Soja: advierten que la renta sería casi nula con más retenciones
En las empresas agroindustriales, como en el resto de los sectores del mundo de los negocios, esperan con ansias que el equipo del presidente Alberto Fernández defina las medidas que aplicará para reactivar la economía.
“En la Argentina, todos los años tenemos un año particular, pero este ha sido más excepcional aún. Tenemos muchas dudas que aún no fueron develadas en el ámbito económico”, expresó, a modo de queja, el presidente de la Bolsa de Cereales de Córdoba, Juan Carlos Martínez.
En el caso del agro, las miradas están centradas en saber qué decisión se tomará con los derechos de exportación (retenciones). La ansiedad tiene que ver con que es una variable esencial para que la ecuación de sembrar y cosechar arroje números azules o rojos.
El economista de la entidad bursátil, Gonzalo Agusto, fue claro sobre la delgada línea en la que se están moviendo los números del agro, en un contexto de precios internacionales bajos en términos históricos y ante la expectativa de una campaña que no será récord como la última.
Por ejemplo: hoy la soja tributa 18 por ciento más cuatro pesos por dólar, que significan una tasa efectiva del 24,7 por ciento.
Si volviera la alícuota del 35 por ciento –valor que se aplicó hasta 2015, en el último gobierno de Cristina Fernández–, un productor promedio en Córdoba no tendría ganancias. Todo el producido de cada hectárea se lo llevarían los costos (61 por ciento) y el Estado (39 por ciento).
Y aún si la retención subiera en menor proporción, hasta el 30 por ciento, la rentabilidad se situaría en apenas dos por ciento, muy baja para un rubro en el que la inversión conlleva un gran riesgo, por su volumen y por la incidencia del clima.
Esta última alícuota, para Agusto, no es improbable: el precio que tiene hoy la soja en los mercados de futuros supone un derecho de exportación implícito del 29,2 por ciento.
En cuanto al maíz, Agusto supuso como hipótesis más probable un alza desde el 6,7 por ciento actual (cuatro pesos por dólar) hasta el 15 por ciento. La ganancia se situaría en sólo tres por ciento. En casos de zonas con menos productividad o con un alto costo del flete, como el norte de Córdoba, probablemente no haya rentabilidad o se entre en terreno negativo.
“Por definición, las retenciones son un impuesto pésimo que distorsiona todas las decisiones racionales. Es muy inequitativo, no miden productividad ni distancia. Si las aumentan, vamos a tener gravísimos problemas”, opinó Martínez.
Aporte al fisco: Retenciones bajo la lupa
El agro aporta más del 60% de los dólares del país.
1.975 millones es la transferencia de recursos, en dólares, que haría Córdoba si las retenciones se llevan a 30% para la soja y a 12% para trigo y maíz.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior