Sorprendieron a un genocida con domiciliaria en un colectivo de larga distancia
El genocida Julio Manuel Méndez, quien goza del beneficio de prisión domiciliaria, fue encontrado en un colectivo de larga distancia.
Méndez es uno de los primeros civiles condenados por crímenes de lesa humanidad. Durante el 2012, el Tribunal Oral en lo Criminal de Mar del Plata lo consideró responsable y parte del secuestro, tortura y asesinato del abogado Carlos Moreno, en 1977, quien representaba a los obreros de Loma Negra, la empresa cementera de Amalia Lacroze de Fortabat.
La transgresión de la prisión domiciliaria del genocida fue descubierta por la escritora y periodista Ivy Cangaro quien era una de las pasajeras del viaje entre la ciudad de Buenos Aires y la ciudad donde vive Méndez, Tandil.
Tras romperse el colectivo y hacer un cambio, la periodista lo reconoció y le tomó fotos que luego cotejó para asegurarse de que se tratara efectivamente de esa persona y llevó las pruebas a la Justicia donde le confirmaron que efectivamente “quien viajaba en el asiento 21 de la empresa El Cóndor-La Estrella que partió de Retiro el jueves 1 de marzo de 2018 a las 13:45 era Julio Méndez, acompañado de su esposa y un amigo”.
Cangaro relató su experiencia en el sitio Pájaro Rojo: “Quien tendría que estar preso, y goza de prisión domiciliaria, además viaja como un pasajero más, impune, libre, desafiante, oscuro. Compartiendo tiempo y espacio con decenas de personas que no saben que ese viejito del asiento de al lado es un criminal”.
«Nunca lo había visto en persona pero la mirada de un asesino es como una marca en el orillo. Se ve más allá de lo que muestra. Se ve. Tres horas tuve de vacilación. ¿Sería? ¿Y si no era? Solo lo conocía por fotos de diarios y desde entonces pasaron seis años. Los ojos negros de Matías Moreno, el hijo de Carlos, un luchador de los derechos humanos, me conminaban a buscar la verdad”, relató la periodista.
Fuente: La Mañana. La Mañana