El Torino, una leyenda: a 50 años de una hazaña con tonada cordobesa
Es mucho más que una gran historia deportiva. Es, sobre todo, una leyenda que ha dejado marcas en la industria del automovilismo nacional y con un especial aporte cordobés.
Son 50 años los que se celebran en 2019 de aquella “misión argentina” en Alemania, un hito para el automovilismo nacional. El Torino, fabricado en Argentina, competía en 1969 en la “maratón de la ruta” en la germana Nürburgring. Allí, hizo historia.
Un equipo de trabajo liderado por el reconocidísimo Juan Manuel Fangio, con el cordobés de Alta Gracia Oreste Berta como director técnico, llegó a Europa y compitió en la entonces legendaria carrera de 84 horas continuadas, con un modelo de auto diseñado y construido en nuestra Córdoba.
El Torino, dirá la historia nacional, fue el “ganador moral” de aquella competición, ya que había dado más vueltas (324) que el automóvil que salió vencedor (321). Pero una penalización le redujo el puntaje.
“Llevo (al Torino) para ver el efecto que causa un coche de fabricación nacional. Es un coche que no se conoce, no se ha visto, no es derivado de otro, sino que es creado acá y pienso que hay gente que le va interesar. Quiero ver qué impresión causa”, anunciaba por esos días, hace medio siglo, un Fangio ya retirado de las pistas. Lo decía en una entrevista televisiva recuperada para el documental La Misión Argentina, de Adrián Jaime. El múltiple campeón mundial de Fórmula 1 agregaba que en Europa sólo conocían que en Argentina “armaban” automóviles, pero que no se los creaba. Y el Torino era un ejemplo de lo contrario.
Festejo en Alta Gracia
Medio siglo después, se realizarán “84 horas de homenaje” a aquel acontecimiento en Alta Gracia, con una caravanas de Torinos, proyecciones de películas y el acceso a “La Fortaleza”, el emblemático predio de Oreste Berta, entre otras actividades, de acceso gratuito, desde el 15 al 18 de agosto.
Estarán presentes algunos integrantes de aquella “misión argentina” y los tres autos que participaron de la memorable carrera. Sólo se podrá participar con inscripción previa.
Impronta cordobesa
Fue en la fábrica Industrias Kaiser Argentina (IKA) en barrio Santa Isabel, de la ciudad de Córdoba, donde de la mano de Berta comenzó a armarse el Torino para competir en Nürburgring.
La carrocería fue diseñada por la prestigiosa firma italiana Pininfarina. Más adelante, el vehículo fue modificado para adaptarse a las reglas de la exigente carrera, exclusiva para autos de turismo.
El objetivo de Fangio y equipo era claro: correr en Alemania con un Torino cupé 380w, un automóvil de fabricación nacional. “Fangio tenía en su corazón a Mercedes Benz. Pero un poquito más adentro, tenía al Torino. Quería demostrar que el Torino era el mejor auto que había en el mundo. Algo de razón tenía”, recordó Berta en La Misión Argentina.
Era un auto de ingeniería muy avanzada, con una tapa de cilindro basada en el desarrollo de Jaguar y tres carburadores de doble boca (sólo los autos de Fórmula 1 y los autosports lo tenían en aquella época. “Creo que era el único auto en el mundo de serie que lo llevaba”, agregó Berta.
La selección nacional
“Fue la primera y única vez que en el automovilismo, que es un deporte absolutamente individual e individualista, se hizo algo totalmente diferente con pilotos de distintas marcas. Fueron los 10 mejores del momento”, destacó a La Voz el periodista especializado Raúl Barceló. Nunca más se repitió una epopeya semejante.
Los pilotos fueron elegidos por Fangio. El Torino número 1 iba a ser conducido por Luis Di Palma, Carmelo Galbato y Oscar Fangio. El 2, por Eduardo Rodríguez Canedo, Jorge Cupeiro y Gastón Perkins. Y el 3 tendría al volante a Eduardo Copello, Oscar Franco y Alberto Rodríguez Larreta. Todos eran pilotos de primera línea en el país.
La selección incluyó también a los mecánicos, que eran de la fábrica IKA, de Berta y de otros ámbitos, todos coordinados por Berta.
“Eran mecánicos destacados y eso también le dio un plus”, precisó Barceló, quien mencionó que también fue importante la coordinación a cargo de Carlos Lobosco.
En la pista
En la carrera, un hito mundial de su época, el Torino nacional compitió con Mazda, Lancia, BMW, entre otras marcas prestigiosas a nivel mundial. Comenzó el miércoles 20 y terminó el sábado 24 de agosto de 1969.
Barceló precisó que, de los tres Torinos que comenzaron la competencia sólo uno terminó: el número 3. Aunque realizó la mejor marca de 324 vueltas en el circuito en 84 horas, por una penalización que podría catalogarse de muy discutible le redujeron la cantidad. Por eso, no fue dado como ganador y terminó cuarto .
“Se había roto el escape y hacía un ruido superior al permitido en el reglamento de la carrera”, apuntó el periodista.
“Sin embargo, se lo tomó como un triunfo. Fue el que más vueltas dio. Fue una demostración de poderío en equipo y de argentinidad”, precisó Barceló.
Ahora, se festejarán los 50 años de aquella historia que sigue dando vueltas.
El “auto argentino” que aún hoy enamora
Entre 1966 y 1975 lo lanzó IKA y hasta 1981 lo hizo Renault.
El Torino fue un éxito en el mercado entre los ‘60 y los ‘80. Es considerado aún como el auto argentino por excelencia. Fue producido por el fabricante argentino de automotores Industrias Kaiser Argentina entre los años 1966 y 1975, y por Renault Argentina S.A. entre 1975 y 1981. Era un automóvil compacto del segmento E, cuyo diseño estaba basado en el modelo americano Rambler American. El éxito del Ford Falcon le quitó mercado y dejó de hacerse en el ‘81.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior