Tarifas: el Gobierno las ajustará por inflación en 2021
El Gobierno de Alberto Fernández ya planifica el descongelamiento nominal de las tarifas de gas, electricidad y transporte para 2021 vía un ajuste que irá atado a la inflación, después de haber volcado más de 400 mil millones de pesos en subsidios entre enero y agosto para evitar que los valores subieran.
La decisión fue confirmada por el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien sostiene que si las tarifas suben de acuerdo con la inflación, se generará una menor presión sobre el costo de vida. El esquema que se analiza es de ajustes trimestrales.
Descongelar tarifas energéticas y del transporte y de los precios de los combustibles será una tarea dificilísima por el contexto. 2021 arrancará con un piso de inflación del 18% por el arrastre de 2020, estiman en el Gobierno. Y a esto se suma un plafón complejo: la emisión monetaria de 1,5 billones de pesos para financiar la pandemia, lo cual viene siendo contenido ahora a cambio de una mayor deuda para el Banco Central.
Eso explica que la pauta de inflación para 2021 sea del 29%, sólo tres puntos por debajo de la prevista para 2020. En el entorno de Fernández estiman que la “normalización” de las tarifas llevará unos cinco años. Y señalan que por ese motivo se prevé que, al terminar el mandato, la inflación será aún de 20%.
En declaraciones a la prensa porteña, Guzmán dijo: “Apuntamos a que no crezca la participación que tienen los subsidios con respecto al PIB. Implica que se tienen que actualizar las tarifas de una manera que acompañe al crecimiento de los precios”.
El funcionario aclaró que las decisiones tarifarias se tomarán en lo que queda de 2020. “Se va a redefinir el esquema de tarifas”, dijo. Y sostuvo: “Creemos que deben ajustarse de acuerdo con la inflación”.
¿Cómo es el plan que preparan? Apuntan a que las tarifas suban para poner fin al congelamiento nominal, pero manteniendo “un congelamiento real”. Esto es, que el consumidor pague más en comparación con 2020, pero sin que las tarifas se lleven un mayor porcentaje del bolsillo.
Guzmán habla de construir una “transición ordenada”, en la cual haya incentivos estatales a la inversión y menores subsidios para reducir el déficit fiscal. En el camino, piensa, se irá reactivando la economía y recomponiendo el salario, por lo que los usuarios llegarán al verano de 2022 con mayor margen de maniobra.
Según la Asociación de Presupuesto y Administración Financiera Pública (Asap), entre los gastos primarios, los subsidios económicos a la energía y al transporte sumaron al 31 de julio 375.006,1 millones de pesos, un 134,7% más que lo devengado en el mismo período de 2019. Sumando agosto, se superaron los 400 mil millones de pesos. Sólo los subsidios energéticos ejecutaron un 100,5% más que en los siete primeros meses de 2019, alcanzando los $ 218.522 millones, equivalentes al 84,9% de lo previsto para este año.
Tensión con empresas
El plan de ajuste sin alza real para las tarifas en 2021 genera críticas en el sector productor y distribuidor. Se señala que, mientras sus costos no han dejado de subir, sus precios están congelados. Esto comenzó en abril de 2019, cuando el entonces presidente, Mauricio Macri, lo decidió para amortiguar el impacto de la inflación y estimular el consumo en la previa electoral. Fernández lo continuó por la espiralización de la crisis.
En el proyecto de Presupuesto 2021, Guzmán escribió: “Es necesario tener niveles de tarifas justos en términos distributivos y productivos, sostenibles y equitativos en materia fiscal, alineados con un uso eficiente de los recursos no renovables que alienten un proceso de inversión alineado con las necesidades de crecimiento de la economía”.
Ese es uno de los grandes dilemas. Si las tarifas siguen congeladas, la producción irá a la baja y en 2021, por ejemplo, podría volver a necesitarse importar más gas en el invierno. A menos por ahora, en Economía descartan tarifas dolarizadas o ajustes reales de tres o cuatro dígitos por año, como lo ejecutado por el macrismo entre 2016 y 2019, tras precios que estuvieran pisados durante los dos mandatos de Cristina Fernández de Kirchner.
La Asociación Empresaria Argentina (AEA) ya levantó la voz. Advirtió que, para “volver a poner en marcha el aparato productivo del país y para alentar nuevas inversiones, es fundamental evitar los controles de precios y el congelamiento de tarifas, que tensionan la ecuación económica de las empresas”.
Es que ya existe una situación grave. Las petroleras avisaron esta semana que empezarán a retacear el suministro de gas “por falta de pago”. Ocurrió luego de que Metrogas, la mayor distribuidora del país, que es controlada por YPF, anunció que diferirá el pago de las facturas de junio, de julio y de agosto para 2021 por su crisis financiera.
La Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (Ceph), en la cual están representadas empresas como Chevron, ExxonMobil, Shell, Total, Wintershall, YPF, Pan American Energy, Pluspetrol y Tecpetrol, dijo: “No estamos en condiciones de continuar financiando las entregas de gas natural ni a Metrogas, ni al resto de las prestadoras del servicio público de distribución de gas natural, ni a cliente alguno”, advirtieron. Y le pidieron a Guzmán, quien tiene a su cargo Energía, que actuara.
Aun con congelamiento, las facturas de Epec generan polémica permanente
La Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec) tomó nota de la queja de algunos usuarios que este mes denunciaron aumentos inusuales en las boletas de la luz y explicó que hay situaciones que se relacionan con consumos estacionales, en tanto el gremio Luz y Fuerza denunció que el problema está en la toma de estado de los medidores.
Desde la empresa explicaron que en invierno “se dispara el consumo y provoca que el costo de la factura crezca”.
“La energía tiene un consumo estacional que cuenta con dos picos durante el año: uno en verano, por el uso del aire acondicionado, y otro en invierno, que es cuando los usuarios se calefaccionan con artefactos que utilizan energía eléctrica, sobre todo en los lugares donde no hay gas natural”, dijo Alfredo Camponovo, vocero de la empresa.
Camponovo recomendó “comparar la factura del mismo período del año anterior en la cantidad de kilowatts consumidos”.
“Si se trata de casos en los que hubo un aumento excesivo del consumo, esa factura se deja en stand by hasta que se toma una resolución. El usuario no debe pagar hasta que tenga una resolución sobre esa factura”, expresó.
Las quejas por subas abruptas en las boletas en pleno congelamiento tarifario son reiteradas y el gremio Luz y Fuerza, en voz de su secretario general, Gabriel Suárez, apunta directamente a la política de tercerización de la lectura de los estados de los medidores y anticipó que el sindicato iniciará un plan de lucha “en defensa de los cordobeses”.
“Estamos preocupados por esta situación, por esta nefasta política instrumentada por la empresa, que tercerizó sectores importantísimos , como los que dan la garantía de una correcta calibración de la toma de las lecturas, de un correcto análisis de los puntos de medición”, dijo Suárez, quien sostiene que las subas desproporcionadas muchas veces tienen que ver con errores en la medición o en la estimación de los consumos.
La oposición política, en tanto, reitera las críticas a Epec y ya realizó numerosos planteos por el incremento en las facturas. El viernes, además, desde un sector de la UCR se reclamó la renuncia del titular de la empresa, Luis Giovine.
Piden sumar kilowatts al escalón tarifario 1 de Epec
Sólo comprende a los de bajo consumo y supone un costo por kilowatt muy inferior al escalón 2.
A través de Change.org, el concejal Juan Pablo Quinteros junta firmas para pedir a Epec que aumente la cantidad de kilowatts dentro del escalón 1, de tal manera que el escalón 2 quede comprendido en los valores tarifarios más bajos. El edil sostiene que el consumo residencial de electricidad subió por la pandemia.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior