Verano 2023: tres pueblos escondidos para conocer en Córdoba
Esta provincia argentina cuenta con varios lugares que, aunque no gozan de mucha popularidad, merecen ser visitados.
Miles de turistas de toda la Argentina e incluso del extranjero eligen cada año pasaron sus de verano en Córdoba. Es que se trata de una provincia que lo tiene de todo: paisajes bellísimos, buena gastronomía, edificioes históricos y lugares cargados de valor cultural.
Villa Carlos Paz, el Cerro Colorado, el Camino de las Altas Cumbres, el Valle de Calamuchita, el Champaquí, la Laguna Mar Chiquita son algunos de los destinos más concurridos cada temporada. Sin embargo, Córdoba también esconde varios pueblos que, aunque no gozan de esa misma popularidad, merecen una visita.
Villa Tulumba
Villa Tulumba es una pequeña localidad ubicada en el municipio homónimo, en el centro-norte de la provincia de Córdoba, a unos 150 kilómetros de la ciudad capital. Según los datos del censo de 2010, cuenta con 1.474 habitantes.
Villa Tulumba, uno de los pueblos escondidos en Córdoba. Foto: Córdoba Turismo.
Este pueblo está repleto de sitios que contagian una vibra espiritual: una capilla antigua, un Cristo, un cementerio y la Gruta de Lourdes. El ambiente se completa con callecitas empedradas, farolas antiguas y viejas casonas del siglo XVII y XIX.
Una gran oportunidad para visitar Villa Tulumba es el segundo domingo de octubre, cuando se celebran las fiestas patronales. Entonces, se convierte en una parada obligatoria la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que data de 1882 y que tiene pinturas del artista Martín Santiago.
La Calle Real desemboca en un edificio repleto de historia: la casa de la familia reynafé. Fue allí donde se ideó la masacre de Barranca Yaco, que concluyó en 1835 con el asesinato de Juan Facundo Quiroga, quinto gobernador de La Rioja.
También es recomendable visitar la plazoleta Granadero José Marquez, las Cuatro Esquinas, el monumento Cristo de los Granaderos y la Ermita del Cerro, a donde se llega tras una caminata de menos de una hora.
Pueblo Escondido
Pueblo Escondido se trata de un pequeñísimo yacimiento minero deshabitado que se ubica en el corazón de la montaña, más precisamente en el Cerro Áspero, al sudoeste del Valle de Calamuchita y en plenas sierras de los Comechingones.
Ubicado en el límite con San Luis, este histórico lugar brinda cascadas, puentes, ríos, senderos y diversas formaciones rocosas. Además, pueden visitarse las salas de maquinaria, la molienda de minerales y las diferentes usinas generadoras de energía.
La mina quedó abandonada a fines de 1969, pero las instalaciones fueron restauradas en 1995 para fomentar las visitas. Es una buena opción para los amantes del turismo aventura, debido al abanico de actividades de este tipo que ofrece: trekking, caminatas, cabalgatas y más. Además, ostenta hermosos paisajes con cerros, cascadas e incluso la deteriorada infraestructura del antiguo pueblo.
Sus estructuras edilicias ofrecen un refugio de montaña perfecto que mantiene el espíritu del pasado. Hay un comedor, habitaciones privadas, unos pocos servicios gastronómicos y varias zonas aptas para acampar durante la noche.
Cañada de Río Pinto
Cañada de Río Pinto es una localidad y comuna del departamento de Ischilín, a unos 110 kilómetros al norte de Córdoba Capital. Para el momento en que se realizó el censo de 2010, contaba con apenas 132 habitantes.
Se trata de uno de los rincones más tradicionales del norte de Córdoba. Es como si el tiempo se hubiera detenido en ese pequeño pueblo, que se mantiene intacto desde el siglo XVIII: callecitas de tierra y gente amable que pasa a caballo.
En la entrada del pueblo, aparece el bar y despensa La Esquina, todo un ícono local, al igual que la iglesia del Sagrado Corazón, que data del siglo XVIII. También hay varios negocios de productos regionales y de artesanías, como así también restaurantes que ofrecen platos criollos.
Entre los principales atractivos de su naturaleza se destaca el río Pinto, que lleva ese nombre en honor a una familia terrateniente que vivió en esa zona durante el siglo XVII y que le dio nombre al pueblo.
Una de las actividades más elegidas es la cabalgata a través del paisaje. Sin embargo, también hay otra opción para los más extremos: hacer mountain bike por el mismo recorrido del Desafío de Río Pinto, el evento de ciclismo de montaña con mayor convocatoria en Sudamérica.