Turquía: las dudas en torno al intento de golpe de Estado contra Recep Erdogan
Cuando todavía la calma no se ha restablecido completamente tras el levantamiento protagonizado por una parte de las Fuerzas Armadas, que por varias horas de la noche del viernes parecía haber «tomado el poder», las dudas sobre el rol del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, comenzaron a aparecer.
¿Quién está detrás del golpe?
En su primer mensaje en cadena nacional a su regreso a Estambul, Erdogan acusó a uno de sus principales enemigos: el clérigo moderado Fetollah Gülen y su «Estado paralelo» como impulsores del golpe. Sin embargo, varias horas antes de la denuncia presidencial, desde el movimiento de seguidores del religioso llamado Alliance for Shared Values se había emitido un comunicado en el que se condenaba categóricamente «cualquier intervención militar en los asuntos internos de Turquía».
No es la primera vez que Erdogan señala a Gülen de querer derrocarlo. En 2014 fue su respuesta ante una serie de acusaciones de corrupción presentada por grupos allegados, que lo colocaron como uno de los mayores y más poderosos adversarios del régimen. Gülen, figura del diálogo interreligioso y en el pasado uno de los mayores aliados del mandatario, permanece en su hogar en Pensilvania en tanto han fracasado los intentos de extraditarlo a su país por supuestamente manejar un «grupo terrorista armado». Quién está detrás del golpe, entonces, parece seguir sin respuesta.
Concentración del poder
La aspiración de Erdogan para concentrar todo el poder en Turquía es tema conocido. Su objetivo es conseguir pasar del tradicional régimen parlamentario hacia uno presidencialista. Es lo que ha venido haciendo desde que abandonó su puesto como Primer Ministro y se convirtió en presidente en 2014.
Lo cierto es que no son pocos los analistas que coinciden en que el levantamiento militar, que por estas horas parece haber sido sofocado, podría dejar al presidente fortalecido e incluso en condiciones de convocar a un referéndum para modificar la Constitución y seguir concentrando poder en su persona.
Las Fuerzas Armadas
Las dudas aparecen a su vez por el lado de «los golpistas». Pese a que las Fuerzas Armadas poseen una larga historia de golpes militares -han derrocado a cuatro gobiernos desde la década del ’60-, se han lanzado a la intentona sin lograr absolutamente ningún apoyo, ni dentro ni fuera del país.
Mientras todos los bloques políticos presentes en el Parlamento rechazaban la intervención militar, los líderes mundiales -muchas veces críticos con el presidente Erdogan por las persecuciones a la prensa y la violación de derechos humanos- rechazaron abiertamente el golpe y llamaron a apoyar al gobierno «democráticamente electo».
Esa falta de apoyos resultó determinante en la rápida resolución del episodio de la larga noche del viernes, incluso a pesar del gran despliegue militar que implicó en las dos principales ciudades del país: Estambul y Ankara.
Panorama internacional
Aunque en horas de la madrugada del sábado Erdogan ya aseguraba haber retomado el poder y evitado el golpe, la preocupación internacional por lo que suceda de aquí en más en el país persiste.
Es que Turquía se ha convertido en una pieza clave en el tablero internacional. El gobierno ha sido acusado de funcionar como la «puerta de acceso» a Europa de los yihadistas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) provenientes de Irak y Siria, además de ser denunciado por proporcionar armas y recursos al grupo que impone el «terror» en la región y atemoriza al mundo con sangrientos ataques.
Más tarde el país se sumó a la coalición internacional que bombardea posiciones de ISIS en Siria, aunque los detractores de Erdogan aseguran que «el combate al terrorismo» ha servido como excusa para atacar a la minoría kurda.
Además, actualmente juega un destacado papel en la crisis de refugiados en Europa, luego de firmar un acuerdo con Bruselas para recibirlos a cambio de recursos millonarios. La hospitalidad turca ha sido cuestionada sin embargo por organizaciones de Derechos Humanos que aseguran que el país no garantiza las condiciones mínimas para las personas que viven en sus campos de refugiados.
Desde el aeropuerto de Atatürk, con actitud triunfante, Erdogan pronunció una frase que sugiere de qué modo intentará aprovechar lo sucedido, y que deja abiertos los interrogantes sobre la trágica jornada: «Este levantamiento es una bendición de Alá, porque nos permitirá identificar a nuestros enemigos».
Fuente: Infobae. http://www.infobae.com/america/mundo/2016/07/16/sabado-manana-turquia-las-dudas-en-torno-al-intento-de-golpe-de-estado-contra-recep-erdogan/