UCR-Santa Cruz), que votó a favor, y Catalfamo (PJ-San Luis), de licencia por embarazo.

Algunos discursos se destacaron por la vehemencia y por frases polémicas. Por ejemplo, Esteban Bullrich (PRO-Capital Federal) comparó a las mujeres que abortan con monos. “Las convenciones nos diferencian a los seres humanos del resto de los mamíferos placentarios. Nos llevaron, a pesar de compartir un 99 por ciento de nuestro ADN con los chimpancés, a no resolver las disputas como los chimpancés. No nos matamos ni nos canibalizamos”, dijo.

Horas después, Rodolfo Urtubey (PJ-Salta) ensayó una poco feliz distinción entre tipos de violación: “En algunos casos, la violación no tiene un componente de violencia sobre la mujer, como en los casos de abuso intrafamiliar, en los que no hay violencia”, dijo. Fue tan criticado que minutos después debió pedir la palabra en el recinto para aclarar sus dichos.

Final de madrugada

“¿Por qué no legislar para la mujer y para el niño por nacer, para que todos los argentinos en este país tengan su vida protegida?”, se preguntó la senadora Silvia Elías de Pérez, la principal figura de los antiabortistas.

Luis Petcoff Naidenoff dijo después que, como católico, diferenciaba “la creencia del rol del Estado”, porque se formó “en un partido que tiene visión laica”.

Una hora antes, Cristina Kirchner indicó que no fue su hija, Florencia, militante feminista, quien le hizo cambiar de opinión, sino “los miles de chicas que salieron a la calle”. “Estamos rechazando un proyecto sin proponer nada alternativo. Y la situación seguirá siendo la misma”, dijo en alusión a las muertes por abortos clandestinos.

Después de Cristina, Miguel Pichetto formuló un discurso de corte anticlerical en el que rescató la decisión de Macri de haber permitido el debate, pero lo cuestionó por no ir a fondo “para que esta ley saliera”. Y les dijo a los antiabortistas: “Vencerán, pero no convencerán”.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior